Blindly »joerick

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Maratón 3/4 xd

Mis dedos se enredaron entre su cabello mientras el se aferraba a mi cuerpo con fuerza.
Una de sus manos me aferró firmemente por la cintura mientras la otra se colocaba en mi nuca, mientras nuestro beso tomaba un ritmo casi frenético.
Era como si todo mi cuerpo me pidiera que lo absorbiera. Como si, de un momento a otro, fuese a desaparecer.

Cerré en un puño mi mano, mientras tiraba suavemente de su cabello en un intento desesperado por hacerle sentir todo lo que yo estaba sintiendo en ese momento, y cuando creí que lo estaba consiguiendo; se aparto bruscamente de mi.

Mi respiración era pesada. Mi pecho subía y bajaba rápidamente, los labios me ardían por el fuerte contacto que acaba de tener, Joel tiraba de su cabello. Su respiración era casi tan rápida como la mía. Lo mire con expresión confundido unos instantes sin saber que decir exactamente.

-Esto esta mal-dijo con voz ronca.

Me quede helado al escuchar sus palabras. ¿Se arrepentía por haberme besado?, ¿Creia que era un error?, ¿Me había besado sin pensarlo, sin quererlo?

-¿Q-Qué?-tartamudeé sin por creer lo que mis oídos escuchaban.

Joel comenzó a mover la cabeza mientras decía.

-No esta bien. No debí,...Yo no...

Entonces, el peso de la verdad cayó sobre mi como balde de agua helada.

-¿Te arrepientes de haberme besado? -pregunte incrédulo.

Mi cuerpo comenzó a temblar descontroladamente. Mi pecho ardía con una sensación que no conocía del todo. Una sensación de ardor, dolor y estrujamiento en el corazón, que dudo mucho que pudiera irse con facilidad. Esto de verdad e estaba doliendo.

-S-Si-tartamudeo Joel.

¿Como podía arrepentirse de algo así?, ¿Como podía decir que estaba "mal" algo que se sentía tan bien para mi?, pero claro, para el había sido solo un beso mas. Un beso erróneo con un chico por el que no sentía ni el mas mínimo atisbo de atracción. Para Joel Pimentel ni existía el amor sin atracción física y me lo había dejado en claro esa misma tarde. ¿Como había sido tan estúpido?, ¿Como había creído que, quizás, el sentiría algo por mi si ni siquiera yo mismo sabia lo que sentía por él?
Todo era tan confuso, tan extraño, tan dolorosamente bueno y horriblemente malo.

Me trague el nudo quien sentía en mi garganta intentando sobreponer mi orgullo y mi dignidad. No iba a demostrarle lo mucho que me habían golpeado sus palabras.

—E-Esta bien—dije maldiciendo que mi voz sonara tan entrecortada y vulnerable.

Joel dio un paso hacia mi, pero yo retrocedí.

—¡No!—alce la voz.

El se congeló al instanto y entorno los ojos. Su mirada estaba fija en la nada pero podía notar una expresión cargada de remordimiento en sus ojos. No podía soportar verlo de aquella manera y comencé a hablar.

—Todo esta en orden—trague saliva ruidosamente.—Se que no debió pasar. Lo lamento mucho. Hagamos como que esto no paso. Disculpame por todo lo que sucedió hoy.

—Erick...—susurro en voz baja y dolida.

—Dejalo así Joel,...por favor—suplique con un hilo de voz.

El paso sus manos por su cara, en un gesto desesperado.

—¡Maldita sea, Erick!, ¿No lo entiendes?, ¡Mereces algo mejor que estar con un maldito ciego!, ¡Ni siquiera puedo mirarte a los ojos, y decirte lo hermoso que creo que te ves!—me espetó furioso.

Abrí la boca para decir algo, pero era incapaz de hablar.

—Esto no debió suceder nunca—susurro con voz ronca.

—¿J-Joel?—dije confundido.
Por un momento no supe que decir, como actuar, ¿Que estaba intentando decir?, en un segundo parecía arrepentido por besarme, y al otro parecía estar diciéndome que sentía algo similar a lo que yo sentía cuando estaba con el.

—Solo olvida lo que sucedió Erick. No quiero joder mas esto.—dijo algo cansado.

—Joel, tu...—trague saliva nervioso. Necesitaba saber si había sentido algo con nuestro beso.—¿S-Sentiste algo con...?

—No sentí nada.—me interrumpió con voz ronca. Había crueldad impresa en el tono de su voz.—Nunca he sentido nada por ti, y nunca  voy a sentirlo.

En ese momento, pude sentir como el corazón se me desgarraba por dentro.
Ni siquiera yo mismo sabia que sentía por el, pero estaba doliendo. Doliendo como nunca me había dolido nada. Me di la vuelta, incapaz de mirar un segundo más al chico que me había herido de aquella forma tan brutal que me cortaba la respiración.
Saque mi teléfono de mi bolsillo con dedos trémulos y le marque a Yoandri.

—¡Erick!, ¿Donde estas?—hablo Yoandri del otro lado del teléfono. Sonaba aliviado.

—Quiero ir a casa. ¿Crees que puedas llevarme?—dije con voz entrecortada.

—Ckaro, pero, ¿Donde estas? —sonaba confundido.

Me aclare la garganta intentado disminuir mis ganas de echarme a llorar.

—A una cuadra del café.

—Voy para allá, esperame por favor.

—Gracias.—dije antes de colgar.

—¿Te vas?—dijo la voz ronca de Joel a mis espaldas.

No fui capaz de volverme a verlo.
Estaba tan avergonzado.
Me sentía humillado.

—S-Si— tartamudeé.

El silencio nos invadió por completo y entonces, escuche la voz de Joel al teléfono.

—¿Puedew venir ahora?...No...,no, no paso nada...si,...no, el se ira con su amigo...Esta bien...Adiós.

Cerré los ojos confiera intentando reprimir las repentinas ganas que tenia de decirle que me iría con él, o que esperaría a que su madre llegará, pero no lo hice.
El viejo automóvil de Yoandri se detuvo frente a mi y subí a el casi a trompicones.

—¿Estas bien?—pregunto Yoyo, mirándome con angustia.

No pude hablar. Me limite a asentir rápidamente.

—Buenas noches, Erick.—escuche la voz de Joel.

Apreté los ojos con fuerza, antes de volverme con Yoandri y sisear.—Por favor. Vámonos.

Yoandri no dijo mas, y arranco el auto directamente rumbo a mi casa.

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