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—Erick, amor, por el amor de Dios, ven a la cama—se quejó Joel.

—Quiero ir al baño—susurre en la oscuridad.

Todo él cuerpo me dolía debido a nuestras actividades anteriores; sin embargo, necesitaba ir al baño.
Una risa ronca resonó en la habitación y me ruboricé.
Entre al baño de la habitación de Joel y encendí la luz; pude ver mi desnudez en el espejo y otro rubor se extendió por mi rostro. Definitivamente, necesitaba ponerme algo de ropa.
Él alivio llego a mi cuando hice mis necesidades, sali del baño y busque a tientas mi ropa.

—Erick, ven a la cama—dijo con la voz adormilada.

—Necesito mi ropa interior —masculle mientras me agachaba para buscar mi ropa a tientas en el suelo.

Joel suspiró.
—Abre él cajón de la cómoda, él de la izquierda.

Hice lo que me pidió y me tope con él cajón de su ropa interior.

—Toma unos bóxers y ven aquí—dijo.

En sus labios bailaba una sonrisa burlona. Yo me ruboricé pero tome un bóxer negro y lo deslice por mis piernas.
Abrí otro cajón y tome una playera antes de meterme a la cama.

—Te pusiste una playera—se quejó.

—¿Te gusta tenerme todo desnudo en tu cama?—bromeé.

Una risa ronca brotó de la garganta de Joel y susurró—Me encanta.

Sin decir una palabra mas, deslizó sus manos alrededor de mi cuerpo, mientras enterraba su cabeza en el hueco de mi cuello.

—Duerme un poco mas—murmuró contra mi cuello y presiono un suave beso.

・ᴗ・

Una pierna grande alrededor de mi cintura, bien me dejaba moverme, un pesado brazo caía sobre mi cuerpo.
Intente moverme de la prisión que formaba el cuerpo de Joel pero era imposible y me quejé. Todo él cuerpo me dolía; era como si hubiese corrido un maratón sin descanso.

Joel dormía profundamente y yo moría de calor. El sol entraba de lleno en la ventana. Probablemente eran las doce del día y nosotros aun seguíamos en la cama.
Intente moverme para liberarme y hacerle algo de desayunar pero era imposible.
Movi su brazo con cuidado de no despertarlo e intente deslizarme fuera de su pierna sin éxito.
Joel se removió un poco y liberó la mitad de mi cuerpo.
Tras un par de intentos pude liberarme de su pierna y sonreí victorioso.
Me senté en la cama y justo cuando iba a ponerme de pie, un brazo se enrolló en mi cintura.

—¿A donde crees que vas?—ronroneo la voz ronca de Joel.

Mi corazón dios un vuelco y Joel tiró de mi hasta recostarme en la cama nuevamente.
Comenzó a presionar varios besos en mi cuello y hombro juguetonamente, mientras me hacía cosquillas con las manos.

—¡Joey!—me quejé entre risas.

—¡Ven aquí!—gruño juguetonamente mientras me tiraba a la cama y se posicionaba sobre mi. Su cuerpo presionando él mío.

—Dejame ir—me quejé bromeando.

—Nunca—susurro con intensidad.

Él corazón me dio un vuelco al escuchar la promesa implícita en esas palabras y me estremecí por completo.
Sin decir una palabra mas, salimos de la cama, no sin antes tener una sesión matutina de besos.

Joel se vistió con unos pantalones de pijama y bajamos a la cocina para encontrarnos a una soñolienta Lissa.

—¡Ew!, ¡Ew, ew, ew!—chillo al vernos.

Mire hacia abajo y recordé que vestía ropa de Joel y que el solo vestía unos pantalones holgados. El rubor se extendió por mis mejillas mientras Joel reía estruendosamente.

—¡Callate, escandalosa!—bromeo Joel.

—Definitivamente una imagen de ustedes dos vestidos de esa forma, no es lo que deseo ver por las mañanas.—dijo con ironía mientras se servía una taza de café.

Yo reí bobamente mientras Joel me rodeaba con sus brazos—Daría lo que fuera por tener esa imagen yo también—murmuró.

Él silencio invadió todo él lugar y yo me aclare la garganta para calmar los animos.

—¿Huevos y tocino?—sugerí.

—Suena delicioso —canturreo Joel mientras no habríamos paso a la estufa.

Después de desayunar, me dediqué a lavar los platos mientras Joel ayudaba a Lissa a recoger la mesa.
La puerta de la entrada sonó, y para ese entonces, yo estaba secando mis manos.

—¿Podrias abrir?—pidio Lissa.

Yo asentí y corrí hasta la puerta para abrir.
Él corazón se me heló en él pecho ante lo que vi.

Una chica castaña de ojos hermosos me miró de arriba a abajo.

—¡Eres un maldito fácil!—me espetó Clarisse.






(͡° ͜ʖ ͡°)

Blindly »joerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora