Hijas de Dioses: La maldición de Heracles

Capítulo 3: El mal despertar de la hija de Hades

*En la foto os dejo a Ella ;) No sé quién es, pero me pegaba. Espero que os guste*

Lo primero que noto al despertarme es el silencio. Solo se oye el soplido del viento, el murmullo del mar, y el rumor de las hojas moviéndose. Me desperezo, y miro al techo. Es de piedra gris, y parece que hay peces flotando por ahí arriba. Curioso, y muy bonito. Me levanto, y decido hacer algo de ejercicio. Me visto con pantalones cortos y una simple camiseta de tirantes, cojo las deportivas, y empiezo.

Una hora más tarde, estoy sudando a mares, por lo que me meto en la ducha. ¡Qué gusto! Al salir, cojo los shorts y una camiseta del campamento. Me estoy calzando, cuando alguien llama a mi puerta. Voy corriendo a abrir, y me encuentro con una sonriente Izzy.

-¡Ya estás despierta! Genial. Pensé que podrías ser como Bianca. Esa chica parece una marmota.- Me río y ella rueda los ojos.

-llevo una hora despierta Izzy. Tranquila, nunca duermo más tarde de las diez.

-¿Y porqué no has venido a buscarme? Yo llevo dos horas despierta, entrenando. Aprovecha siempre estas horas, que no hay nadie.

Mientras habla, se dirige hacia la cabaña de Bianca.

-um, Izzy, ¿Qué vamos a hacer?- La sonrisa de Izzy da escalofrios.

-¿Recuerdas que antes te dije que Bianca es como una marmota? Bueno, pues no hay nada mas divertido que despertarla. ¡Venga!

Y sin esperar, entra. Yo la sigo sonriendo. Recorremos un pasillo, hasta llegar a una enorme habitación que parece estar hecha de piedra negra, acero estigio, y piedras preciosas. Impresionante. Bianca está durmiendo en una cama en mitad de la habitadión. Izzy me hace señas para que me agache, y se acerca despacio a la cama. Me acerco por el otro lado, captando la táctica, y nos preparamos. Izzy cuenta con los dedos. Uno, dos, tres...

-¡AL ATAQUE SOLDADOS! ¡NO DEJÉIS A NADIE CON VIDA!

-EL CHATARREROOO. QUE VIENE EL CHATARREROOO.- Ambas gritamos al unísono. Bianca se levanta de un brinco mientras yo sigo gritando en español la canción del chatarrero, e Izzy sigue dando órdenes a sus "soldados".

-¡POR TODOS LOS DIOSES! ¿QUE DEMONIOS ESTÁIS HACIENDO? ¿OS HABEIS VUELTO LOCAS? LARGO DE AQUÍ. IDIOTAS, CABEZAS HUECAS, DEBERÍA DAROS VERGÜENZA, ¿ES QUE NO TENÉIS CONSEIDERACIÓN? ¡ESTABA DURMIENDO!

Izzy y yo nos reímos a carcajadas mientras Bianca, echa una furia, se pone de pie , agarra una zapatilla, y nos la lanza.

-FUERA. ¡LARGO DE AQUÍ!

Izzy esquiva la zapatilla y sale corriendo como puede, mientras seguimos riendo. La sigo apoyándome en las paredes mientras Bianca sigue arrojándonos cosas.

-¡DE ESTÁ NO OS LIBRÁIS, OS LO JURO!

Izzy cae en la hierba y yo caigo sobre ella. Nos miramos, y nos entra tal ataque de risa que nos doblamos y acabamos rodando por el suelo muertas de risa mientras el resto de campistas nos miran curiosos.

Momentos después, Bianca sale de la cabaña, con cara de enfado aún, e, ignorándonos, se dirige al comedor.

-¿Crees que nos perdonará?- La observo mientras la seguimos.

-No te preocupes. No es la primera vez que la despierto. Para cuando termine el desayuno volverá con nosotras, pedirá que nos disculpemos, y se reirá y todo. Aunque eso sí, ten cuidado estos días. Ten por seguro que se vengará. La última vez me metió tanto barro en la cama que cuando me tumbé, casi me ahogo.

Río al imaginarlo.

-Comprobaré la cama antes de tirarme a ella entonces.

-¡Deberías! Sobretodo si te llevas mal con los Ball. Esos elementos son de temer.- Ruedo los ojos.