Eres Mía.

Capítulo 27.

Finn Kester.

-¿Y entones tienes novia?

Sonrío ampliamente al recordarla, bueno de hecho nunca sale de mi cabeza.

-Si. -Respondo antes de poner un nuevo bocado en mi boca.

-¿Y cómo se llama hijo?

-Skyler.

Sky, mi Sky.

Hace dos días que tuve que venir a Washington con mi padre, él me invitó a pasar Navidad con él y con su nueva familia.
No estaba seguro si debía venir, pero Sky terminó por convencerme, ella dijo que no debía guardar rencor a nadie y menos si se trataba de mi familia.

-Debiste haberla traído contigo.

Mi mirada se posa sobre la nueva esposa de mi padre. ¿Podía venir conmigo? ¿Por qué no me dijeron?

-Oh quizá tú novia querría pasarla con su familia. -Dice mi padre. -Igual pueden venir cuando quieran.

Asiento en respuesta y continuamos con la cena.

La primera vez que ceno con personas que no están perdidos en sus móviles o que simplemente me están ignorando.

La familia de mi padre parece ser muy agradable, su esposa me ha preguntado cinco veces si quiero algo de comer en especial, además de que ella tiene dos hijos, uno es mi medio hermano, se llama Francisco y tiene 3 años, lo había frecuentado con anterioridad y me sorprende la manera en que es tan educado y amable.
Y Matteo, es hijo de la esposa de mi padre, él tiene 20 años y vive aquí con ellos, apenas y he cruzado palabra con él.

-Me interesa saber más de la chica que está con mi hijo. -Dice mi padre mirándome con curiosidad.

-Pues...

-¿Tienes una fotografía de ella?

Mi galería está llena de fotos de mi novia.

Asiento en respuesta y tomo mi celular para mostrarles mi fondo de pantalla.

-Es bonita. -Dice mi padre viendo de reojo mi celular.

-Es mucho más que eso.

Terminamos la cena hablando de cualquier tema de conversación, siendo sincero hacia mucho que no me sentía como en familia.

Escucho mi celular vibrar en un nuevo mensaje y lo tomo para ver de quien se trata, es Sky, me envía un pequeño video de la plaza, ella me comentó que iría con el profesor Brown, su tía y su hermano.
Quisiera estar allá, o que ella estuviera aquí, o donde sea, pero que estuviéramos juntos.

Tomo mi móvil y busco su nombre entre mis contactos, presiono llamar y pasan un par de segundos para que ella me responda. -Hola mía. -Le digo.

-¡Ocho!

Puedo escuchar la enorme fiesta que está del otro lado, los gritos y el conteo suenan increíbles. -¡¿Amor?! -Vuelvo a llamarle.

-¡Mi amor!

-¡Siete!

-¡¿Cariño cómo estás?!

-¡Cinco!

-¡Feliz Navidad mía, te amo!

-¡Tres!

¡Dos!

-¡Te amo más mi amor! -Grita. -¡Vuelve ya, te extraño!

-¡¡Feliz Navidad!! -Los gritos del lugar se escuchan como si estuviese siendo parte de ellos, felicitaciones, aplausos y risas, incluso puedo escuchar con claridad la risa de mi Skyler.