Ana abrió la puerta mientras hablaba por teléfono.
A: Le dio un pico – Sí, ya te voy llamando... claro... chao, besos – miró a Mimi – era mi amiga Lara, de mi tierra...
M: Ven – se acercó a ella y le dio un abrazo para después darle un beso – he traído vino.
A: Ya te dije que no trajeras nada... pasa... ¿sabes qué? Mi amiga está embarazada otra vez... el tercero ya – iban hacia la cocina – y tiene dos años menos que yo.
M: ¿Te gustan los niños?
A: A la carbonara tienen buen sabor – dijo muy seria.
M: Soltó una carcajada – Mejor con salsa barbacoa, le da un matiz más picantito...
A: Se empezó a reír – No... la verdad es que no me planteo aún tener no siquiera sé si quiero. Siempre me ha molestado mucho que los periodistas me preguntaran para cuándo casarme y los hijos, como si preguntar por mi trabajo no fuera lo importante.
M: Seguro que a los hombres no se lo preguntan – Ana asintió.
A: Aunque, bueno, la verdad es que hace tiempo que no me preguntan, deben haberse cansado de preguntar siempre lo mismo... Mimi, ¿tú quieres tener?
M: Ehhh... bueno, la verdad es que – su teléfono empezó a sonar y ella lo miró al instante, como un acto reflejo – perdona, Ana, es mi madre – se alejó un poco saliendo de la cocina – sí... sí, no te preocupes, mamá...
MM: Hija, es la peque... le ha subido mucho la fiebre y tu padre dice que lo mejor es que la llevemos al hospital.
M: Ahora mismo voy...
MM: Perdona que te haya molestado pero he intentado hablar con Luis y no coge el teléfono.
M: Has hecho bien, no lo dudes... no tenía que haberme ido.
MM: Venga, hija, nos vemos en el hospital...
M: Chao – colgó y fue de nuevo a la cocina – Ana... tengo una emergencia familiar, debo irme.
A: ¿Qué ha pasado?
M: No es nada importante pero debo ir a mi casa.
A: Ehhh... ¿quieres que vaya contigo?
M: No, no pasa nada, de verdad... sólo lamento dejarte colgada con la pizza y la peli.
A: Se acercó y le dio un abrazo – Otro día...
M: ¿Mañana?
A: No, mañana tengo todo el día ocupado... y por la noche tengo una presentación de no sé qué invento – deshizo el abrazo y miró preocupada a Mimi - ¿de verdad que no es nada grave?
M: Le sonrió – De verdad, luego te llamo...
Miriam: ¡War! ¿Qué haces? – le dijo riendo.
A: Pues, no mucho la verdad – estaba sentada en el sillón viendo una peli y comiendo pizza – aquí en casa...
Mi: ¿Sola?
A: Pues sí... había venido Mimi pero se ha tenido que ir.
Mi: Vaya... lo raro ahora es no encontrarte con ella... ¿la cosa va en serio?
A: Esta semana no nos hemos separado más de lo necesario... por trabajo y poco más. La verdad es que estoy muy ilusionada.
Mi: Me alegro amiga... oye, ¿y si quedamos pasado mañana y salimos a correr un poco? Ya sabes, nos ponemos la gorra, las gafas y con la coleta y no nos conoce nadie.
___________________________Ricky: Pasa, Kibo, ya he terminado todo esto.
K: Perdona que haya venido tan tarde, estaba arreglando unos asuntos para poder irme el fin de semana tranquilo.
R: Se levantó de la silla de su despacho para quedar frente al abogado – Finalmente te vas.
K: Sí, pero ya te dije que podías venir, vamos un grupo de gente y...
R: No creo que a Raoul le hiciera mucha gracia.
K: A él le da igual, ya se lo comenté y a mí me apetecería mucho que vinieras.
R: No puedo dejar a Adri sólo.
K: Eso es una excusa... está Thalía.
R: Pero tiene que trabajar todo el fin de semana en el bar y justo de noche...
K: Resopló – Se puede quedar con los padres de Mimi, con ella...
R: Si es que la encuentro porque lleva una semana más que desaparecida... ¡el encoñamiento que me trae mi prima!
K: Venga – le cogió de la mano – ven conmigo...
R: Negó con la cabeza y soltó el agarre – Lo siento, no me sentiría cómodo.
K: Resopló – ¿No puedes hacer esto por mí? No te pido nada más.
R: Volvió a su asiento – Lo siento, es mi última palabra... pásatelo bien con Raoul.
K: Le miró cabreado – No dudes de que lo haré – salió del despacho como una exhalación.
R: ¡Mierda! – se levantó de la silla y le dio un puñetazo a la mesa – joder... no la puedo cagar más – cogió el teléfono, marcó y espero... nada – y esta maricona... - estaba de espaldas a la puerta y sintió que la puerta se abría – espero que seas tú, rubia...
_________________________Miriam: Venga, Ana, que no se diga – iban corriendo ambas.
A: Se paró jadeante – Joder, leona... déjame vivir un poco que no me has dado tregua y encima hablando... vamos a sentarnos un rato – se acercó a un banco y se sentó.
Mi: Está bien, floja – se sentó a su lado – yo pensé que estabas en mejor forma, que bailas y cantas y para eso hay que estar bien porque... - miró a Ana que estaba fija mirando a su derecha – y me han dicho que el gallego de la luna era primo mío... Ana!
A: La miró – Sí, claro... tiene su lógica – volvió a mirar a su derecha.
Mi: ¿Pasa algo? – miró donde miraba Ana.
A: Creo que sí – Ana no podía dejar de mirar... al principio pensó que se equivocaba pero ahora estaba segura. Mimi iba tirando de un carrito de bebé, con una niña rubita andando a su lado y un pastor alemán atado al carrito. Al poco, un hombre joven, alto, moreno y con barba se acercó a ella... la niña salió a su encuentro y se tiró en sus brazos, el hombre se acercó al carrito y le dio un beso al bebé y después se incorporó y le dio un beso en la mejilla a Mimi. Después siguieron su camino.
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UPS!! 🤔
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Más que suerte [WARMI]
FanfictionLa luna, el tiempo y la oportunidad pueden llevarte por caminos inesperados... y eso, es más que suerte