-No vuelvas a hacer eso- siseó. Su aliento me rozaba él rostro y un extraño escalofrío recorrió mi cuerpo.
Él corazón me latía con fuerza contra él pecho, y una extraña sensación de vacío en en estomago me invadió. Aflojé mi agarre tambaleandome un poco al incorporarme pero no aparte la vista de su rostro.
-¿D-Dejarás que te ayude?- tartamudeé intentando sonar tranquilo.
Joel tenia la la mirada fija en un punto perdido, pero percibía su atención hacia mi.
-Si dejo que me...- aclaro su garganta- “ayudes”, ¿me dejaras en paz?.
No pude evitar sonreír.
-Prometo intentar no ser tan irritante.
Las comisuras de sus labios se elevaron y pude observar un par de hoyuelos dibujarse en sus mejillas.
-Suena tentador- paso una mano por su barbilla pensativo. Reprimí una sonrisa a pesar de saber que no podía verme.- Si no puedes ayudarme, ¿dejaras de molestarme?.
-frunci él entrecejo- ¿Porque no habría de poder ayudarte?, No me subestimes- fanfarroneé.
Una sonrisa sincera se extendió por su rostro, él tipo de sonrisa que le robaría él aliento a cualquiera; fresca, sincera, joven. Sus hoyuelos le daban un aspecto infantil, sus dientes perfectamente alineados y sus labios gruesos y rosados, le hacían una sonrisa irresistible.
Sonreí como bobo por un segundo, hipnotizado por él, pero después recordé que debía seguir firme. Estaba tan cerca de conseguir que se dejase ayudar.
-¿Entonces?- pregunte mordiendo mi labio inferior en un gesto nervioso.
-Sacudió la cabeza sin dejar de sonreír- Esta bien.
Abrí los ojos con asombro, girándome para mirar a Patricia, quien tenia lágrimas en los ojos y una radiante sonrisa dibujada en él rostro.
-Pero mañana- continuó- por hoy he tenido suficiente de ti.
-reí volviéndome hacia él- Debes acostumbrarte, soy muy persistente.
-Creo que lo noté.
-Entonces te dejo- hable caminando hacia la puerta.
-Erick...-su voz ronca, hizo que me detuviera en la puerta.
-¿Si?...- respondí mientras me giraba para observarlo.
-Hasta mañana- me dedico su sonrisa encantadora, y me quede idiotizado mirándole.
-Hasta mañana...-musité.
Salí de la casa de los De Leon a toda velocidad, intentando comprender lo su acababa de pasar. Todo había salido completamente diferente a lo que había planeado, siendo lo treinta minutos mas extraños e interesantes de mi semana. Estaba tan aturdido que no logre concentrarme en la tarea, decidí dejarlo por la paz; ya mañana se la pediría a alguien.
-¿Te encuentras bien?- preguntó mamá mientras cerrábamos él local de la tienda.
-sonreí- Si mamá.
-¿Que tal te fue con él hijo de Patricia?.
-suspire- Extraño...-admití- No es un niño como lo pensaba, tiene mi edad.
-Ya veo...- sonrió.
-¿En que piensas?- inquirí entrecerrando los ojos.
Era él tipo de sonrisa que mi madre utilizaba cuando planeaba algo.
-En él destino- dijo sin mas. Bufé rodando los ojos al cielo.
-Me voy a la cama- anuncié.
-Descansa amor.

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Blindly »joerick
Fanfiction❝ Mereces algo mejor que un maldito ciego.❞ • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Historia original de Sam Leon.