EL ALMA AL AIRE

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Tal como habían quedado, un poco más tarde de las 7, Mimi y sus amigos entraban en restaurante del hotel donde Ana y Aitana ya les esperaban.

M: Bueno, antes de presentaciones y tal, lo primero es lo primero – agarró a Ana por la cintura y le plantó un beso que acabó un tanto teatral echándola de espaldas hacia atrás apoyándola en su brazo

Los vítores de los amigos no tardaron más de unos segundos en producirse, así como las miradas inquisitivas del resto de clientes.

Todos: ¡Que se besen, que se besen!

Aitana: Para mí que no necesitan mucho ánimo para eso.

A: ¡Mimi! ¡Estás loca, niña!

Ricky: Tú no sabes con quién te has casado... y eso que ya está bastante calmada – soy Ricky – se iba a acercar a darle dos besos pero se paró – oye, ¿para darte dos besos también nos tenemos que casar?

M: ¡Ricardo! – le dio una colleja.

A: Reía – No, no hace falta llegar a eso... con que me pidas matrimonio será suficiente – finalmente se daban los dos besos.

Una vez hechas las presentaciones, se sentaron los seis a cenar.

Ai: ¿Estáis celebrando algo con el viaje?

Thalía: Es el regalo de cumple de Mimi, fue hace dos semanas, el 1 de abril y bueno, un viaje sorpresa.

A: ¿Cuántos cayeron? – miró a Mimi que estaba sentada a su izquierda.

M: Pues, 35.

Ai: Os lleváis 2 años, sois las dos viejunas.

R: Le tiró con un trozo de pan - ¡Niña!

A: No te las des de tanto que te saco 11 años y estoy mejor que tú – le sacó la lengua.

M: ¡Ole ahí mi chica! – se dieron un pico.

Ai: Es una pena que nos tengamos que ir mañana, ahora que las cosas se habían puesto tan divertidas.

M: ¿O vais mañana ya?

A: Sí, pasado mañana tengo un evento en Madrid y al día siguiente voy a un programa de televisión

T: ¡Qué vida más interesante!

A: Bueno, la mayor parte del tiempo lo es, otras veces es bastante estresante y te entran miedos, ya sabes, inseguridades...

T: Supongo que todas las profesiones tienen sus cosas buenas y sus cosas malas.

M: A nosotros nos quedan aún cuatro días para volver...

A: ¿Y viven todos en Madrid?

M: Sí, aunque Kibo es catalán

Ai: Como yo...

M: Thalía es de Cáceres, Ricky de Mallorca y yo soy de Granada... y , no me lo digas Ana, con ese acento debes ser gallega por lo menos – Ana puso cara rara y Mimi se empezó a reír – ya, ya sé... de Canarias...

A: He perdido bastante acento, pero no tanto...

La cena transcurría en un ambiente relajado, entre bromas y conversaciones de todo un poco.

A: Voy al baño – miró a Mimi - ¿me acompañas?

M: Claro – le sonrió y se levantaron, cogiéndose de la mano.

R: Venga, sí, que habéis empezado la casa por el tejado y os habéis saltado los polvos en los baños...

Se ganó una nueva colleja por parte de Mimi y las risas del resto de la mesa, además de los vítores de todos.

K:¡ Deja el pabellón bien alto!

M: Se giró frenando un poco – Kibo, de verdad, estar tanto tiempo con Ricky te hace mal...

 Entraron en el baño y Mimi tiró de Ana muy decidida para uno de ellos, pero Ana la frenó en seco.

A: Mimi, que tengo que mear, de verdad... ¿habías pensado que quería venir al baño contigo para enrollarnos? Que estamos casadas...eso ya no se hace - entró en el baño y cerró la puerta.

M: Se quedó mirando la puerta, alucinada – Pues... creo que yo también paso demasiado tiempo con Ricky... - decidió que lo mejor era entrar ella también.

Ana estaba empezando a lavarse las manos cuando Mimi salió del baño y se puso en otra pila para hacer lo propio. El duelo de miradas empezó en ese mismo instante, Ana con una sonrisa de medio lado y Mimi totalmente seria, con el espejo como instrumento de conexión entre las dos. Después de secarse las manos, Mimi pasó por detrás de Ana y, acercándose a la puerta, le tendió la mano girándose hacia ella.

M: ¿Salimos? – le regaló una sonrisa a la morena.

A: Agarró su mano sonriente, sin dejar de mirarla a los ojos – Claro... – impulsándose hacia adelante, consiguió empujar la puerta para que Mimi no pudiera abrir y se pegó a su espalda – Ven... - se alzó y le susurró al oído y tiró de Mini para entrar en uno de los cubículos - ¡Puta! Mira que hacen estrechos los sitios estos – entraron con algo de dificultad y cerraron la puerta.

Las "dificultades" no le impidieron conseguir su objetivo y, aprisionando a Mimi contra la puerta, se lanzó a sus labios con fuerza, siendo recibida con la misma intensidad.

M: Nena... – le dijo intentando recuperar algo de aliento cuando lograron separarse –¿ no que estábamos casadas y eso no se hace?

Como única respuesta recibió una sonrisa de su mujer contra su boca y su vuelta a la carga, pero esta vez quitando las manos de sus mejillas y bajando a su cintura para conseguir pegarse aún más, hasta que escucharon un ruido.

Aitana: ¡Mimi... Ana, salid por favor!

Ana le puso una mano en la boca a la rubia e hizo la señal de silencio acercando el dedo a su boca con la otra mano, negando con la cabeza.

Ai: Al no obtener respuesta, volvió a intentarlo – Joder... – refunfuñó – ahí fuera está el preso sombra... y ha venido con la caballería...   
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Cómo vamos?? Seguimos descubriendo más datos de ambas, espero que os vaya gustando.

Más que suerte  [WARMI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora