Bien, ahora ¿Que debía de hacer? Estaba rodeada de árboles y no sabía muy bien a qué dirección ir. Se rascó la cabeza con frustración, dio diez pasos a la derecha y se quedó quieta.
— ¡¿Por qué a mí?!— gimió frustrada.
Katherine quería pegarse un tiro de lo frustrada que estaba, había tratado varias veces activar el bendito sistema y no podía ¿Cómo iba saber a donde tenía que ir? ¡Maldita sea Linda y su tecnología!
Dio otros pasos, y se detuvo al ver una anciana pasar, se quedó quieta, incluso cuando la anciana tropezó, no pensaba acercarse, la viejita no le inspiraba confianza.
— ¡Mis manzanas!— se quejó la anciana.
¿Por qué tenía el presentimiento que la conocía? Bufó y se le acercó, ayudándola a regañadientes con sus estúpidas manzanas. Una vez lleno el cesto se lo entregó mientras se levantaba.
— Gracias mi niña— Katherine solo asintió y se dió media vuelta para seguir caminando. — ¡Espera!— la anciana le agarró el brazo muy fuerte. — Toma, una manzana por haberme ayudado— con disgusto tomo la manzana que la anciana le ofrecía. — Vamos— le hizo un gesto con las manos. — Come, complace a esta pobre anciana— Katherine entrecerró los ojos.
Miro detenidamente la manzana, movió su pulgar y vio que el color rojo se salía, miró a la anciana y sonrió.
— Las ancianas primero— le tendió la manzana, la anciana la miró enojada. — Mejor no, anciana— le dijo mientras frotaba la manzana y el color dorado iba apareciendo. — No queremos que muera envenenada ¿Verdad?— se burló.
— ¡Niña insolente!— le gritó y se retorció para adaptar su verdadera forma, Katherine se puso pálida al verla.
— ¿Mamá?— pero para que preguntan y estaba más que claro que era ella.
— ¡Devuélveme la manzana!— negó mientras comenzaba a retroceder. — ¡No hagas enojar a tu madre Katherine, se buena hija y dame la maldita manzana!— volvió a negar y se cayó.
Su madre enojada se volvió a retorcer hasta convertirse en un dragón, rápidamente se puso de pie y comenzó a correr, miraba hacia atrás de vez en cuando y tratando de acelerar al ver a su madre muy cerca, volvió a caer, cruzó los brazos encima de su cabeza como acto de defensa, espero que el fuego llegara pero nunca ocurrió, abrió los ojos y se dió cuenta del escudo.
— Genial, ahora si te activas— susurro.
El dragón gruñó y volvió a lanzar fuego, buen, ya no se iba a quejar, y tampoco es que lo pudiera hacer, si una nube negra la cubrió y cuando está ya no estaba sobre ella se vio en el castillo.
— ¿Pero qué?— se levantó del suelo y miró a Linda.
— ¿La tienes? ¿Pero porque preguntó si ya estás aquí? ¡Es obvio que la tienes!— Katherine vio la manzana dorada que todavía seguía en su mano.
Linda se le acercó para tomarla pero se apartó algo enojada y se fue al rincón más lejos de la habitación.
— ¿Por qué mi madre tenía la manzana?— preguntó y Linda le vio confundida.
— Tu madre está en su casa Katherine— eso enojo más a Kathe.
— ¡Vi como mi mamá pasaba de ser una anciana a ser ella! ¡Ella me persiguió siendo un dragón! ¡Un maldito dragón! ¡¿Por qué jodidos diablos mi madre quería matarme por la estúpida manzana?!— soltó de un solo.
— ¿Tu madre es la reina malvada?— preguntó confundida Linda.
— ¡Eso te estoy diciendo! ¡Maldita sea!— golpeó su puño contra la pared y gruñó por el dolor.
— Yo no lo sabia Katherine, yo solo, ya regreso— la manzana desapareció de la mano de Katherine y apareció en la de Linda para salir de la habitación.
Menuda forma de saber que tu madre es una villana en los cuentos.
ESTÁS LEYENDO
Princesas
Fantasy1. Princesas 2. Princesas II 2.1. Valery Bienvenido al maravilloso mundo de Disney. Ellas no creían en los cuentos de princesas, la vida de ellas era falsa, más falsa que el trasero de la Nicki Minaj. Una invitación. Una zapatilla. Una manzana. U...