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— En vista que no harás nada, avanzaremos a Camelot y nos llevaremos a Isabela— dijo Betty a ver a Marcel inmóvil.

— Espera niña— Maléfica la paró. — Ustedes dicen que esa— apunto a Cristina— Es mi hija, que nos transporte hasta Camelot— sonrió malvadamente.

— Yo no sé cómo...

— ¿Ven? Eso no puede ser de mi sangre.

— ¡Eso fue muy grosero! — dijo enojada Valery liberándose de Rohan.

— No me interesa— Maléfica le quito importancia volteándose.

— Perdón— susurro Happer antes de golpear fuertemente a Scott en los testículos y caminar hasta donde estaban las chicas.

Scott se encogió en su lugar maldiciendo a todo el mundo.

Abril miro a Ansel y este la soltó sin decir nada.

— Buen chico— le palmeo la cabeza, guiñó el ojo y se fue con las demás.

— No necesitamos ayuda, hemos llegado hasta aquí solas y podemos permanecer así— dijo Katherine.

— Tuvieron ayuda de Linda, Katherine— dijo la Reina malvada.

— No era ayuda buena— intervino Abril.

— Solo unas estúpidas como ustedes confían en ella— Maléfica se metió a la conversación.

— Y solo ustedes piensan que nosotras los seguiremos— dijo furiosa Cristina.

Todas se tomaron de las manos, Cristina estaba demasiado furiosa con Maléfica, la miro y comenzó a desafiarla con la mirada. Lo mismo hizo Katherine con su madre.

— Mmmm ¿Debería de preocuparnos el lecho de que nos estamos rodeando de humo rosa? — Happer le pregunto en susurro a Valery.

Valery le iba a responder pero sintió un vacío en el estómago muy grande, la boca le salivo en exceso, iba a vomitar. Uy que asco la sensación que tenía, no se iba, cerró los ojos con fuerza. No los abrió hasta que la estúpida sensación paso, se quedó maravillada después de eso. Ya no estaban en el bosque, estaban en un lugar distinto. Era un lugar mucho más abierto, con más luz, se sentía la magia al alrededor.

— ¿En donde estamos? — preguntó Cristina desorientada.

— ¿Cómo? ¿Cómo llegamos aquí? — dijo Betty soltando el agarre.

— Creo que esto es Camelot— dijo Abril y todas la quedaron viendo.

— ¿Por qué crees eso Abril? — preguntó Valery.

— Miren— señalo hacia Dios sabe dónde.

Todas se voltearon hacia la dirección señalada, se podía observar cómo era un lugar céntrico donde la luz del sol daba más fuerte, pero lo que hizo decir que estaban en Camelot a Abril fue la gran piedra en este lugar con una espada clavada en ella.

— Wooa, pues si se parece— dijo Cristina.

— ¿Por qué la espada sigue en la piedra? — preguntó Betty.

— Saben, algo me dicen que aquí las cosas son muy diferentes a lo que conocemos en realidad— dijo Valery mientras caminaba hasta la roca.

— ¿Recién te das cuenta? — preguntó Abril.

— La verdad no pero alguien tenía que decirlo— se encogió los hombros y se acercó más.

Al llegar a la piedra puedo ver todo con mejor claridad. Esta estaba cubierta por trozos su superficie de sangre, había otra cosa que no pude identificar pero era transparente con ciertos patrones que le sobresalían, uh le daba asco acercarse más.

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