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Antes de cenar, llame a mi madre en conferencia con Yoandri para que no sospechara y luego me senté en la mesa con Joel para comer. Nos enfrascamos en una patética discusión acerca de que libros eran mejores, para después argumentar sobre la música que nos gustaba. La cena fue un completo debate, y sinceramente, me encanta que Joel siempre defendía lo que creía a capa y espada.
Recoger la mesa fue una danza cómoda entre el y yo. El silencio era cómodo y nuestros cuerpos se rozaban constantemente mientras lavábamos los platos y recogíamos el desastre hecho.
Cuando terminamos, me dirigí al cuarto de baño para ponerme el pijama y me maldije mil veces por no haberlo metido a la mochila, ¿Como podía ser tan descuidado?
Salí del baño vestido con ropa, en eso Joel había puesto una bonita balada de Eros Ramazzotti.—¿Listo?—dijo al sentirme cerca.
Hice una mueca.—En realidad no. Olvide mi pijama.
Una sonrisa maliciosa se extendió por el rostro de Joel y dijo con voz ronca. —Podrías dormir en...
—¡No voy a dormir en ropa interior, Pimentel!—lo interrumpí sonriendo.
Hizo un puchero y maldijo entre dientes.—No perdía nada con sugerirlo.—dijo encogiéndose de hombros —Espera aquí.
Subió las escaleras con el bastón aferrado en su mano derecha y me quede esperando en la sala unos minutos. Deambulé por los muebles y mi vista encontró una fotografía enmarcada; en ella, Patricia, Lissa y Joel sonreían.
Vestían casualmente y veían a la cámara. Mis ojos se posaron en la mirada de Joel. Daría lo que fuera porque esos ojos cafés me miraran... Suspiré.
—¿Erick?—dijo Joel.
Pegué un salto de la impresión e intenté parecer normal.—Aqui estoy—susurré.
Camine en su dirección y vi que llevaba algo en la mano.
—Toma—dijo extendiendo si mano.
Tome lo que me ofrecía y pude ver una playera azul marino perfectamente doblada y unos bóxer de licra negros. Me ruborice ante la idea de utilizar ropa de Joel.
—¿Q-Quieres que duerma con esto?—tartamudeé. Los vellos de mi nuca se erizaron por completo.
Pasó un brazo por detrás de mi cuello y murmuró contra mi oído—Solo con esto.
Me atragante al escuchar su sugerencia y de pronto, tenia un calor infernal. Di un paso fuera de su alcance y me dirigí al cuarto de baño. ¡Maldita sea!, solo Joel podía ponerme así de nervioso y ansioso.
Me eché agua helada en la cara y el cuello intentando tranquilizarme y luego me deshice de mi ropa. Me enfunde la playera de Joe, y después, me deshice de mis shorts, deslizando los bóxer de Joel sobre mi.Cuando salí a la sala, Joel estaba recostado en el sillón escuchando música. Me acerque a el y me acurruque a su lado. El paseo perezosamente su mano sobre mi espalda y sonrió.
—Eres tan jodidamente caliente. —dijo pasando su mano sobre mi espalda.
Estaba seguro de que mis mejillas se habían puesto de un color rojo intenso pero no dije nada, solo hundí mi cara en su pecho con vergüenza. La risa de Joel vibró en su pecho haciéndome estremecer.
—Tan hermoso...—tatareo deslizando su mano debajo de la playera y acaricio mi espalda irritada por el sol.
—Eso es delicioso—murmuré adormecido por su suave caricia.
—Vamos a la cama—murmuró besando mi sien.
Me levante a regañadientes y subimos a su habitación. Paseé mi vista por sus muebles, notando algunas fotografías que no estaban ahí la ultima vez que fui. Cuando me di cuenta, Joel ya estaba semidesnudo frente a mi.
—¡Santo dios!—murmuré.
No estaba acostumbrado a verlo de aquella manera. El sonrío maliciosamente y se metió a la cama—Ven aquí, precioso—dijo.
Camine lentamente hacia la cama y me recoste a su lado dándole la espalda. El me envolvió en sus brazos por detrás casi de inmediato y sonreí.
Sus manos se deslizaron debajo de la playera holgada y acaricio mi estómago lentamente.—Joel...—le advertí.
—¡Esta bien!, ¡Esta bien!—dijo sacando sus manos inocentemente.
—¿Joe?—murmuré.
—¿Mmm...Hmm?...—tatareo.
—¿Que fue exactamente lo que te sucedió?, ¿Que paso contigo que ahora e impide ver?.—jamás lo había preguntado. Jamas lo había hecho, pero tenia mucha curiosidad.
Pude sentirlo tensarse detrás de mi y me maldije por haber preguntado. Estaba claro que el no quería decírmelo.
Suspiró.—Al parecer, cuando nos accidentamos, me golpé el Lóbulo occipital, el que se encarga de digerir la información visual que viaja a través de la retina. Al golpearme, mi lóbulo occiptal se inflamó tanto que obstruyó mi capacidad visual. La inflamación no cesó porque hay venas obstruidas y eso causa mi ceguera—explicó.
—Entonces, si tu lóbulo occiptal llegara a desinflamarse...—comencé.
—Podria ver.—termino Joel.
Mi corazón se hundió en mi pecho. Debía ser frustrante saber que una simple inflamación me impedía ver.
—¿Te molesta que no pueda verte?—pregunto Joel, con dolor en la voz.
Me retorcí entre sus brazos hasta quedar frente a el—Amo que no puedas verme.—susurré acariciando sus mejillas con mis manos.
El cerró los ojos ante mi contacto y pegó su frente a la mía. —¿Por qué no quieres que te vea?
Sonreí tristemente y me sincere—Temo que cuando me veas, no te gusté. No soy para nada como tus ex parejas de cuerpo escultural. No tengo una figura bonita, ni el cabello brillante y sedoso, ni un color de piel lindo, ni ojos bonitos...Soy solo...yo.
El abrió los ojos. La intensidad esta pintada en su rostro.—No me interesa como te mires. Si eres gordito, delgadito, alto, bajito, rizado, lacio, de ojos grandes o pequeños..., para mi, eres perfecto por quien eres. Te amo por como eres...
Su voz se desvaneció y se convirtió en un suave murmullo. No lo escuchaba mas, mis pensamientos se precipitaban a un solo punto: El acababa de decirme que me amaba. ¡El acababa de decirme aquellas dos importantes y hermosas palabras!
Mi corazón comenzó a golpear con fuerza contra mis costillas, mi respiración se detuvo, mis manos sudaron y me quedé helado por un segundo.—¿M-Me qué?— tartamudeé.
El rostro de Joel palideció.
El miedo se reflejó en sus ojos.—Erick, y-yo...
¿Les gusta el kpop?, ¿Qué grupo?

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Blindly »joerick
Fanfiction❝ Mereces algo mejor que un maldito ciego.❞ • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Historia original de Sam Leon.