Skyler Hopper.
Salgo de la habitación de mi abuela encontrándome con Sebastián, no es raro que él esté aquí, ha estado frecuentando a mi abuela desde que dejó de lado su alocada vida de mujeriego rebelde, quizá ella tiene que ver con esto.
-¿Y mali? -Me pregunta.
-Recién se queda dormida lo siento. -Digo terminando de cerrar la puerta.
-Um, no importa, me quedaré a espérala. Vengo a invitarla a mi fiesta de cumpleaños.
-¿Estás jugando? Es hasta dentro de una semana, además será una fiesta de disfraces, no creo que mi abuela quiera ir.
-Bueno no pierdo nada con invitarla.
-A veces creo que te has enamorado de mi abuela. -Río.
-Mali es una mujer encantadora, pero la veo más como mi abuela, aunque gracias.
Sonrío negando y comienzo a caminar hacia la puerta de salida. -Saldré con Finn, pero te quedas en tu casa, si necesitas algo...
-¿Tú y Finn ya están bien? -Pregunta interrumpiéndome.
-He, si, creo. -Me encojo de hombros.
Oh dignidad mía, no te vayas que siento como te estoy perdiendo.
-Yo, te dire algo. -Dice cruzándose de brazos. -Finn nunca me ha caído bien.
-Venga, eso ya lo sabía.
-Pero te juro que no me gusta decirlo. -Ríe. -Se ve que realmente te quiere.
-Y yo realmente lo quiero a él. -Digo con una mueca al recordarlo, si, realmente vale la pena intentarlo otra vez.
-Eso es incluso más obvio. -Vuelve a reír.
-
Sebastián Ahmed.
Veo marcharse a Sky y regreso casi corriendo a la habitación de la abuela.
-¿Ya se fue Sky? -Pregunta.
-Si ya se fue.
-Hijo escucha, no estoy segura de que esto sea una buena idea.
-Mali, ¿es enserio? ¿Te vas a quedar con la duda de que ha sido todos estos años de la vida del hombre que amas?
La abuela se queda callada mirando el suelo.
-Es que no sé qué decirle. -Admite.
-¿Qué tal que cuando tenían 17 y le dijiste creer estar embarazada en efecto lo estabas?
Ella se queda callada al escucharme. -¡Oh vamos! Ayer estabas muy animada, ¿que pasó?
Ella voltea a verme con lágrimas en sus ojos. -El tiempo pasó, eso.
Dios ni siquiera puedo imaginar lo que debe estar sintiendo.
-Mali está bien si no quieres ir, tampoco voy a obligarte, claro que no.
La abuela se pone de pie negando. -Pero es que si no es ahora, no lo será nunca.
Sonrío y abro la puerta para que pueda salir. -Vamos, esta es nuestra abuela.
-
-¿Estás segura que es aquí mariquita? -Pregunto apagado el motor del auto.
-Si estoy segura, no he perdido la memoria todavía. -Se encoge de hombros y yo sonrío por su humor.
-Vayamos pues. -Digo abriendo la puerta del auto.
La casa es pequeña, luce pequeña y descuidada, nos acercamos a una pequeña puerta de barrotes y un pequeño niño que jugaba con un viejo balón se acercó a nosotros.
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Eres Mía.
Novela JuvenilIncluso yo podría olvidarme de todos, pero no de ti. ¿Que cuál es la maldita necesidad de conservar dentro de tu ser a una persona que no se lo merece? El maldito sentimiento del amor. Lo sé, estoy jodida. Warning. Este libro lleva la toxicidad a...