M:Tragó saliva – Mi hermana y Sergio, mi cuñado, murieron en un accidente de avión el 2 de mayo del pasado año – se le quebró la voz y dos lágrimas rebeldes brotaron sin su permiso
A: Mimi... - volvió a abrazarse a ella y sintió cómo las lágrima de la rubia estaban mojando su cuello y las suyas caían de la misma forma – llora, cariño, llora todo lo que necesites – la acunaba en sus brazos hasta que Mimi deshizo el abrazo secándose las lágrimas con furia.
M: No quiero llorar más, quiero, quiero contarte lo que pasó – le limpió las lágrimas y le dio un pico – la foto que llevo en mi cartera es la última que nos hicimos mi hermana y yo en las Navidades del pasado año...
A: Dios...
M: Por eso siempre va conmigo, aunque no la necesite para recordarla, pero para mí es como un amuleto... ella era dos años mayor que yo y siempre me cuidó, ya sabes, en el colegio, el Instituto... siempre pendiente de mí. Fue la primera persona a la que le dije que me gustaban las chica, de hecho ella me presentó a mi primera novieta – sonrió.
A: Y seguro que te ayudó cuando se lo contaste a tus padres.
M: Bueno, la verdad es que mis padres se lo tomaron bastante bien. Quizá al que le costó un poco fue a mi padre y sí, mi hermana estuvo ahí. Ella se vino a estudiar arquitectura a Madrid y me dejó un poco huérfana... pero después fue mi gran defensora ante mis padres para que me dejaran venir a Madrid a formarme en el baile.
A: Asintió – Siempre ayudándote.
M: Era la mejor, vivimos juntas hasta que ella se casó. Mi cuñado, Sergio, era ingeniero se conocieron en una fiesta el último año de Universidad. Él era gallego y estaba aquí con su hermano, una historia bastante parecida a la de mi hermana y mía salvo que ellos ya no tenían padres.
A: Vaya, ellos dos solos, sin más hermanos.
M: Ajá... mi hermana y mi cuñado nos hicieron padrinos de nuestros sobrinos. Ricky y yo somos padrinos de Miriam y Luis y una amiga de mi cuñado son de Luis.
A: Y decidisteis encargaros de ellos...
M: Mis padres son los tutores legales de mis sobrinos. Ellos dejaron todo en el pueblo y se vinieron a Madrid a hacerse cargo de los niños. Yo no estaba aquí cuando pasó, estaba trabajando en Los Ángeles, llevaba casi un año allí.
A: Cariño – le acarició la espalda – eso debió ser aún peor...
M: La última vez que estuve con ellos fue en las Navidades de esa foto. Cuando... cuando me enteré, salí pitando. Yo estaba trabajando de coreógrafa en una gira con un cantante bastante popular allí y, bueno, me dieron una semana, después tuve que volver. Estuve tentada de dejarlo todo, pero la penalización por no cumplir el contrato era muy fuerte.
A: ¿Cuándo volviste?
M: El 1 de enero de este año, mi contrato terminó el 31 de diciembre y no pasé ni un segundo más de lo necesario allí.
A: Entonces, ¿vives con tus sobrinos y tus padres?
M: En teoría... la verdad es que mis padres llevan el peso de la crianza pero Luís y yo estamos siempre ahí. Tenemos un piso alquilado entre los dos y unas veces se queda él con mis padres y los chicos y otras yo turnándinos en el piso. Tenemos un buen acuerdo – sonrió.
A: Resopló y volvió a abrazar y a acunar a Mimi que tenía los ojos rojos y que se dejó hacer – Lo siento, Mimi... no puedo ni imaginar lo difícil que ha sido todo esto para tu familia y para ti.
M: ¿Sabes que fue lo peor? lo peor es que me tuve que ir a Los Angeles dejando a mis padres destrozados, a Luis desbordado y a mi sobrina preguntando porqué sus papis no volvían – se le volvió a quebrar la voz.
A: Shhh... mi niña...
M: Se incorporó secándose las lágrimas – Fue un puto infierno volver y tener que bailar, porque yo era coreógrafa pero tenía que cubrir cuando alguien no podía bailar.
A: ¿Es por eso que me dices siempre que no te gusta bailar?
M: Asintió – Nunca pensé que terminaría aborreciendo la pasión que había movido mi vida... para mí fue una pérdida más.
A: Ven aquí – volvió a rodear a Mimi con sus brazos y, acariciando su pelo, al cabo de un rato se quedaron dormidas.
Despertó sintiendo la respiración pausada de Ana en su nuca y los brazos anudados anudados a su barriga. A decir verdad, no recordaba demasiado bien cómo había llegado a la cama y, desde luego, no recordaba haberse quedado en bragas para entra a la cama uhmmm habilidosa... le debe haber costado traerme tan dormida hasta aquí. Se quedó quieta, se sentía cansada, no físicamente pero la noche anterior se había abierto a Ana y le había contado algo que era una herida abierta y que había estado intentando obviar prácticamente desde que la conoció.
M: Sintió que la respiración de la cantante cambió y se movió un poco – Te has despertado.
A: Sí – dijo con voz somnolienta – suenas bastante ronca...
M: Y tú suenas perezosa – sonrió – ayer lloré demasiado... y yo pensaba que ya me iban quedando pocas...
A: Lo siento... - Mimi se giró para mirarla.
M: No...
A: Yo prácticamente te obligué a hablarme de todo y te removí...- bajó la mirada.
M: No... ehhh, mírame – Ana la miró, estaba con los ojos llorosos – no tienes la culpa, tonta... no removiste nada, siempre está ahí. Cada día, cuando despierto, mi primer pensamiento consciente es mi hermana... y lo que pasó y eso es así tanto si te cuento las cosas como si no.
A: Yo no puedo ni imaginarme lo que es... no sé cómo reaccionaría... eres muy fuerte.
M: Negó con la cabeza – No, los que son fuertes son mis padres. No dudaron nada en dejar su vida tranquila en Granada para venir a cuidar a mis sobrinos y lo llevan todo hacia adelante.
A: Me gustaría conocerles y a tus sobrinos y a Luis
M: Y a Pipo, te dejas a Pipo – Ana la miró extrañada – es el perro...
A: Sonrió – A Pipo también.
M: ¿De verdad quieres conocer a los suegros? Es usted una valiente, Señorita Guerra.
A: ¿Lo dudabas? Te vi y me casé contigo del tirón sin conocerte... soy valiente, elijo bien aunque me haya pasado bebiendo y estoy enamorada de una mujer maravillosa...
M: Se quedaron mirando fijamente – Ahh, está usted enamorada - alzó una ceja - y... conozco yo a esa mujer?
A: Negó con la cabeza - Eso es un exclusiva, costaría mucho dinero.
M: Sonrió - Sabes qué es lo mejor? - Ana negó con cabeza- Que es una coincidencia porque yo estoy enamorada de otra mujer maravillosa – se sonrieron y acortaron las distancias para darse los buenos días con mimos.
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Tengo una noticia que es buena, empiezo a trabajar. Lo que quiere decir que puede que vaya un pelín más lento el ritmo de subidas, pero sigue adelante.
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Más que suerte [WARMI]
FanfictionLa luna, el tiempo y la oportunidad pueden llevarte por caminos inesperados... y eso, es más que suerte