Maratón 4/5
—¡Lissa, joder!, ¡Toca la maldita puerta!—gruño ligeramente ruborizado mientras buscaba algo con que cubrirse.
Yo no podía apartar mi vista de el. Era tan...insoportablemente perfecto. Su abdomen muy bien trabajado, en el cual se marcaban unas cuantas lineas finas, las cuales delataban que se ejercitaba a diario. Su pecho firme estaba cubierto por una pequeña y fina capa de agua sin secar, su espalda era angulosa y ancha, pero terminaba en unas estrechas caderas. Sus piernas lucían poderosas y sus brazos, de los cuales se marcaban algunos tatuajes que no logré ver en ese momento, se marcaban con pequeñas lineas de músculos mientras se estiraba torpemente para alcanzar sus vaqueros.
Me lleve las manos a la cara ruborizandome por completo después de haberlo examinado con la mirada y salí torpemente de la habitación seguro de que estaba completamente rojo de la vergüenza.
Lissa no paraba de reír como loca, mientras escuchaba como discutía con Joel.Tras varios minutos de escucharlos murmurar dentro de la habitación, Lissa salio y canturreo en mi dirección. —Ya puedes entrar.
Mi corazón me dio un vuelco, y me regañe a mi mismo por no mantenerme tranquilo.
Entre a la habitación y pude encontrar a un Joel enfundado en una playera de manga larga junto a unos vaqueros negros.—Hola.—murmuró.
¿Era mi imaginación o estaba ruborizado aun?
—Hola.—respondí en voz baja cruzándome de brazos.
—¿Como estas?—dijo mientras de ponía de pie de la cama y caminaba hacia mi.
—Bien.—me tense al verlo acercarse cada vez mas.
El se paro justo frente a mi y su figura de impuso ante la mía.
Era casi dos cabezas, mas alto que yo. Su mano grande y fría se deslizó por mi mejilla lentamente y cerré los ojos ante su contacto.
—Te extrañé.—susurró con su tan familiar voz ronca.
Me estremecí cuando su pulgar paseó por encima de mis labios entreabiertos. Los suyos lucían mas rojo que de costumbre. Me obligue a dar un paso hacia atrás para liberarme de su contacto y aclaré mi garganta hablando con voz entrecortada. —Hoy comenzamos con el Braille.
Su mano cayo a un costado suyo y me saque la mochila de la espalda mientras sacaba un libro con la escritura básica del Braille, la escritura de los ciegos.
Comenzamos a trabajar.
Joel estaba completamente concentrado en lo que le estaba explicando acerca de las figuras que hacían las letras sobre el papel.
Su ceño estaba fruncido en concentración, mientras que yo no paraba de hablar y hacerlo decirme el abecedario en braille.Al cabo de casi dos horas, ya había podido leer unas cuantas palabras sencillas.
Un relámpago me hizo pegar un salto de miedo. Odiaba las tormentas.—Sera mejor que me vaya—dije guardando apresuradamente mis cosas en la mochila.—Te dejare el libro para que practiques.
Joel lo tomo con dedos trémulos y yo camine a la puerta de la habitación.
El aguacero se dejo caer en un segundo y maldije en voz baja, mientras bajaba por las escaleras.Eran casi las diez de la noche.
—¡No puedes irte así!, ¡Llegarás empapado a la parada del autobús!—me regañó Patricia—Te llevaré a casa.
Se puso de pie y comenzó a caminar hacia la puerta.
Corrimos hacia el auto y nos trepamos con rapidez.
Patricia arranco el auto saliendo del camino. Al llegar a la avenida en la esquina vi con horror como un río de agua corría ferozmente.
Un horrible ventarrón meció el auto haciéndonos chillar de miedo mientras una árbol se balanceaba hasta caer sobre la avenida principal. Esa que me llevaba a casa.

ESTÁS LEYENDO
Blindly »joerick
Fanfiction❝ Mereces algo mejor que un maldito ciego.❞ • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Historia original de Sam Leon.