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Mi cuerpo se sentía débil. Mis piernas temblaban. Mi cabeza cayo sobre el hombro de Joel mientras intentaba recuperar el control de mi cuerpo.
Joel deslizo su dedo fuera de mi y mis piernas colgaron sobre las suyas con pesadez. Me sorprendió verlo llevarse los dedos a su boca y probar los fluidos de mi cuerpo.
—Mmm...—tarareo en aprobación—, algún día te probaré correctamente.
Me estremecí con el tono de su voz y sentí el rubor extenderse por mis mejillas.
—Tan hermoso... —murmuró mientras depositaba pequeños besos en mi hombro.
Ladeé mi cabeza al sentir sus beso, no eran fieros como los anteriores, eran tiernos, cariñosos, dulces...
Con las manos temblorosas, me gire y acomodé mi traje de baño, mientras Joe depositaba pequeños y suaves besos sobre mi espalda. Me estremecí por completo al sentir sus cálidas caricias y me levanté de sus piernas sintiéndome débil.
—¿Te encuentras bien?—preguntó con voz ronca—, estas muy callado.
Sin decir una palabra, enrede mis brazos en su cintura y presioné mi mejilla contra su pecho firme.
El ahuecó una mano en mi cabello mientras me abrazaba con la otra.
El contacto cálido, tierno, dulce me sobrecogió. No podía creer como todo había cambiado de ser tan intenso, a algo tan dulce como un abrazo sobreprotector.—Te quiero tanto, amor...—susurré contra su pecho.
—Te quiero aun mas, cielo—murmuró antes de besar la parte mas alta de mi cabeza.
La puerta del baño se abrió.
—¡Mierda!, ¡Lo siento!—la voz de un chico me hizo levantar la vista.
Una pareja acababa de entrar al pequeño baño, seguramente pensando hacer lo que nosotros y me ruborice escondiendo la cara en el pecho de Joel de la vergüenza.
El comenzó a reír suavemente y sentí su pecho vibrar con la risa y le solté un pequeño golpe en el costado.—Nosotros ya nos íbamos—dijo Joe reprimiendo una risita tonta.
Yo no pude evitar reír también. Sin levantar la vista, Joel y yo salimos del baño. El reía como jamas lo había visto reír y mi corazón latió rápidamente contra mi pecho. El sonido fuerte, ronco, estridente y divertido de su risa se incrustó con fuerza contra mi pecho y comencé a reír también, prometiéndome a mi mismo que iba a hacerlo reír de aquella forma mas seguido.
—No encuentro esto para nada gracioso—me quejé en tono de broma.
El me rodeo con un brazo mientras caminábamos y rió. —Es lo mas gracioso que me ha pasado en mucho tiempo, pipo.
Alce las cejas sorprendido y sacudí la cabeza diciendo—Bobo.
—No soy cualquier bobo—canturreo, como si fuera un pequeño niño.
—¿Ah, no?—dije burlón.
—No. Soy tu bobo—presiono sus labios contra mi mejilla y reí.
—¡Mío!, ¡Solo mío!—dije en tono posesivo.
—¡Tuyo y de nadie mas!—dijo el y con una hermosa sonrisa en el rostro.
Sus hoyuelos eran profundos.El resto del día fue increíble; comimos delicioso, jugamos en la piscina, bailamos, cantamos, tomamos el sol, reímos, nos besamos como jamas lo habíamos hecho..., Joel me hacia tan feliz, me sentía vivo con solo estar a su lado.
Cuando la noche comenzó a caer y recogimos todo el desastre que habíamos hecho antes de partir a casa. Ivan condujo despacio por todo el camino mientras yo ponía música. Yoandri dormía en el asiento delantero, Joel jugueteaba con mis dedos besando mis mejillas.
—¿Te quedaras en casa de Yoandri?—preguntó Joel cuando entramos a la ciudad.
