Una Gran Aventura en One Piece

Cap.19

Pov. Sara

–Y ahora que los veo bien todos parecen personajes de anime en específico con los gráficos de One Piece, incluso la ropa es diferente –esas palabras la sorprendieron y de inmediato se levanto, aunque con algo de esfuerzo todo su cuerpo dolía a horrores, al estar de pie pudo notar que no llevaba su ropa y que su cabello era bastante largo, sin exagerar llegaba hasta la altura de sus rodillas– ¿Sera que en este barco hay algún espejo? quiero verme –como si fuera magia apareció un espejo de cuerpo completo– Increíble aunque es un poco pequeño, así no vamos a poder vernos todos –Alex al termina de decir eso, el espejo se había estirado horizontalmente, haciéndose lo suficientemente grande– ¡Genial!

Estaba sin habla ¿Desde cuándo aparecían espejos de la nada? Negó con la cabeza y se acercó lentamente hasta estar al frente del espejo, en toda su vida nunca había sido una persona que se asustara fácilmente, incluso se atrevería a decir que no le tenía miedo a nada, además de la muerte ¡Claro esta!; pero lo que vio la aterro profundamente, lo que sus ojos veían ¡No podía ser su reflejo! ¡No podía ser ella misma! ya que la mujer que le devolvía la mirada, la miraba como si ella no valiera nada en el mundo, como si no fuera nada más que basura, en su rostro tenía una sonrisa de absoluta superioridad mostrando unos perfectos dientes, los ojos de aquella hermosa pero intimidante mujer eran fríos, muchos más fríos que una tormenta de nieve, y a pesar de eso el color rojo intenso que se podía distinguir, irradiaban un fuego tan intenso como si hubiera un incendio. El cabello de ella era liso y brillante el cual le caía grácilmente como una cascada por la espalda, era de un hermoso color blanco como la nieve.

Ella llevaba unas botas color negro con plataformas doradas que llegaban a la mitad de sus muslos, las cuales estaban decoradas con múltiples cinturones que iban descendiendo uno encima de otro hasta llegar a sus tobillos, cada cinturón tenía una hebilla en forma de gato, vestía un simple pero elegante vestido blanco ceñido al cuerpo, descotado en los brazos, en la altura del busto tenia forma de corazón justo abajo un cinturón de cuero negro realzaba bastante la impresionante, por no decir exagerada delantera de aquella mujer, el vestido llegaba a la altura de sus muslos justo arriba de las botas. 

Esa persona también llevaba un impresionante abrigo rojo en sus hombros, el que todo capitán de tripulación debía llevar, este bajaba por su espalda y ya al final se abría en dos partes,  portaba accesorios destacables como unas hombreras doradas, unos guantes de cuero negro hasta las muñecas y un brazalete que se localizaba en su brazo izquierdo además de que en su cuello colgaba delicadamente un collar  dorado en forma de gato, y finalmente llevaba en su cabeza un muy hermoso sombrero pirata el cual por si solo pronunciaba las palabras "Capitana Pirata".

Se abrazo a sí misma, y aun así la persona en el espejo no se movió esta solo bostezo aburrida cruzándose de brazos y mirándola de reojo. Si lo que pasaba era un sueño quería despertar.

–Lamentablemente para ti, esto no es un sueño –abrió a más no poder los ojos, cuando el reflejo hablo, dio un paso atrás asustada– Esa expresión de terror –dijo relamiéndose los labios– Es exquisita –una sonrisa sádica apareció en el rostro de la alvina.

Estaba conmocionada, asustada y de paso en shock, para empezar  ¡los reflejos en los espejos no hablaban!, y además ¿¡Quien era ella!?

–No tienes necesidad de saber quién soy.

¿¡Acaso me leyó la mente!?

–Si –ahora sí que estaba aterrada– Aunque me encanta esa expresión es tu cara, no puedo tardarme más, este espejo no durará mucho –levanto su mano señalándola con el dedo índice– ¡No te acostumbre a ese cuerpo, porque algún día será mío!

¿¡A que te refieres!?

Ella solo rio– Sabes te haré un favor y te diré quien soy– ella tomó con su mano izquierda el borde de su vestido y con la mano derecha se quito el sombrero e hizo una reverencia, cuando estuvo inclinada levanto la cabeza, sus intensos ojos rojos como un mar en llamas la vieron y con una melodiosa pero aterradora voz dijo –Yo soy... La Futura Reina de estos mares.