Capítulo 40.

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Skyler Hopper.

Miro mi reflejo en el espejo de cuerpo completo de mi mamá, ella aparece detrás de mi y me sonríe.

-Te queda grandioso ese vestido mi amor.

Llevo mi vista nuevamente al espejo frente a mi y me sonrío. -Si eso creo.

-Sky solo no elijas unos pendientes muy grandes, no vayas a opacar a la novia querida.

Niego sonriendo por lo que mi madre me dice y asiento.

¿Mamá de buen humor? Tiene una explicación por supuesto.

Hoy es la ceremonia de la tía Piper, y supongo que hoy no hay lugar para personas amargadas, ¿Verdad Olivia?

-Querida, ¿puedes presionar por favor a tu padre? Él es quien entregará a la novia y tan siquiera se ha duchado.

Oh brazalete, ¿Sky has visto mi brazalete dorado?

Niego.

-Oh demonios. ¡Sarah, Sarah! ¿Has visto mi brazalete? -Mamá se levanta del tocador armando un mini drama.

Niego en repetidas ocasiones por lo descuidada que es esta mujer y salgo en busca de mi padre.

-Sky Sky.

Llevo mi vista hacia la primera planta desde arriba en las escaleras. -¿Si nana? -Pregunto al ver a Dora también estresada, ¡oh vaya! Y eso que solo tienen que trabajar en verse lindas.

-Alejo llegó cariño.

-Oh, gracias.

Termino de bajar las escaleras lo más rápido que puedo, pero con unos tacones más grandes que mi cara es prácticamente imposible.

-¡Hey! -Exclamo al ver a Alejo sentado en uno de los sofás de mi sala.

Lleva puesto un muy elegante traje en color negro con playera blanca y con corbata verde menta, su perfume huele hasta donde estoy y está excesivamente bien peinado.

-Deberías arreglarte un poco más seguido. -Digo acercándome a él y dándole un abrazo y un pequeño beso.

-Um, lo consideraré. -Dice guiñándome uno de sus ojos.

-¿No olvidaste que venía? -Pregunta volviéndose a sentar en la sala.

-Ya hasta se burlan de mi. -Me quejo fingiendo estar indignada.

Alejo niega riendo. -No. -Dice. -Solo es curioso que olvides muchas cosas. -Se encoge de hombros.

-Lo sé. -Suelto un suspiro. -Papá está preocupado, me llevará a hacer unos estudios mañana.

-Hace bien. -Me sonríe.

Pero estoy aquí para decirte algo muy importante.

Entrecierro un ojo y lo miro confundida. -¿Qué?

-Pero prométeme que te mantendrás calmada y que no querrás hacer nada por ahora y qué pondrás cara de sorpresa cuando Sebastián te lo diga.

Le miro aún más confundida y asiento. -Pero dime ya. -Pido.

-De hecho estoy aquí para dos cosas, primero te diré lo menos importante.

-Pero ya di algo joder.

Alejo ríe por mi insistencia y trata de ponerse serio.

-Ya tengo un lugar reservado para la mejor universidad en México.

Me quedo mirándole fijamente, ¿está jugando? ¿No jugaba cuando decía que se iría del país?

-E-s...

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