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—¿Q-Qué?—tartamudee en un hilo de voz.
Yoandri se sentó a mi lado y me miró alerta.—¿Qué esta pasando?
Yo alce una mano para hacerlo callar y que me dejara escuchar a Patricia. Un horrible sollozo me hizo estremecer. Patricia estaba llorando. Sentí mi pecho pincharse con una horrible sensación.
—Tuvieron un accidente automovilístico—dijo con la voz ahogada por las lágrimas.
—¡Qué!, ¿Como esta Joel?, ¿E Ivan?, ¡¿Que pasó?!—dije en un aliento.
La desesperación fue en creciente y me obligue a levantarme y buscar mi ropa a tientas en la oscuridad. La luz me encandiló por completo y me volví hacia el interruptor para encontrar a un nervioso Yoandri buscando su ropa.
—No lo se. No sabemos nada, trasladaran a Joel y a Ivan al Wang's Hospital en helicóptero—dijo Patricia entre sollozos.
Mi corazón se estrujó una vez mas y las lágrimas picaron en mis ojos.
No llores. No llores, Erick. No te atrevas a llorar. Me regañe mentalmente mientras decía.—Yoandri y yo vamos para allá.
Colgué el teléfono y mire a Yoandri. Estaba pálido. Sabía que algo iba mal, pero yo no tenia el valor para decirle.
Suspire pesadamente, luchando contra el nudo de mi garganta y las lágrimas de mis ojos.—Tuvieron un accidente—dije con un hilo de voz.
—¡Oh, dios mío!
Pude llenar sus ojos llenarse de lágrimas y me giré. Esto era demasiado. Necesitaba calmarle, nos sabíamos como estaban y no me iba a encargar de agrandar el pánico en Yoandri, y tampoco iba a alimentar mi paranoia.
Nos vestimos rápidamente y salimos no sin antes avisar a su madre y a la mía lo sucedido.Yoandri condujo a toda velocidad y lo obligue a bajar la marcha. No necesitábamos accidentarnos también nosotros. A regañadientes, bajo la velocidad. Cuando llegamos al hospital, corrimos por la salida de emergencias en busca de Patricia o Lissa, incluso, buscamos a los padres de Ivan.
—¡Lissa!—grite al verla.
Ella corrió por el pasillo y se aferró a mi en un abrazo muy fuerte que casi me quito el aliento. Se veía muy cansada, aterrada, nerviosa, y tenía los ojos rojos por haber llorado. Caminamos hasta donde Patricia, y los padres de Ivan se encontraban. Los tres no podían quitar la expresión aterrada del rostro y el corazón se me estrujó aún mas.
—¿Que saben de ellos?—preguntó Yoandri con la voz enronquecida por el nudo en su garganta.
Patricia negó con la cabeza diciendo. —No sabemos nada.
Me lleve ambas manos a la cabeza y me repetí No llores, Erick. No llores, Joel esta bien, no llores.
El nombre de Patricia y la mamá de Ivan fue voceado y todos nos precipitamos a la recepción del hospital en busca de información.
Un medico de edad media se acercó al tumulto de personas que nos arremolinamos delante de el. Patricia no paraba de hacer preguntas y el doctor tuvo que alzar las manos para hacerlas callar.—Mantengan la compostura. Comprendo la angustia que deben estar pasando, pero necesito que mantengan ka calma. Ivan Lam y Joel Pimentel acaban de llegar, necesito que firmen las formas para intervenirlos inmediatamente. El joven Lam tiene una costilla rota y un pulmón perforado. En unos minutos entrará al quirófano. En cuanto al joven Pimentel, esta mas delicado, sufrió una contusión cerebral, tiene rotas varias costillas, tiene fracturada la muñeca izquierda y necesitamos hacerle una valoración interna debido al vomito de sangre que tuvo antes de desmayarse. También entrara al quirófano en unos minutos. Haremos nuestro mejor esfuerzo para mantenerlos vivos.—dijo el médico.
