Pov. Leo
–Y ahora que los veo bien todos parecen personajes de anime en específico con los gráficos de One Piece, incluso la ropa es diferente –aunque estaba agotado por el uso de su poder de controlar el aire, se levanto– ¿Sera que en este barco hay algún espejo? quiero verme –por mas extraño que sonara no se sorprendió cuando un espejo de cuerpo completo apareció ¿¡Seria el cansancio!? Quien sabe– Increíble aunque es un poco pequeño, así no vamos a poder vernos todos –y justo después de esas palabras el espejo se estiro horizontalmente– ¡Genial!
Se acerco al espejo aun jadeando, cuando vio su reflejo se quedo impresionado, en verdad si era un personaje de anime.–Increíble –murmuro.
No se reconocía así mismo; su cabello para comenzar era un poco más largo y los mechones caían sin control alguno, dándole un aire rebelde a pesar de eso seguía siendo rubio pero sus hebras tenían un efecto en dorado, el azul de sus ojos eran idénticos al tono del mar, e irradiaban mucha vida. Y el traje que tenia puesto era sin lugar a dudas ¡Genial! E incluso tenía unos aretes puestos.
Consistía de botas cafés que llegaban hasta sus rodillas con trenzas color verde oscuro las cuales se entrelazaban ajustando el calzado en sus piernas, junto con un pantalón beige, poseía un chaleco negro sin mangas con botones dorados en forma de una calavera de cabeza en forma de gato que bajaban por su torso, debajo de este portaba una camisa de vestir blanca que presentaba también un tipo de pañoleta del mismo color que se ubicaba en su cuello el cual sobresalía por la abertura del chaleco, encima de todas esas prendas acompañaba una de las típicos abrigos que todo capitán pirata poseía, la cual era color verde y accesorios como las hombreras doradas y una cola la cual se dividía en dos a medida que bajaba eran los más destacables, de su cintura se colgaba un cinturón café el cual tenía como deber guardar una intimidante espada, la tomo con su mano derecha la cual estaba enguantada con un cuero marrón, la saco la espada de la funda y la vio más de cerca era una espada bastante delgada como la que se usaban en esgrima o como la que usaban los mosqueteros es su época era bastante impresionante, la guardo y siguió viéndose como último detalle, pero no menos importante, en su cabeza portaba un gran sombrero al estilo vaquero con el borde en dorado, de el caían unas grandes plumas blancas con algunas manchas oscuras, dando por terminado el asombroso conjunto.
No fue el único sorprendido cuando de un momento a otro el espejo había desaparecido en una nube de humo, eso le recordaba a Naruto. –Oye tú, el gigante de dos metro ¿Quién eres? – esa voz había sido la de Alex se volteo a verlo y realmente se veía bien con su nueva apariencia, fijo su vista en dirección a la de él y vio a un hombre bastante alto y musculo.
–Yo soy PJ –contesto formidable hombre.
Paso un segundo nadie dijo nada.
Pasaron dos segundos y parpadeo sorprendido e incrédulo.
Pasaron tres segundos y su cuerpo temblaba levemente.
Pasaron cuatro segundo y PJ pregunto– ¿Qué les pasa?Pasaron cinco segundo y esa pregunta para hacer que rompiera en carcajadas al igual que los demás, su voz no había cambiado absolutamente nada, seguía siendo la misma de aquel pequeño y frágil adolescente, y el que hablara con esa voz con el semejante cuerpo que tenia era para morirse de la risa, era igual a esos hombres que tomaba esteroides y tenia increíbles cuerpo pero la voz chillona.
Sabía que estaba mal reírse de él pero no podía detenerse.
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Una Gran Aventura en One Piece
Fanfiction//Reeditando// Ellos cinco eran tan diferentes como el día de la noche. La Primera era tímida. El Segundo era un mujeriego. El Tercero era demasiado amable. El Cuarto era un pésimo cantante de rap. El Quinto era un meticuloso perfeccionista del ord...