Capítulo 38.

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Sebastián Ahmed.

-Oye...

Llevo mi vista hacia atrás al escucharle, miro a ambos lados un par de segundos y al no ver a nadie continuo caminando.

-¡Sebastián!

Vuelvo a voltear y me encuentro con Raquel. Ella se acerca a mi y yo guardo mis manos en los bolsillos de mi jean.

-¿No me escuchabas? -Pregunta sonriente.

-Um, no.

-¿Podemos hablar?

-Dime.

-¿Aquí en los pasillos?

-Tengo la clase con el profesor Brown en 8 minutos. -Digo mirando mi reloj.

-Esta bien. -Dice. -De todas maneras es breve.

-Dime pues.

Raquel suelta un suspiro y me mira fijamente. -Sebas estoy enamorada de ti.

Un momento, paren todo por favor.

¿Se supone que como debo reaccionar?

Durante mucho tiempo estuve obligando a mi corazón a olvidarla, estuve acostándome con cuanta tía se atravesaba en mi camino, para dejar de pensarle tan siquiera unos instantes, ¿por qué ella piensa que puede llegar y cambiarlo todo?

En sus ojos veo sinceridad, pero es tarde ya, no retrocederé, quiero olvidarla, estoy apunto de lograrlo, no pararé hasta conseguirlo.

Mi vista recae hasta su abultado vientre, ¿cómo pude haber estado con ella el día de la fiesta de Rosie? No he dejado de reclamármelo, ella ya estaba embarazada.

Finn pasa por nuestro lado sin prestarnos siquiera la menor importancia, aunque he decidido que Raquel ha dejado de importarme si estuviese en su situación no me apartaría ni un solo momento de ella.

-Raquel yo...

Ella se me queda viendo sin dejar de sonreír, parece estar ansiosa y hasta emocionada. -Dime.

Trago duro para finalmente hablar. -Raquel tú ya no me interesas. -Digo al fin.

La sorpresa en su rostro es evidente, ella que quería, ¿qué me volviera a lanzar a sus brazos?

Se lo agradezco pero no, ya no.

Pasan unos interminables segundos para que frente a mi aparezca el profesor Brown, nos da una alegre sonrisa y me indica con su mano que ya debo entrar al aula.

Estoy a punto de perderme cruzando la puerta cuando volteo a verla por última vez, está llorando, y esta vez si es mi culpa.

Decido dejarlo de lado, a veces me toca ser un perro también.

Entro al salón y visualizo a Sky sentada con los brazos cruzados sobre la banca, me da una pequeña sonrisa y se la respondo de igual manera, camino en silencio hasta llegar a mi lugar.

-¡Buenos días muchachos! -Exclama el profesor tomando su lugar detrás del escritorio. -¡¿Cómo están?!

-Como se nota que anoche le dio a su novia. -Susurra un compañero de la parte de atrás causando la risa de todos.

-En efecto. -Guiña uno de sus ojos sin dejar de sonreír. -Bueno chicos para...

Oh, -Dice. -Para concluir el tema de mi novia, estaos todos invitados a mi boda, será el próximo 30 de Marzo, tendrán invitaciones de todas maneras. -Finaliza.

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