Lo mire y bese su frente antes de decir—Si, quizás mañana podríamos hacer algo juntos.
Joel pareció pensar algo y murmuró—¿Y si te quedas en mi casa?
—¿Q-Qué?—tartamudeé.
Las imágenes de nosotros dos haciendo lo que estábamos haciendo en el baño del parque acuático volvieron a mi y sentí el calor recorrerme. Una cosa había sido permitirle a Joel llegar a donde llegó y otra muy diferente era dar aquel paso que tanto miedo me daba.
—Mi mamá no esta. Tuvo una conferencia en Chicago y no vuelve hasta el lunes. Lissa irá con sus amigas a un bar y llegará tarde. —susurró.
Me tense ante la idea de pasar la noche juntos el y yo.—No se si sea la mejor idea—susurre temeroso.
Una sonrisa tímida se deslizo por los labios de Joel—Prometo que no voy a tocarte. Quiero hacerte de cenar, escuchar una película, charlar y abrazarte al dormir.
Mordí mi labio inferior ante la tentación de sus promesas. Confiaba en Joe mas que en cualquier persona en este mundo y sabia que el no me tocaría si lo prometía.
—Esta bien.
Una sonrisa triunfal surco sus labios mientras yo comenzaba a ruborizarme. Ivan nos dejó en casa de Joel y le pedí a Yoandri que me llamara en cuanto llegara para hacer llamada en conferencia con mi madre y que no sospechara nada. Entramos a la casa a oscuras y Joel cerró la puerta detrás de mi encendiendo la luz de la sala.
Paso a mi lado balanceando su bastón blanco y encendió la luz de la cocina.—¿Enciendes las luces para mi?, eso es muy dulce—sonreí.
Joel rió lentamente mientras abría el refrigerador y olisqueaba una cazuela con costillas adobadas. La quite de sus manos y la puse sobre la estufa.
—¡No te atrevas a encender esa estufa, Erick Colón!—dijo alzando una mano dramáticamente.—, ¡Yo cocinaré para ti!
Solté una risita boba —Quizas lo haga, Pimentel. No podrás evitar que yo caliente mi propia comida.
—¡Sobre mi cadáver!, ¿Me oyes?, ¡Sobre mi jodido cadáver!, ¡Este hombre esta dispuesto a evitar que muevas un solo dedo en su presencia!
Cerré la distancia que nos separaba y murmuré—Y este hombre esta dispuesto a hacerte feliz siempre.
Su sonrisa se volvió tierna, cálida, cariñosa, dulce. —Te adoro, mi amor—susurró.
Su aliento rozaba mis labios y sonreí—Besame—pedi.
Sus labios atraparon los mios en un beso tierno, cariñoso, lento. Cuando sus labios se separaron de los míos se volvió bruscamente al refrigerador y olisqueo otra cazuela que contenía pasta. La quite de sus manos y me quejé—Esto no es hacerme de cenar. Solo recalentaras todo.
Una sonrisa socarrona sueco el rostro de Joel y dijo encogiéndose de hombros—Es lo mejor que puedo hacer.
—Bobo—murmuré.
—Tu bobo—me corrigió.
Encendí la estufa y coloqué las costillas a calentar y la pasta. Joel enredo sus brazos en mi cintura, abrazándome por la espalda, mientras besaba mi mejilla.
—Definitivamente puedo imaginarme así dentro de muchos años—murmuró contra mi oído.
—¿Conmigo?—pregunté temeroso.
¡Dios!, ¡Quería que fuera conmigo!
—¿Con quien mas podría? —bufo—, solo contigo puedo verme de esta forma en varios años.
Sonreí ante la idea. Estar con Joel durante una vida seria maravilloso.
termino de subir el maratón completo, but vayan a seguir cuenta de ig xx.tttop y day6.dopil

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Blindly »joerick
Fanfiction❝ Mereces algo mejor que un maldito ciego.❞ • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Historia original de Sam Leon.