Pov. Sebastián
–Y ahora que los veo bien todos parecen personajes de anime en específico con los gráficos de One Piece, incluso la ropa es diferente –cuando la voz de Alex dijo esas palabras la curiosidad de saber ¿Cómo se veía en anime? apareció en un dos por tres, se levanto a pesar del dolor que sentía en su cuerpo– ¿Será que en este barco hay algún espejo? quiero verme –no había ni pasado un minuto cuando un espejo de cuerpo completo había aparecido, levanto una ceja incrédulo– Increíble aunque es un poco pequeño, así no vamos a poder vernos todos –y como si las palabras de Alex fueran mágicas, el espejo se estiro lo suficiente para que todos pudieran verse sin problemas– ¡Genial!
A pesar de estar algo a dolorido por la caída se acerco desconfiado al dicho espejo que había aparecido de la nada, aun no podía explicar cómo demonios había aparecido, a pesar de estar en One Piece eso no quería decir que ese tipo de cosas pasaran, por muy que estuviera en el Grand Line donde todo era posible. Aunque lo que más le molestaba era que al parecer era Alex el que lo controlaba, por alguna razón sentía que la temperatura de su cuerpo subía con cada minuto.
Claro que todo lo que estaba en su mente se esfumo cuando vio su reflejo, ¡En serio parecía un anime! Para empezar su cabello negro le llegaba hasta los hombros con reflejos en gris, viéndose ¡increíble! Una sonrisa apareció en su rostro y pudo ver un par de colmillos sobresalir ¿Acaso era un vampiro? La pregunta se quedo sin respuesta porque detallo un detalle muy importante en su apariencia, le salió una venita en la cabeza cuando noto el color de sus ojos, los cuales eran ¡Rosado! ¡Rosado! ¿¡Porque ¡Mierda! Eran rosado!? No tenía ni idea, Odiaba con toda su alma ese color, al fin y al cabo era el favorito de sus siete hermanas mayores, tenía traumas serios con respecto ese color, un escalofrió le recorrió el cuerpo entero al recordar esas perturbadoras memorias, se abrazo así mismo e intento olvidar observando su atuendo y detallar en qué consistía.
Unas botas hasta las rodillas color negras, seguidas de unos pantalones del mismo tono los cuales eran bastante ajustados, en cada lateral de los muslos llevaba una funda para guardar un par de armas bastantes espectaculares, saco cada una de su funda y a ambas las detalló, eran completamente negras y justo arriba del gatillo la palabra SEBASTIÁN se podía leer, sonrió con suficiencia seguro eran unas pistolas con disparos tan letales; que la sensación que debía sentirse al ser lastimado por una de sus balas sería bastante parecida a la de ser a travesado por uno de los colmillos de un Rey marino, ¡Y no es que tuviera alguna experiencia parecida! Solo que la imagen le vino a la mente, sonrió mientras guardaba ambas armas de fuego.
En su cintura llevaba un fajón rojo con bordes dorados junto con un cinturón negro encima del mismo, acompañado de una camisa sin mangas color negro cuyos botones no cumplían su función ya que su torso estaba completamente al descubierto, al igual que sus brazos, ya que el chaleco del mismo color que vestía carecía de mangas al igual que la camisa, aunque este chaleco caía por su espalda abriéndose en cuatro partes hasta casi rosar el suelo y para finalmente culminar, portaba guantes de cuero cortos sin dedos, y una pequeña pañoleta desgastada roja atada a su frente, pero a pesar de eso algunos mechones se escapaban ubicándose por encima de la tela dándole una apariencia de chico malo.
La cual no le desagradaba en lo más mínimo y como único accesorio llevaba cadena plateada que daba varias vueltas alrededor de su cuello con un dije en forma de gato, su nueva apariencia le agradaba bastante, al igual que el color negro, parecía un pirata en toda la regla, quería seguir detallándose pero en un momento a otro el espejo había desaparecido en una nube de humos.
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Una Gran Aventura en One Piece
Fiksi Penggemar//Reeditando// Ellos cinco eran tan diferentes como el día de la noche. La Primera era tímida. El Segundo era un mujeriego. El Tercero era demasiado amable. El Cuarto era un pésimo cantante de rap. El Quinto era un meticuloso perfeccionista del ord...