Blindly »joerick

20

Aquella tarde invertí casi todo mi tiempo en arreglarme.
Había elegido una camisa blanca y un pantalón entubado de color negro. Acomodé mi cabello meticulosamente, y trate de cepillarlo. Me di un vistazo antes de ponerme las zapatillas negras que había comprado en una rebaja hacia un mes.
Lucia bien. Tenia mucho tiempo sin conseguir verme bien y aquella noche, estaba seguro que podría arrancarme un par de cumplidos por parte de Yoandri. El siempre lucia espectacular. Era el tipo de chico que, así usara unos vaqueros viejos y roídos, sin un toque de maquillaje, lucía jodidamente bien.

—¡Erick!, ¡Yoandri esta aquí!—grito mamá desde la planta baja.

—¡Ya voy!—respondí mientras tomaba mi chamarra de cuero y mi celular.

Bese las mejillas de mi padre al verlo sentado en la sala escuchando el televisor.

—Diviertete, corazón. No llegues muy tarde.—me dijo con una sonrisa tímida en los labios.

—Claro papá. —dije sonriendo.

Camine hacia la entrada y pude ver a mamá charlar cómodamente con Yoyo.

—¡Dios!, ¡Te ves divino Erick!—chillo mi amigo al verme.

Una sonrisa tímida surco mis labios mientras me ruborizaba.
Mi mamá me entregó la llave del candado de la entrada, no sin antes darme su bendición. Salimos por la puerta y pude ver el jeep rojo que manejaba Ivan.

—¡Diviertanse!—grito mi madre desde la puerta.

Subí al auto y pude ver a Ivan sentado del lado del conductor.

—¡H-Hola, Ivan!—tartamudeé intentando sonar tranquilo.

—Buenas noches, Erick.—dijo el amablemente mirándome a través del espejo del retrovisor.

Yoandri subió a su lado y arrancamos rumbo a casa de Joel.

Comencé a darle indicaciones a Ivan sobre cono llegar, pero el sonrió mientras decía.—He ido a casa de Joel antes, Erick.

Me ruboricé por completo. Era obvio que había estado ahí antes pero ni suqiera me había pasado por la cabeza.

Baje del auto de Ivan de un salto al llegar a casa de Joel. Toque el timbre y espere a que me abrieran la puerta.

—¡Que me jodan!, ¡Te ves hermoso Erick!—chilló Lissa después de abrirme.

—¡Ese lenguaje señorita!—la reprendió Patricia desde atrás.

Lissa rodó los ojos mientras me jalaba hacia adentro de la casa.

—¿Erick?—la voz ronca de Joel me hizo alzar la mirada.

Se encontraba de pie a solo unos pasos de mi y lucía increíblemente atractivo.
Sus ojos color marrón resaltaban con aquella camisa blanca de botones que se le ceñía al cuerpo con perfección. Llevaba unos vaqueros negros entallados y unos botines café oscuro mientras su cabello bailaba alborotado y rizado sobre su perfecto rostro, con una bandana negra alrededor de su frente. Una sonrisa bailaba por sus carnosos labios y una sombra de sus hoyuelos apareció en sus mejillas.

Joel caminó con el bastón blanco aferrado en una mano. Se puso de pie frente a mi y beso la comisura de mis labios en un disimulado beso de saludo.

—Hola.—murmuró con voz ronca.

Todo mi cuerpo reaccionó ante la suave caricia de sus labios y comencé a temblar. Mi aliento se había atascado en mi pecho y lo miré hipnotizado.—H-Hola—tartamudeé.

El rió entre dientes mientras nos despedíamos de su hermana y su madre.

Al subir al auto, la tensión se hizo palpable. 
Entrelacé mis dedos con los de Joel y el me apretó la mano cuando saludó:
—Buenas noches, Yoandri. Hola, Ivan.

—¿Que hay, hermano? —dijo Ivan igual de tenso.

—No mucho—respondio Joel con el cuerpo tenso de la angustia.

Sin decir mas, Ivan arrancó el auto.
Joel me rodeo los hombros con un brazo mientras besaba mis labios, mis mejillas y mordía mi oreja.
Cuando llegamos a la zona de clubes yo estaba sin aliento al borde del jadeo por las caricias de Joel.

Bajamos del auto y me sorprendió ver las largas e interminables filas para entrar a los clubes, pero me sorprendió aun mas ver como Joel y Lam se abrían paso entre la gente hasta la entrada principal del mas abarrotado. El hombre de la entrada les sonrió y los saludo efusivamente. Dedico un segundo mas a Joel. Era evidente que no estaba acostumbrado a verlo ahora que era ciego.

Nos dejaron entrar al instante. La musica electrónica lo llenó todo. El ambiente olía a sudor, perfume, alcohol y humo.

—No sabía que eran tan populares—le dije a Joel intentando sonar sobre la musica.

El tomó mi mano y sonrió.
—Soliamos venir mucho a estos lugares. —dijo mientras besaba el dorso de mi mano. Nos abrimos paso entre la gente. Ivan y Yoandri iban por delante de nosotros.

—¡No me lo puedo creer!, ¡Estas aquí, Joe!—la dulce voz de una chica me hizo girar.

Me encontré de gente con la figura de una hermosa chica. Era alta, casi me sacaba una cabeza, su cabello castaño y rizado caía sobre sus hombros de forma suave y perfecta, su piel blanca relejaba sus ojos, ¿grises?, quizás eran azules, con la poca luz que había no podía distinguirlos bien. Su cuerpo delgado y estilizado estaba vestido por un ceñido vestido dorado y sus facciones delicadas estaban maquilladas a la perfección. Podría haber sido una modelo si lo quisiera.

Joel de giro y hablo.—¿C-Clarisse?

La chica se le tiro en brazos apretándolo fuertemente.
Por un segundo creía que el iba a responder su abrazo tan intimo, pero ella se retiro para mirarlo.

—Estas guapísimo. —susurró ella colocando sus delgadas manos sobre las mejillas de Joel.

En ese momento me sentí tan enfermo. Era obvio que ellos dos tenían una historia. Joel estaba completamente pasmado.

Entonces, mi pecho se hundió.
Los labios pintados de rojo carmín de la chica de posaron sobre los de Joel. Lo único que yo quería hacer era correr.
Un nudo se formó en mi garganta, mis manos comenzaron a sudar, mi pecho comenzó a arder con aquella dolorosa sensación y comencé a temblar mientras mis ojos picaban con las lágrimas.
Esto era demasiado.