La ducha ha me vino de maravilla. Sobre todo después de haber llorado tanto. Me sentía ligero, entumecido y tranquilo. Por primer vez en una semana, me sentía tranquilo. Me sentía mejor.
Me prepare para salir con Yoandri e Ivan. Esta vez, opte por una camisa negra, jeans ajustados y unas zapatatillas. Lance todo mi cabello hacia atrás atándolo con una gomilla. Estuve listo diez minutos antes de que Yoandri llegara a mi casa.
—¿Estas bien?—preguntó mi mamá mientras me ponia mas chaqueta sobre los hombros.
Mi mirada se detuvo un segundo en ella y suspire—Si. Estoy bien.
—¿Como estas llevando lo de Joel?—pregunto con tacto.
—Comienzo a llevarlo bien, supongo—dije encogiendome de hombros.
—Tu tía Alicia ha llamado. Nos invita a pasar él verano en su país. Deberías pensarlo..., la distancia es el mejor aliado en estos casos—sugirió.
La idea de pronto no me pareció descabellada. Dos meses en Corea, lejos de todo lo que me recordaba a Joel sonaba bien. Sabía que no podia huir de esto, pero la distancia y él tiempo me harían bien. Volvería fuerte y listo para seguir adelante.
—Supongo que estaría bien.
Él timbre nos hizo saltar a ambos y me despedí de mi madre con un beso antes de salir a encontrarme con un Yoandri guapísimo, enfundado en una sudadera negra junto a unos jeans rotos por las rodillas de igual color.
—¿Listo?—pregunto mientras abría la puerta trasera del jeep de Ivan.
—Siempre —dije subiendo.
Pensé que él camino seria incómodo con Ivan siendo amigo de Joel, pero fue todo lo contrario, Ivan se la paso bromeando conmigo y Yoandri. Entramos a una discoteca de música electrónica y la musica lo invadió todo en un segundo. Sentía él bajo y la batería de la musica repicar dentro de mi pecho y las luces de colores podrian llegar a marearme si las veía por mucho tiempo.
No era él tipo de chico que solía ir a este tipo de lugares, pero sin duda, el ruido y la gente eran algo que necesitaba. Sin perder tiempo, Yoandri y yo nos lanzamos a la pista de baile. Sabíamos que Ivan no era fanático del baile asi que él se quedo en la barra mirándonos jugar. Yoandri le coqueteaba a distancia y al cabo de cuarenta minutos me sentía eufórico bailando. Mi gomilla habia desaparecido y eso causo que mi cabello quedara pegado a mi nuca por él sudor pero no me importaba. Realmente me estaba divirtiendo y quizás, cuando la noche terminará, recordaría a Joel y lloraría, pero por ese momento, decidí dejarme llevar.
Un par de manos se instalaron en mi cintura y me tambaleé hacia un lado en un intento desesperado por alejarme de quien me tocaba.
—¡Hola!—dijo una voz en mi oído.
Me gire, dispuesto a golpear a quien quiera que fuera que estuviera invadiendo mi espacio vital y me quedé helado. Un chico de cabello castaño con algunas luces rubias y ojos azul intenso me miraba con una sonrisa dibujada en el rostro. Yo lo conocía... ¿De donde demonios lo conocía?
Él reconocimiento me golpeo como un látigo. ¡Era en chico con el que Joel casi se había agarrado a golpes en una discoteca porque bailé con el!
—¡Hola...!—me quede patinando intentando recordar su nombre. Lo tenía en la punta de la lengua.
—Riki—me dijo con una sonrisa en la cara.
—¡Riki!—chille mientras me ruborizaba. ¡Maldita memoria!
—¿Coml estas?—preguntó. Sus manos seguían instaladas en mi cintura.
La ridícula sensación de remordimiento me invadió. Riki me estaba tocando y yo estaba pensando en lo que Joel pensaría si se llegara a enterar.
—Bien—dije apartándome de su agarre.
Él pareció captar en mensaje, porque no insistió mas—¿Y tu chico?—preguntó mirando hacia la barra, donde Ivan se encontraba.
Yo sonreí lo mejor que pude y me quede callado.
—¡Oh, dios!, ¡Lo lamento!, ¿Tema delicado, cierto?, Lo lamento—se disculpó.
—No te preocupes, Riki. Me dio gusto verte—dije y le giñe un ojo.
—¿Bailamos?—preguntó mientras yo comenzaba a caminar.
Una sonrisa surco mi rostro y asentí.
Comenzamos a bailar al ritmo de una canción alocada. Riki respetó mi espacio todo él tiempo, sin intentar tocarme o hacer algo inapropiado y lo agradecí. Cuando me di cuenta, Riki ya se encontraba sentado junto a nosotros en la barra del bar, bebiendo y bromeando con Ivan y Yoandri.
Era un chico realmente agradable. Comenzó un canción que a Yoandri le encantaba y me tomó del brazo, arrastrándome hasta la pista de baile.
Estábamos brincando al ritmo de la música, cuando sentí una mano delgada en mi hombro. Cuando me volvi, me tope con una chica castaña de ojos hermosos y claros, y sonrisa perfecta..., Clarisse.
—Veo que no pierdes él tiempo—dijo con desdén mirando hacia la barra.
Mire hacia Riki y el me sonrió. Le devolví la sonrisa y mire a Clarisse poniendo las manos en mi cintura.
—Vete a la mierda.—dije y me di la media vuelta para seguir bailando con Yoandri.
—A ver si sigues siendo asi de valiente cuando le diga a Joel que estas de fácil—me amenazó.
Sentí mi mano calentarse. ¡Dios!, ¡Queria abofetearla!, Me gire sobre mis talones y me pare a una distancia increíblemente cerca para espetarle—Corre. ¡Dile!, ¡A Joel le importa una mierda lo que yo haga!, ¡Terminamos!, ¡Se acabo!, ¡Felicidades!, ¡Ahora hazme él favor de irte mucho al carajo!
Yoandri me tomó del brazo y me jalo lejos de Clarisse ante de que pudiera hacer algo de lo que pudiese arrepentirme. Sentía él coraje zumbando en mis venas y una parte de mi estaba aterrada ante la idea de que le dijera a Joel lo que habia visto. Aunque nada de lo que dijera, cambiaria el hecho de que se había terminado.
Él dolor se instalo en mi pecho un vez mas. Fuerte, firme, punzante... Joe y yo ya no estábamos juntos. Ya no estaríamos juntos, por mas que yo lo quisiera.
Agarren sus pañuelos para los mocos xfabor
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