I HAVE NOTHING

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La siguiente semana fue como si Mimi no existiera. Dejó su teléfono a un lado y se dedicó a salir por la noche con Mónica, a beber hasta no poder más para así poder volver al piso y dormirse directamente durante el resto del día. Justo cuando se cumplía una semana de lo sucedido, un muy cabreado Ricky aporreaba la puerta del piso después de haber estado dándole al timbre insistentemente.

R: ¡Coño, abre ya, maricona! ¡Mueve el culo, joder! No me voy a ir de aquí hasta que no abras, rubita... que soy muy pe...

M: ¡Callate ya, maricón! – salió con el pelo revuelto, los ojos hinchados y somnolientos y una camiseta bastante corta que le cubría lo justo – entra, joder – tiró de él.

R: ¿Te parece bien? ¿Eh? Has apagado el teléfono, no tengo ni idea de dónde te has metido por las noches... tus padres están preocupados, aunque me han confesado que más por la compañía que otra cosa.

M: Se llevó las manos a la cabeza – Buenos días a ti también.

R; ¿Días? Son las siete de la tarde...

M: Tira a la cocina, voy a tomarme algo – fueron y la rubia cogió un Ibuprofeno y empezó a beber agua – no creo que haya pasado nada demasiado grave... todos sabíais dónde encontrarme...

R: Pero tienes una familia y unos amigos que nos preocupamos por ti, joder...

M: Se sentó – Pues aquí estoy – abrió los brazos – ¿para qué me necesitas?

R: Para que me expliques qué coño ha pasado... llevas toda la semana desaparecida, se nota que trasnochando... por no hablar que la War ya no lleva tus anillos y que lleva dos conciertos de la gira del reencuentro con una cara como si alguien se hubiera muerto.

M: Le miraba fastidiada – No ha pasado más que lo que tenía que pasar... he vuelto a ser yo, simplemente... ya sabes, trasnochar, beber e ir a mi bola.

R: Negó con la cabeza – No, eso no eres tú.

M: Joder, Ricky... llevas no sé cuánto tiempo diciéndome que tengo que volver a ser yo y, cuando lo hago, no te gusta...eres pelín difícil de complacer... ¿se lo pones así de complicado a Kibo o con él pasas más la mano? – sonrió socarrona.

R: Eres gilipollas... no me refería a esto cuando te digo que tienes que volver a ser tú... esa es una versión niñata de ti misma que hacía mucho que no eras...

M: Resopló – No, si Mónica tiene razón... os habéis pensado que estoy aquí para salvar a mis sobrinos, para consolar a mis padres... para ser la mujer perfecta... no me dejáis en paz...

R: Mónica – suspiró – no sé porqué no me sorprende escuchar ese nombre relacionado con todo esto...

M: Puede que sea la única que de verdad me conoce... estuvimos a punto de casarnos y

R: Y te dejó más tirada que una colilla sin darte una explicación... y ha vuelto cada vez que le ha dado la gana a ponerte la vida patas arriba... estoy segura de que alguien le dice que te ve bien y ella pierde el culo por venir a joderte...

M: ¡Cállate!

R: No deberías dejar que siga teniendo tanto poder sobre ti... ¿sabes? Tu madre me llamó preocupada cuando se enteró de que Moni estaba aquí y yo le dije que esta vez no iba a pasar nada, que estabas a otra cosa... pero parece que me equivoqué – suspiró – no te voy a preguntar qué pasó con Ana otra vez porque ella misma me lo contó.

M: Vaya, ahora sois muy amiguitos...

R: Hemos empezado a ensayar "Thinking out loud" para el maratón benéfico de baile.

Más que suerte  [WARMI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora