Blindly »joerick

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Maratón 3/4

Habían pasado ya tres semanas desde que yo había entrado a trabajar al restaurante y empezado él pequeño proyecto con Lissa.
Joel habia comenzado a cantar en un bar con la antigua banda en la que cantaba.
No había podido ir a escucharlo cantar debido a mi horario en él restaurante, pero me prometí a mi mismo que en cuanto todo él asunto de la operación terminara, iría a escucharlo.

—¿Erick?—la voz de Joel me hizo sonreir.

Había intentando darle una visita sorpresa antes de ir a trabajar en él restaurante y me habia notado por el aroma.

—¡Eso no es justo!, ¡No puedo sorprenderte ni un poco!—me quejé mientras entraba a su habitación.

—¡Nunca!, ¡Ni un poco, mi amor!—dijo mientras se sentaba en la cama con una toalla en la mano.

Su cabello lucía húmedo aunque estaba completamente vestido.
Acababa de ducharse.
Crucé la distancia que nos separaba y me senté a horcadas sobre él mientras enredaba mis brazos en su cuello.
Las manos de Joel se posaron en mis piernas y fruncio el ceño.—¿Traes pantalones cortos?—pregunto pasando sus manos por mis piernas desnudas.

—Si. Es parte del uniforme—me quejé haciendo una mueca.

Los labios de Joel dejaron una estela de besos por todo mi rostro hasta detenerse en mi boca dándome un beso de muerte. Su lengua explorando la mía mientras nuestros labios se movían lentamente.

—No me gusta la idea de que estes paseándote en pantalones cortos por ahí—dijo contra mis labios.

Una risa boba brotó de mi garganta mientras comenzaba. a besar su cuello.
Un gemido gutural salió de su garganta mientras yo trabajaba mis besos hasta él lóbulo de su oreja.

Sus manos se aferraron a mi cintura mientras inclinaba la cabeza para dame acceso a su cuello.—Soy solo tuyo—susurre contra su oído.

—¡Mío!—gruño mientras sus manos se posaban en mis rodillas y se deslizaban por mis muslos.

—¿Qué crees?—canturreé mientras sentía las manos de Joel cada vez mas arriba.

—¿Qué?—dijo el besando mi mandíbula.

—Hice horas extras esta semana, y si todo sale bien, tendremos todo el dinero restante el fin de semana—dije con emocion.

Joel se aparto un poco mientras una sonrisa sincera se deslizaba por su rostro. Sus hermosos hoyuelos marcándose como nunca—¡No puedo creer que el hospital vaya a cubrir él ochenta por ciento de la operación, es simplemente increíble!—dijo con entusiasmo.

Una punzada de culpa se extendió por mi pecho.
¿Que haría Joel si le dijera que su papá pagará la operación?, probablemente se reusaría a operarse y yo sabía lo emocionado que estaba respecto a eso. Había ido a realizarse los estudios previos a la operación y el médico lo había programado para finales de mes; calculando que consiguiéramos el dinero necesario para la operación. De lo contrario, tendría que esperar otro mes para operarse, debido a la apretada agenda del cirujano.

No. No podía permitir que Joel tirara por la borda la oportunidad de operarse cuando veía cuanto lo quería. Quería esta operación y la tendría. Después habría tiempo de contarle.

—Haria cualquier cosa por ti—susurré sin aliento.

Joel fruncio el ceño con confusión.
—¿A que viene todo eso?—dijo con una sonrisa tímida dibujada en el rostro.

—Solo quería que lo supieras.—dije mientras sonreía tristemente.

Sabia que, cuando llegara el momento de explicarle lo de su operación, lo entendería. Entendería porque escogía este momento para decirlo.