Pov. Todos
Una flecha atravesó el corazón de Mirta al igual que el de otros dos Okamas cuando vieron a Sara salir del vestidor, los tres por un momento consideraron volver a ser hombres solo para tratar de conquistar al hermoso ángel que los veía con vergüenza, timidez y un hermoso sonrojo en el rostro.
El vestido era el más sencillo que había en la tienda y aún así la hacía ver la mujer más hermosa en la tierra, un suéter de tela blanca trasparente abrazaba sus delicados brazos y hombros, debajo de la prenda la cubría el vestido de tiras que resaltaba ya de por si sus grandes senos pero que a la vez no mostraba demasiado siendo conservador, la tela de la falda algo trasparente bajaba como de una cascada de aguas cristalinas mostrando las siluetas de sus largas piernas y por últimos unos zapatos de tacón blancos.
— ¿Me veo ridícula verdad? —Preguntó finalmente Sara a sus espectadores, pocas eran las veces en la que ella había usado un vestido y estaba segura de contar todas las ocasiones con una sola mano.
—Te vez hermosa Sara-chan —Dijo Mirta saliendo de la impresión de ver a semejante belleza.
Sara no le creía pero aceptaría sus palabras ya que verse en un espejo no era una opción, ella había cubierto todos espejos que estaban en su habitación y cuando recorría el barco evitaba a toda costa los espejos.
—Innegablemente toda una belleza —Sara salto del susto al escuchar una voz en su oreja, se dio la vuelta y retrocedió rápidamente hasta chocar contra una vitrina que tenía una de las puertas de vidrio abierta, los objetos se movieron bruscamente especialmente uno en el punto más alto que se tambaleo tanto que se calló, Sara vio el objeto pero no pudo reaccionar a tiempo para esquivarlo solo pudo cerrar los ojos.
“Crack” el sonido del frasco caer al suelo se escuchó en toda la tienda, Sara algo confundida por la falta de dolor abrió un ojo y luego el otro; fijo su vista en el suelo en donde el frasco estaba roto en mil pedazos.
—Qué suerte —La chica suspiró de alivio recostándose suavemente contra la vitrina sin notar las caras serias de sus acompañantes.
—Belleza-chan ¿Eres una usuaria? —Preguntó la reina suplente Caroline de manera seria, ella había sido la recién llegada.
Sara la observó con emoción— Sí, hace poco comí una fruta del diablo pero no sé cuál era… Mi fruta tiene algo que ver con que no me hice daño ¿Verdad?
— ¿No sabes cuál es tu fruta?
—No, pero si fuera tan amable de decirme.
Caroline miro a la chica y sonrió cálidamente— Lamento decirte que no vi lo que paso, un momento el frasco estaba cayendo y al siguiente estaba en el piso.
La peli-negra se desilusiono ante eso, un Okama le palmeo el hombro reconfortándola a la vez que se agachaba para recoger los pedazos del frasco, Sara inmediatamente la iba a ayudar pero la reina suplente hablo.
—A lo que venía, Belleza-chan traje a uno de tus amigos.
— ¡Eh! —La miró confundida—. ¿Quién?
La puerta de la entra se abrió y por ella entro PJ, Sara se tensó al verlo, este vestía un vestido amarillo muy llamativo y a la vez muy pequeño para su enorme cuerpo.
—Ah Sara ¡SARA! ¡Que hermosa te vez! —PJ se apresuró a llegar a ella, aunque le resulto difícil ya que llevaba puesto unos tacones que le quedaban muy ajustados—. ¡Demonios! ¿¡Cómo las mujeres caminan con estas cosas!?
—PJ ¿Estas bien? ¿Abriste tu corazón?
—Estoy bien y no, no he abierto mi corazón… Desde pequeño siempre desee ser negro, y ahora soy un negro de más de dos metros, un vestido no me quitara mi hombría.
Las palabras de PJ habían sonado muy varoniles pero hubieran tenido mucho más impacto sin el ridículo vestido.
—Ya, ya veo —A Sara le bajo una gotita en la cabeza, de repente la tierra comenzó a vibrar, como si un gigante estuviera caminado cerca—. ¿Q-Qué esta pasado?
El Okama que limpiaba se levantó confundida como los demás cuando observo algo afuera de la ventana— ¡KYAAA! ¡Hay algo afuera! —Del susto volvió a regar toda la basura.
