Capítulo 34: La última lucha

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-¿Hermanastros?

La voz de Héctor me llega distorsionada, como si hubiese una capa de densa niebla que no permite que el sonido avance. Me obligo a reaccionar, aunque por dentro sigo helada.

-Agatirso, Gelono y Escites, hijos de Heracles y Equidna.- Digo para todos.

-Veo que nos recuerdas. Qué bonito detalle. El resto apenas sabía de nuestra existencia. Aunque creo que solo tú nos has llegado a conocer en persona.- Dice el del medio con una horrible sonrisa.

Tiene unos colmillos inmensos, y es, bueno, enorme. Parece la mezcla de un oso y un humano. Los otros dos son más bajos y delgados. Uno es mitad serpiente, como Equidna, y el otro, parece enteramente humano.

-Mejor. Máss entretenido.- Murmura el tipo serpiente seseando.

No sé que hacer. Sé que no se conformarán con matarme a mí. Acabarán con todos. No puedo simplemente decirles que luchen contra mí. No serviría de nada. La mano de Héctor aprieta con más fuerza la mía. Le miro, y veo su confianza y se que la decisión está tomada. Lucharemos todos.

-¿Enserio creéis que dejaremos que nos matéis sin oponer resistencia?- Digo en voz alta.

-¿Ssin ressistencia? ¡Claro que no! ¿Qué hay de divertido en esso?- Dice el hombre serpiente silabeando.- Ess mucho máss excitante una buena lucha, y cuando todoss tuss amigoss hayan caído y ssolo quedess tú, entoncess, empezará la verdadera diverssión.

Una siseante risa malvada sale de su boca. Noto a Héctor tensarse a mi lado.

-No vais a tocarla ni un solo pelo.- Escupe con furia.

-Si tu lo dices.- Dice con arrogancia el oso, sacando su enorme espadón y preparándose para la batalla.

-Calma hermano.- Le interrumpe el humano.- Nos tienen rodeados. ¿O no te has dado cuenta?

El oso bufa, retrocediendo y mira alrededor con desdén.

- ¿Estos héroes de pacotilla? Podría cargarme a todos con una mano atada a la espalda.- Dice.

El humano sacude la cabeza sin cambiar de expresión y nos mira.

-Déjales un rato, Gelono. Tal vez alguno quiere rendirse.- Dice mirándonos como si fuésemos juguetes, y eso me enfada.

-No vamos a rendirnos.- Dice una voz desde un lateral.

Maldigo en voz baja. Ya podrían haberse callado. Ahora saben exactamente donde está. Y sé que el humano piensa lo mismo que yo por su mirada de satisfacción.

-Vaya, veo que sois valerosos, a la par que estúpidos.- Comenta.- Gelono, Agatirso, ¿Porqué no les enseñamos algo de sabiduría?

El oso, Gelono, sonríe enseñando los colmillos mientras agita su espadón, y Agatirso sisea sacando también sus armas. Héctor se tensa a mi lado, y yo me preparo también. Tengo un nudo en el estómago que no me deja respirar, pero trato de hacer retroceder el miedo que empieza a expandirse por mi cuerpo. "Piensa en la batalla." Me digo, y respiro hondo.

-Mostrémosles algo de respeto hacia sus superiores.- Gruñe Gelono "el oso" y inicia el acercamiento.

*********

La lucha pronto se convierte en un caos. Román y Kyle salen enseguida de sus escondites y se abalanzan sobre Agatirso, pero los tres hermanos son buenos, condenadamente buenos. Izzy y Bianca les ayudan, y a pesar de ser dos contra uno, les cuesta no salir heridos. Héctor y Ella juntos combaten a Escites, que a pesar de ser completamente humano, es el más inteligente de los tres.

Hijas de Dioses: La maldición de HeraclesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora