NEVER GONNA GIVE YOU UP

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A: Entonces, ¿cómo conociste a Ricky? – estaban sentadas en la cama, apoyadas en el cabecero y comiendo helado de chocolate.

M: Pues, en un campamento de verano. Yo soy de Granada, ya sabes, pero el verano de cuando cumplí 15 años me vine a Madrid a un campamento de baile.

A: ¿Baile?

M: Asintió con la cabeza – Fue el primer año que vine, Ricky era novio de uno de los monitores, Javi. En aquel momento, Ricky tenía 21 años y ya estaba subiendo como la espuma en el mundo del baile clásico.

A: ¿Baile clásico?

M: Ajá... de hecho, fue el primer bailarín del Ballet Nacional durante tres años, desde los 23 hasta los 26. El caso es que Javi y yo nos llevábamos muy bien y Ricky iba a verle todo lo que podía ese año y el siguiente. Conectamos en seguida, pese a la diferencia de edad que en esos años se nota aún más.

A: No me imaginaba a Ricky como bailarín profesional.

M: Sí y era el mejor... a los 26 se lesionó de la forma más tonta. Evitaba montar en bici, en moto, deportes de riesgo... y se cayó en un agujero en la calle, al principio no parecía nada pero... se rompió el cruzado derecho y todo se fue a la mierda. Estuvo más de un año entre la operación y la rehabilitación y después ya nada fue igual. Estuvo bailando dos años más y lo dejó. Con el dinero que con el que le tuvieron que indemnizar y sus ahorros, abrió la escuela de baile hace 10 años, pero algo dentro de él cambió cuando su carrera se vino abajo.

A: Es muy triste despertar así de un sueño.

M: Es brutal, estuvo al borde de la depresión, no sé bien qué lo evitó... supongo que es muy fuerte.

A: Pero Mimi, me tienes que contar... la noche que nos conocimos me dijiste que no te gustaba bailar.

M: Quizá exageré un poco...la verdad es que ahora no bailo, pero desde los 12 años estoy formándome y he trabajado siempre de bailarina.

A: Abrió la boca asombrada - ¿Has bailado con cantantes?

M: Sí, he hecho giras con cantantes...

A: Vaya... si es verdad que no nos conocemos de nada... aunque el cuerpo que tienes se nota trabajado... y tienes un culo...- se mordió el labio inferior.

M: Sonrió – Y eso que hace unos meses que no bailo nada... 

A: ¿Por qué?

M: Ya sabes, ahora soy empresaria aunque en realidad no es sólo mío, somos 5 socios... pero Ana... dejemos ya de hablar de mí... o de hablar, directamente – le quitó la cuchara a Ana y se centraron en hablar sin palabras.

Mimi llamó a la puerta de Ana, no esperaba el recibimiento que iba a tener. La morena abrió vestida con una sonrisa y con una bata de seda que dejaba intuir sus curvas y se lanzó a los brazos de la rubia sin dejar apenas espacio a decir o hacer nada.

Ana se apoyaba, de espaldas, en el cuerpo de Mimi disfrutando del baño de sales que se habían preparado.

M: Entonces, ¿qué pasó con Jadel?

A: Uff, esa es una historia. Llevábamos casi dos años juntos cuando yo entré en OT. El había hecho sus pinitos en la música, incluso ganó un programa de televisión.

M: Anda...

A: Sí, yo era muy niña, aunque en ese momento no me daba cuenta. Fue muy importante para mí pero... en la academia...

M: Te fijaste en otro...

A: Más bien en otra...

M: Alzó una ceja – Y eso... era novedad para ti.

Más que suerte  [WARMI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora