Capítulo 01.

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Eres Mía.

San Diego CA.

Desde que tengo uso de memoria he deseado desaparecer de aquí. Y no, no me mal entiendan, no soy una suicida deseando terminar con su existencia en este mundo, solo estoy un poco harta de la vida que llevo en esta casa, con mis padres y conmigo misma en general.

Hunter Hopper y Olivia Carson son mis adorables padres, y no no estoy siendo sarcástica al decirlo, es verdad que son increíbles, increíble que casi nunca estén en casa, increíble que cuando quiera saber de ellos tenga que visitarlos en su oficina, increíble que Dora mi nana conozca más cosas de mí que yo sobre ellos. Pero de igual manera supongo que debo quererlos.

Juntos vivimos en una enorme casa, en San Diego, al principio me molestaba la idea de estar prácticamente sola en un lugar tan grande, pero acorde a como fue pasando el tiempo saqué un poco de provecho al asunto, solía perderme en el jardín trasero y escalar árboles hasta que pudiera ver los hermosos parques y las majestuosas playas, era feliz cuando pasaba horas admirando la infinita belleza de la puesta de sol en cada tarde.
Pero ocurrió un día que tuve un accidente, me resbalé cuando intentaba trepar el árbol más alto del jardín, mis padres se molestaron demasiado y mandaron talar todos los árboles a pesar de que les supliqué que no lo hicieran. Desde entonces no tenía árboles que escalar o paisajes que admirar. Me dediqué a encerrarme en mi habitación desde que llegaba del colegio y hasta la hora de la cena.

No había sido para tanto señores.

Dora varias veces quizo llevarme a esos lugares fantásticos, pero no sabía conducir y yo tenía tan solo 8 años. Así que cuando íbamos a esos lugares era con mis padres y con mi hermano mayor Diego, el cual, actualmente tiene 22 años y es un amargando que ha tenido sólo una novia, lo cual, no viene al caso pero me gusta recordárselo.

Me levanto perezosa de mi cama, enciendo el televisor para ver el horario. ¡Santa mierda! Me levanto disparada hacia la puerta de mi habitación para comenzar a bajar las escaleras. Mientras estoy corriendo me doy cuenta de la manera en que estoy vestida, pijama y un moño alto con mi cabello, cruzo los dedos deseando que mi madre no sobresalte mi atuendo en la cena y cuando llego al comedor en efecto, los visualizo a todos con sus platos servidos aún sin comenzar a cenar.

-Buenas noches a todos. -Saludo con una sonrisa tan falsa como los pechos de mi prima Riley, la cual, conocemos más adelante.

-Skyler -Dice firme mi mamá. -¿No conoces los horarios en que la cena se sirve en esta casa cariño?

-Lo siento, me quede dormida cuando desperté baje corriendo...

-Eso explica el porque de tu atuendo.

Ruedo los ojos mentalmente y mi madre me indica que tome mi lugar en la mesa.

-Creo que ya podemos comenzar a cenar. -Dice mi padre.

Sarah se acerca a mi lugar para servir la comida en mi plato. Sarah es hija de Sofía, Sofía ha trabajado para la familia de mi abuela toda la vida, después comenzó a trabajar aquí en mi casa y ahora Sarah ayuda a su madre porque esta ya está muy grande además de que está enferma.

-Gracias. -Le doy una sonrisa de boca cerrada y Sarah no me responde, nunca lo hace. Sé que no le caigo muy bien pero el respeto y el trato es mutuo, excepto cuando estamos frente a mis padres. Frente a ellos soy la chica más educada, linda y refinada.

La cena comenzó y concluyó en silencio, nadie habla en la cena porque es una falta de respeto hablar con la boca llena y bla bla bla.

-Mañana inician tus clases Sky. -Dice mi padre acomodándose el nudo de su corbata.

Eres Mía. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora