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2/4:)

Mis pies tocaron el suelo cuando Joel me bajo.
Tomé una respiración profunda mientras Joel acariciaba mi cabello con ternura.

—¿Sabes que es lo que quiero hacer en este preciso momento?—susurró con voz ronca.

Yo me tense por completo. Lo quería; me hacía sentir cosas que nadie mas, me gustaba estar con el, pero no me sentía listo para estar tan íntimamente con una persona.
“Mi primera vez” tenía que ser especial. Quería que fuera especial.

—¿Q-Qué?—tartamudeé con nerviosismo.

Joel reprimió una sonrisa y acercó su rostro al mío.
Su nariz rozó la mía suavemente y deslizó su toque por mi mejilla. Su aliento hizo que mi piel hormiguera y su cabello me hizo cosquillas en la mejilla.

—Quiero dormir contigo—susurró contra mi oído.

Trague saliva intentando pensar con claridad.—¿D-Dormir?—dije con nerviosismo.
Mi corazón comenzó a latir a una velocidad increíblemente alta.

—Si, solo dormir—dijo en voz baja antes de plantar un beso en mi mandíbula.

Fruncí el ceño confundido.—¿S-Solo dormir?

Joel se alejo de mi un segundo para que pudiera mirarlo y una sonrisa tímida se extendió por su rostro. Mi corazón dio un vuelco al ver aquella sonrisa.
Era la clase de sonrisa que le quitaría el aliento a cualquiera.

—Solo dormir. Abrazarte, besarte y dormir—dijo encogiéndose de hombros.

—¿Quieres dormir aquí?—dije sonando completamente bobo.
El acababa de decir que no iba a tocarme. Solo quería dormir abrazado a mi. Era todo.

Joel rió ante mi torpeza y hablo.—Puedo pedir un taxi si no te sientes cómodo.

—¡No!—dije exaltado —, no quise decir eso.

El sonrió tiernamente mientras presionaba sus labios contra los mios suavemente. —D-Debo ponerme pijama—dijo en voz baja. Me sentía completamente estúpido, completamente cohibido porque Joel Pimentel estaba en mi habitación e iba a dormir abrazado a mi cuerpo.

Tomé de una gaveta una camisa desgastada de algodón que me quedaba holgada y un short delgado.

A pesar de saber que Joel no podría verme, abrí la puerta de mi baño para poder vestirme.
El soltó una risita ahogada mientras se quejaba.—No puedo verte, Erick.

Yo me ruboricé y cerré la puerta para que no siguiera. Era un completo tonto pero no quería pasearme en ropa interior con Joel en mi habitación.

Lavé mi cara meticulosamente, me cepillé el cabello, me lavé los dientes y me puse la pijama. Cuando salí, Joel se encontraba sentado al borde de la cama. Mi respiración se atragantó cuando lo vi solamente en un bóxer negro ajustado.
Su ropa estaba perfectamente doblada sobre mi mesita de noche y  trague saliva nerviosamente.

—Espero que no te molesté. No traigo nada para dormir y dudo mucho que tu ropa me quedé—dijo. ¿Era mi imaginación o una sonrisa maliciosa comenzó a formarse en sus labios?

—E-Esta bien—tartamudeé.

Estaba seguro que mi rostro estaba completamente rojo para ese momento. Joel se levantó mientras desatendía el pesado edredón estampado en mi cama.
Se introdujo con cuidado y se acurrucó en un lado de la cama.
Yo lo mire unos segundos antes de armarme de valor y meterme a la cama con él. Me tapé hasta el cuello y el sonrió con mi nerviosa actitud.

—¿Estas bien?—dijo reprimiendo una risita boba.

Yo me ruboricé aun más mientras susurraba—Nunca he dormido con nadie. Ni siquiera con mi madre.

Blindly »joerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora