Capítulo 24.

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Sebastián Ahmed.

Para la mayoría de personas mi tío Scott y yo somos personas sumamente afortunadas.

Y puede que de cierta manera lo sea, nuestra familia es dueña de cadenas de construcciones, de hoteles y de restaurantes.
Nuestra casa es hermosa y muy grande, tenemos todo lo que cualquier adolescente puede desear.
Y para las chicas somos atractivos es fácil conseguir una nueva y buena tía diferente cada fin de semana.

¿Si es fácil, por qué me cuesta tanto trabajo?

Levanto la vista de mi vaso plástico, me encuentro en la fiesta de cumpleaños número 18 de una de mis mejores amigas, al ver esto me hace desear que pronto llegue la fiesta de cumpleaños de Scott y yo, ¡haremos algo grande! He estado pensando como en una fiesta de disfraces, algo tipo halloween.

Rosie es una de mis mejore amigas, la mejor después de Skyler, adoro a Sky porque nunca nos deja morir solos en las fiestas después pasarnos un poquito con el alcohol.

Ellas han estado saliendo con un par de chicos, Rosie con un compañero de la universidad de Ilse, una ex novia de Scott (la única ha tenido) también es compañero del hermano mayor de Sky, Diego.
Y Sky ha comenzado a salir con un demonio, Finn es su nombre.
Nunca le he comentado lo estúpida que creo que está siendo Sky al salir con él, pero no la dejaré sola, no dejaré que Finn la lastime.

Ellos están bailando y lucen tan felices, tan complementados. Me hacen desear tener a alguien a mi lado, a alguien enserio, alguien con quien después de tener relaciones nos quedemos recostados uno en el otro, besándonos y acariciandonos mutuamente.

Me siento tan solo estando en un lugar lleno de personas.

Siento mi celular vibrar en un mensaje y lo tomo con el más mínimo interés.

Mi estúpido corazón comienza a latir en mi pecho y maldigo una y otra vez por eso.

Raquel. Esperaba verte hoy en el club.

Apago el teléfono sin siquiera responder para volver a guardarlo en el bolsillo de mi jean.

No es bueno estar con la única persona que te provoca hormigas en el estómago, es muerte interna segura.

Tratando de olvidar su estúpido mensaje y preguntándome porque no la he bloqueado llego hasta la multitud bailando.

Pero nadie si quiera nota mi presencia, todos están tan metidos con sus amigos, con sus parejas, con una tío o una tía que conocieron esta noche, ¡¿Por qué mierda me siento tan fuera de lugar?!

Busco con mi mirada a Scott, lo visualizo con 2 tías en su regazo y me acerco trotando a él.

-Scott. -Le llamo. -¡Scott! ¡Pedazo de mierda!

-Hm ¿qué? -Pregunta separando sus labios de una de las chicas.

-Tengo algo que hacer, vuelvo más tarde.

Scott ve a ambas tías y luego a mi. -¿Quieres una?

Volteo los ojos. -Ahora no.

-Tú te lo pierdes compañero.

Asiento y Scott vuelve a lo suyo.

-¡Oh, Sebastián! -Me grita. -Ponte condón no quiero que te deshereden.

Regreso a mi camino sin responderle y no paro de caminar hasta que salgo de casa de Rosie y llego a mi auto.

La música acá afuera apenas y se escucha, tomo mi móvil y me encuentro con un nuevo mensaje.

Eres Mía. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora