Joel se removió en su silla con incomodidad mientras yo baja la mirada al suelo. Estaba completamente avergonzado de que Lissa nos hubiese visto.
—Hey, relajense. No es como si estuviera molesta o echándoles bronca. Solo, los vi accidentalmente y quería saber si había sido algo de una sola noche o algo mas serio.—aclaró Lissa intentando no reír al ver la cara de su hermano y la mía.
Me aclare la garganta intentando encontrar las palabras correctas. Decir que Joel era mi novio se sentía tan raro; especialmente frente a su hermana.
—Erick es mi novio, Lissa.—dijo la voz ronca de Joel mientras rodeaba mis hombros con un brazo.
Mi cuerpo se tensó anticipando la reacción de Lissa. Su expresión no revelo nada; nos miró por un largo tiempo antes de que su boca se curvará en una tenue sonrisa.
—¿Desde cuando?—preguntó con sus labios extendiéndose en una sonrisa cómplice.
—Desde anoche.—hablo Joel tensamente. El no podía ver el rostro de su hermana y parecía aterrado de que no lo aceptara correctamente.
—¡Me parece maravilloso!—chillo Lissa con una sonrisa boba en el rostro.—¡Ya se habían demorado!, ¡Creí que nunca se lo dirían!
Me congelé al instante.—¿Q-Qué?
Ella sonrió y me miro como si fuera un completo estúpido.—Era obvio que se gustan. ¡No tienes idea de cuantas veces le pregunte a Joel que sentía por ti!
Joel se tenso a mi lado mientras fruncía el ceño con molestia.—El no tenia que saber eso.—masculló en voz baja.
—¿Qué te respondía?—pregunte con curiosidad a Lissa.
Ella rodó los ojos con fastidio mientras decía.—Lo negra rotundamente y mira, ahora se ha tragado sus palabras.
—Lissa...—hablo Joel en todo de advertencia.
—¡Esto va a ser maravilloso!, ¡Mamá va a enloquecer de gusto cuando se enteré! —chillo Lissa ignorando a su hermano.
—Mamá no se va a enterar pronto.—soltó Joel.
Su comentario hizo que mi corazón se hundiera dentro de mi pecho. No esperaba que su madre se enterará pronto, pero definitivamente su renuencia a contarle sobre nosotros me había dolido.
—¿Por qué no?—inquirio Lissa con el ceño fruncido.
Miré a Joel en la espera de su respuesta y el negó con la cabeza diciendo en voz baja hacia mi.—No quiero abrumarte. Apenas hace unas horas te lo pedí y Lissa ya quiere que mi mamá nos coma con preguntas. Lo que menos quiero es hacerte sentir incómodo durante nuestro primer día oficial como novios.
Una sonrisa de alivio se extendió por mis labios mientras lo miraba.
—Creo que puedo soportar un par de preguntas, Joey.—dije con una sonrisa torpe en los labios.—No creo que quiera someterme a un interrogatorio cuando lo único que quiero hacer en este momento es besarte.
—¡Ew!, ¡Consigan una habitación!—chilló Lissa exageradamente.
Ni siquiera no estábamos tocando, así que podía notar el tono de broma en su voz.
Joel rió entre dientes mientras yo miraba a Lissa con una sonrisa tierna en los labios.
Lissa salto de la silla anunciando que iría a ducharse.
Joel y yo nos quedamos solos en la cocina mientras intentaba terminar mi pan tostado. Joel se deslizó fuera de su asiento mientras depositaba sus platos sucios en el lavadero. Se lavó las manos y paso detrás de mi enredando sus brazos fuertes y firmes alrededor de mi cintura, depositando pequeños besos en el hueco de mi cuello.
Se sentía tan bien estar entre sus brazos.—¿Qué haremos hoy por la noche, hermoso?—dijo contra mi oído.
Su cabello me cosquilleaba en la nuca mientras su aliento me erizaba la piel por completo.
Me giré en la silla para encararlo.—¿Vamos a bailar?El sonrió con cautela. Su rostro pegado al mío mientras rozaba sus labios contra los míos.
—No lo se, Erick. La ultima vez que salimos las cosas no salieron muy bien.—dijo haciendo una leve mueca.
—Será divertido. Vamos.—dije envolviendo mis manos en su cintura.
—¿Solo tu y yo?—dijo esperanzado. Mi pecho se encogió mientras recordaba a Yoandri queriendo ir a bailar este fin de semana.
—Yoyo quería ir...,—murmuré—pero eso implica que Ivan fuera.
Sentí a Joel tensarse en mis brazos y espere a que me espetara algo furioso, pero no hizo nada.
—Ivan solía ser mi mejor amigo. Uno de los mejores...—comenzó a decir Joel. Pude ver la tristeza reflejada en sus ojos.
—¿Qué sucedió?—susurré hundiendo mi cara en su pecho.
Joel acaricio mi cabello con cariño mientras murmuraba.—Creo que nunca pude perdonarme lo que sucedió en el accidente. Yo iba conduciendo, yo iba hasta los huesos de borracho...,—suspiró con pesadez— me aleje poco a poco de todos y de todo.
—¿Hace cuanto sucedió?—pregunte mientras me apartaba un poco y alzaba la mirada para ver su perfilada mandíbula tensarse. Sus labios lucían mas rojos de lo normal y me mordí el labio inferior para reprimir el deseo que tenía de besarlo.
—Casi un año.—hablo Joel—Un largo y difícil año.
Rocé sus labios con los míos y el sonrió antes de besarme profundamente.
Su lengua trazó mi labio inferior mientras yo le daba entrada a mi boca. Jamas podría acostumbrarme a la sensación de vacío en el estómago que me causaban sus besos.—¿No crees que es tiempo de perdonarte?—murmuré contra sus labios.
Sus brazos se tensaron alrededor de mi cuerpo, claramente nervioso.
—No lo se...—murmuró contra mis labios antes de besarme una vez mas. Pareció pensarlo unos segundos antes de preguntar.—, ¿Deseas ir?
—Solo quiero estar donde tu estés. Si no quieres ir a bailar, o si no quieres estar cerca del novio de Yoandri, yo lo aceptó. Podemos quedarnos en casa y cenar algo—sugerí intentando cambiar su tenso estado de animo.
El suspiro con pesadez antes de hablar.—Vamos a bailar.
—¿Estas seguro?—murmuré incapaz de contener la sonrisa en mi rostro.
—Quiero estar donde tu quieras estar. Esta noche iremos a bailar.—dijo. Una sonrisa dibujo sus labios mientras yo presionaba los mios contra los suyos.—Aunque no sea muy bueno bailando.—añadió mascullando en voz baja.
La puerta se abrió y Joel me soltó deslizándose a mi lado con una sonrisa socarrona en los labios.
—¡Erick!, ¡Buenos días!, ¿Como dormiste?—pregunto Patricia mientras entraba a la cocina cargada de bolsas del supermercado.
—Buenos días Patricia.—masculle nervioso—Dormí poco por la tormenta pero, muy bien.
La sonrisa de Joel se ensanchó y Patricia lo miró con el ceño fruncido.
—¿Por qué tan feliz, cariño?—dijo con una sonrisa.
Joel se encogió de hombros mientras decía.—Er y yo iremos a bailar.
Yo abrí los ojos asombrado pero no podía dejar de sonreír al ver la mirada de esperanza que los ojos de Patricia reflejaba. Yo también esperaba que Joel decidiera hacer su vida normal; ir a la Universidad, salir con sus amigos, tener actividades extracurriculares... Sonreí para mi mismo ante la idea. Quería que Joel Pimentel fuera feliz, y no iba a descansar hasta conseguirlo.

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Blindly »joerick
Fiksi Penggemar❝ Mereces algo mejor que un maldito ciego.❞ • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Historia original de Sam Leon.