El grupo no perdió el tiempo y salió por la puerta para saber que sucedía, PJ colocó a Sara detrás de él todo el tiempo, una vez afuera los Okamas recibieron el susto de sus vidas al ver a un imponente dragón, y ese susto les recordó que estaban en el Grand Line y todo era posible en ese mar.
—Sebastián, Holaaaaaa —Saludo alegremente con la mano el moreno.
El dragón bufo y exhalo humo por sus fosas nasales, un humo que hizo a todos toser— Te vez ridículo con ese vestido.
— ¿Tú crees? —Sonrió—. ¿Porque estás en tu forma dragón?
Sebastián se sentó en sus patas traseras haciendo estremecer la tierra— Los okamas me querían corromper de más de una forma así que me trasforme, de esta forma no pueden ponerme ridículos vestidos o perturbar mi inocencia —Relato orgullo de sí mismo por su brillante idea—. Y si se me acercan los rostizo… Llegue aquí siguiendo su olor.
La cabeza de Sebastián se acercó a sus amigo e inhaló mucho aire haciendo que se levantaran las faldas de estos, Sara no pudo evitar chillar y bajar su falda cubriendo sus piernas y sus bragas.
—Que ropa interior tan ridícula —Dijo el dragón, Sara se sonrojo pensado que era con ella pero se dio cuenta que Sebastián se lo decía a PJ.
—Oye no te burles es bonita —PJ levanto su vestido revelando su ropa interior blancas con dibujos de gatitos.
— ¡Kawai! —Dijeron Sara y los Okamas al mismo tiempo.
—Lo vez.
—Tonterías —Él dragón rodó los ojos—. ¿Por qué demonios tienes un vestido puesto?
—Jejejeje bueno resulta que se me acabo la energía por así decirlo, me agote por usar tanto mis poderes y caí inconsciente, cuando desperté ya tenía el vestido puesto.
—Ya veo… Por el momento me quedare en esta forma los próximos cuatro días hasta que se calibre el Log Pose y nos podamos ir de esta endemoniada isla.
Los demás Okamas habían vuelto a entrar en la tiendas mientras los amigos seguían hablando, el sol se estaba ocultando dando paso a la luna que venía con la compañía de la noche.
— ¿Caro-sama porque no le dijo a Sara-chan cuál era su fruta? Para las que lo vimos es más que claro su poder —Dijo Marta sirviendo té.
—Mirta-chan… ¿Alguna vez habías escuchado de esa fruta? —Preguntó la reina suplente tomando entre sus manos una taza de porcelana.
—No, si le soy honesta nunca pensé que existiría una así.
Caroline asistió bebiendo un poco para seguidamente colocar la taza en el plato— Y no debería de existir, pero aún así nuestros ojos no pueden engañarnos.
—Entonces ¿Por qué? —Mirta se sentó tomando el azúcar para añadirlo a su bebida.
—Esos chicos son poderosos —Dijo la suplente—, los informes que me han dado las chicas me confirmas que aún no saben dominar sus habilidades, y a pesar de ello les dieron problemas a todos los Okamas que fueron tras ellos y eso es más de la mitad de país… Si ellos aprenden a controlar sus frutas serán imparables, estoy segura que cuando el mundo sepa de ellos se les irán encima, especialmente la marina y el gobierno mundial… Si se volvieran nuestros enemigos serían muy peligrosos y problemático en especial el chico dragón y Belleza-chan.
—Que sugiere Cora-sama.
—Mmmm hablare con Iva-sama estoy segura que ellos serían de mucha ayuda como miembros de los revolucionarios.
— ¡Es verdad! Iva-sama y Dragón-sama les encantaría contar con ellos, un logian tipo aire, un zoan mitológico tipo dragón, dos paramecia uno con una increíble velocidad y otro que es capaz de crear cosas de la nada y sobre todo el poder de Sara-chan.
—Solo queda esperar que ellos acepten —Caroline giro hacia la ventana donde los tres amigos platicaban.
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Una Gran Aventura en One Piece
Fanfiction//Reeditando// Ellos cinco eran tan diferentes como el día de la noche. La Primera era tímida. El Segundo era un mujeriego. El Tercero era demasiado amable. El Cuarto era un pésimo cantante de rap. El Quinto era un meticuloso perfeccionista del ord...