Las lágrimas me llenaron los ojos y esta vez no pude detenerlas. Mi respiración era agitada, el aire no entraba a mis pulmones, las lágrimas calientes rodaban por mis mejillas, todo mi cuerpo temblaba, mi corazón golpeaba fuertemente contra mis costillas, me dolía el pecho, no podía respirar y comencé a jadear por la falta de aire en mis pulmones. Tome mi inhalador y le di una calada pero no funcionó. Parecía que los pulmones de me habían cerrado por completo. Di otra calda y no sucedió nada. Comencé a ver puntos negros y el mareo de mi cuerpo fue tanto que me fui de boca escuchando las expresiones de horror y angustia de todos, pero lo único en lo que yo podía pensar era en Joel.
~
Una luz blanca me dio de golpe en la cara. Cerré los ojos encandilado y los volví a abrir lentamente, intentando acostumbrarme a la luz. Pude distinguir un enorme techo blanco y cuando mi mirada viajó por la habitación, pude ver las blancas paredes. Un molesto ruido me invadió los oídos e intente levantarme.
Un dolor punzante en mi mano izquierda me lleno por completo y cuando quise jadear de dolor sentí el tubo incrustado en mi garganta.
¿Que demonios? Pensé. Mire mi mano y pude ver un catéter enterrado en una de las venas de mi muñeca. Los recuerdos me golpearon fuertemente y la angustia me invadió por completo. Me lleve la mano a la boca y jale el enorme tubo que tenia adentro. Una arcada me alcanzó, y me encontré a punto de vomitar. El tubo estaba casi incrustado hasta mi traquea pero lo saque tosiendo.
El vomito me alcanzo y me precipité para tomar el bote de basura junto a la camilla en la que estaba recostado, ignorando por completo el horrible dolor en mi mano. Tras varias arcadas después del vomito, deje el bote, temblando. Mire mi mano y pude ver un alarmante rasguño, hecho por la aguja que acaban de arrancarme.
—¡Erick!, ¡Por Jesús!, ¡¿Que estas haciendo?!—la voz de Patricia me hizo mirar hacia la puerta
Mas consciente, mire a mi alrededor, estaba en una habitación de hospital, vestido en una delgada bata blanca
—¿Que me paso?—dije sintiendo el dolor en mi garganta. El tubo me había lastimado.
—Anoche tuviste un ataque de asma, y un ataque de pánico al mismo tiempo. Fue una crisis severa. Tu madre fue a la cafetería, no deberá tardar en volver.
—¿A-Anoche?—ignore el dolor en mi garganta. Había pasado toda la noche dormido, sin saber de Joel.—, ¿Como esta Joel?, ¿Que ha pasado?
Patricia suspiro pesadamente e hizo una mueca de dolor. Mi corazón dio un vuelco.—Salio bien de la operación, sin embargo, esta muy grave, estable, pero grave. No ha despertado.
Mi corazón se encogió dentro de mi pecho y las lágrimas me alcanzaron nuevamente. Comencé a rezar. A rezar como nunca lo había hecho. Joel tenia que estar bien, no podía dejar de pedirle al cielo que Joel despertará, que todo mejorará, que no hubieran complicaciones, que abriera los ojos y me besará una maldita vez mas; que me besara hasta el cansancio y me hiciera el amor.
¡Dios!, ¡Queria que mi primera vez fuera con el!, Joel tenia que despertar. Teníamos mucho que vivir, teníamos mucho que aprender juntos, tenía que hacerme el amor, tenía que besarlo, tenia que decirle cuando lo amaba, tenía que ser el padre de mis hijos, mi esposo..., Joel Pimentel tenia que vivir tantas cosas a mi lado.
En ese momento, lo descubrí. En ese momento, lo supe. No habría nadie en mi vida como el.
Joel Pimentel era el amor de mi vida; y lo había descubierto cuando estaba al borde de la muerte.

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Blindly »joerick
Fiksi Penggemar❝ Mereces algo mejor que un maldito ciego.❞ • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Historia original de Sam Leon.