—¡Eres un maldito fácil!—me espetó Clarisse.
Una extraña y poderosa sensación de coraje me invadió por completo. Mi mandíbula se apretó con fuerza, mis nudillos me dolían, una extraña picazón me lleno las manos; quería golpearla. Estaba furioso y de pronto, mi mano voló hasta conectar con la mejilla de Clarisse, en una cachetada limpia y fuerte.
Un grito ahogado salio de su boca y su mejilla se volvió roja en un instante. Sus ojos se encontraron con los míos y me regreso el golpe con intensidad.
Yo cerré mi puño y conecte con su mandíbula haciéndola caer en la fachada, y un grito detras de mi me saco de mi estado furioso.Un par de manos delicadas se posaron alrededor de mis brazos, tirando de mi hacia atrás.
—¡Ven aqui, Erick!, ¡Ven!—la voz de Lissa sonó detras de mi.
Era ella quien me estaba sosteniendo.
—¿Que demonios esta pasando?—la voz angustiada de Joel me hizo voltear a verlo y la angustia se filtro por mis pensamientos.
¿Acababa de golpear a Clarisse?, ¡Dios mío!...
La realidad de mis actos me golpeo y sentí mi pecho encogerse. Jamas había reaccioando asi ante nadie y eso me asusto.—¡Vine a hablar contigo y este imbécil me golpeo!—chillo Clarisse poniéndose de pie.
Un hilo de sangre color carmín rodaba por su boca.
—¡M-Me insultaste primero!—solte tartamudeando por la adrenalina.
Las mejillas de Clarisse se encendieron con coraje y la furia volvió a crecer dentro de mi.
—Dejennos solos.—hablo Joel.
Yo me volví para mirarlo, incrédulo.—¿Q-Qué?—susurré.
Joel volvió a hablar.—He dicho que nos dejen solos.
—¡Joe, pero...!—comenzo Lissa.
—¡Joder!, ¡Dejenme a solas con Clarisse.—espeto Joel, sus palabras me golpearon como un látigo.
Las lágrimas picaron dentro de mis ojos y él nudo en mi garganta se volvió intenso. ¿Clarisse me había insultado y él quería estar a solas con ella?, apreté mis manos en puños antes de caminar serenamente hacia las escaleras, rumbo a la habitación de Lissa, no sin antes mirar la cara de satisfacción de Clarisse.
Lissa me siguio y cerro la puerta detras de mi.
—Erick...—comenzo Lissa.
Me volví y cerré los ojos, liberando las lágrimas que había contenido hasta ese momento.
—¡No llores, por favor!—dijo acercándose a mi, enredando sus brazos en mis hombros.
Yo solté un sollozo y enterré mi cabeza en su hombro llorando. No podía entender que diablos tenia que hablar Joel con ella y sobre todo porque tenia que ser a solas. Mi pecho se hundió una vez mas. El coraje me invadió y sali de la habitación de Lissa determinado.
—¡Erick!—me llamó.
Entre a la habitación de Joel y me desnude. Tome mi ropa y volví a ponérmela, me cepille el cabello y me lave la cara; tome mis zapatos y para ese entonces Lissa ya se encontraba en la habitación.
—¡Oh, Dios mío!, ¡¿No te vas a ir verdad?!, ¡No puedes darle ese gusto, Erick!—dijo con angustia en la voz.
Ni siquiera la mire.
Me puse los zapatos y camine rumbo a la puerta.
Lissa me obstruía el paso.—¡No dejare que te vayas!—dijo.—Dejame salir—siseé.
—¡No!—me soltó.
—¡Lissa, apartate de mi camino!—chille.
—¡No!
Yo hice acopio de toda mi paciencia y la empuje haciéndome paso escaleras abajo.
Cuando llegue a la puerta, podía escuchar las voces de Clarisse y Joel, la curiosidad me invadió.
Me acerque un poco a la estancia y escuche claramente.—¿Estas diciéndome que si quiero que tu papá solvente la operación, tengo que estar contigo otra vez?—hablo Joel con voz ronca e incrédula.
Él silencio lo invadió todo.
—Si—dijo la voz de Clarisse.
—¡Estas enferma!—solto Joel.
Una risa amarga salió de su garganta y yo me estremecí. Era una risa sin humor.
—Entonces, quedate ciego—siseo Clarisse.
—¡Me encanta estar ciego, Clarisse!—hablo Joel.
—Si vieras a tu noviecito, te darías cuenta del error en él que estas, ¡No es nada como yo!
—¡Claro que no es nada como tu!, ¡Por eso estoy enamorado de el!—espetó.
Él corazón me dio un vuelco y me mordí él labio inferior.
—¡Es tan insignificante!, ¿Te ha dicho como es realmente?—chillo Clarisse con coraje impreso en la voz—, ¡Es un “Don-Nadie”!
—¡Y yo lo amo, Clarisse!, ¡Lo amo!, ¡Siento por él lo que nunca voy a volver a sentir!, ¡¿Es que no lo entiendes?!
Aquellas palabras se incrustaron en mi pecho. Joel realmente me amaba. Estaba dispuesto a no hacerse aquella operación con tal de estar conmigo, y yo lo amaba por eso.
Con este capítulo ya van cuatro en un día, kedeasira:0

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Blindly »joerick
Fiksi Penggemar❝ Mereces algo mejor que un maldito ciego.❞ • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Historia original de Sam Leon.