Capítulo 16.

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Visualizo a Sky y me acerco a ella, parece estar muy ocupada pero no me importa.

La abrazo por la espalda cuando estoy lo suficientemente cerca de ella y la siento estremecerse en mis brazos. -Mía. -Susurro en su oído.

Veo como en su rostro su sonrisa hacerse más amplia sin apartar la vista de donde parece estar encantada.

Su mirada está perdida con un grupo de pequeños de unos 2 años de edad, todos son nuestros parientes lejanos, pero ya es un poco tarde no entiendo porque siguen aquí.

-¿Quiénes son? -Me pregunta.

-Familiares lejanos.

-Son lindos. -Dice volteándome a ver.

-Si, ¿te hago uno?

Veo sus mejillas teñirse de rojo por mis palabras, ella me sonríe aún más y niega mientras se acurruca en mi pecho.

Acaricio su cabello con una de mis manos y la siento estremecerse aún más. -¿No me respondes mía? -Insisto.

Ella sonríe volteándome a ver. -¿Sigues con eso?

-Si, eres mía.

Comienzo a acercar mis labios a los suyos para besarla, estamos casi rozando nuestros labios cuando la somos interrumpidos por la voz de mi madre.

-Oh Finn, ¿ya hablaste con Barbara? Me la topé y estaba sollozando, ¿por qué?

Oh genial.

Cierro los ojos al escucharle he inmediatamente volteo a ver a Sky, ella me ve desconcertada y comienza a apartarse de mi, no por favor.

Mi madre me ve sin ninguna nueva expresión, ¿qué no se puede dar cuenta de que ella es realmente importante para mi?

-Deberías buscarla. -Concluye antes de marcharse.

Me quedo como un estúpido viendo como Sky se aleja de mi y comienza a marcharse.
Las piernas tardan unos segundos en responderme y cuando lo hacen corro detrás de ella para alcanzarla. -¡Mía por favor! -Grito cuando la veo bajar las escaleras para marcharse.

Corro aún más de prisa y cuando llego hasta ella la tomo de la mano para detenerla. -Por favor. -Pido.

-So-solo debo irme.

-¡No! Mía, escucha.

Hablé con Barbara en la cocina porque tenía cosas que aclarar con ella.

-No me importa. -Dice entre cortado.

-A mi si me importa aclarártelo.

-No tienes que hacerlo... -La interrumpo poniendo uno de mis dedos sobre sus labios.

-Pero quiero hacerlo.

Solo hablé con ella para dejarle claro que no quiero nada con ella.

-¿Te-tenías algo con ella?

-Sexo de vez en cuando. -Me encojo de hombros seguido de abofetearme mentalmente por mi sinceridad.
Ahora veo un poco de decepción en su rostro y eso me sentir culpable de alguna manera.

Escucha. -Le digo.

No sé lo que está pasando conmigo, siendo sincero nunca lo he sabido, solo sé que hago lo que en su momento quiero hacer, este o no en lo correcto.

Y justo ahora me estoy muriendo por besarte.

Me acerco hasta ella y la tomo por la cintura para atraerla a mi, estoy apunto de besarla cuando por segunda vez soy interrumpido, esta vez por ella.

Eres Mía. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora