Pov. Sebastian
Esa mañana se levantó temprano como era su costumbre, los demás aún dormía así que decidió no despertarlos, se dio una ducha rápida y se colocó ropa cómoda, que encontró en el armario en la sección que decía su nombre y luego fue a la cabina de mando, sus ojos se iluminaron al ver la mesa de control.
Se sentó en la silla del medio y comenzó a encender el barco, este era de última tecnología como lo era un crucero o un buque de guerra, apretó unos botones y la vela principal comenzó a hacerse cada vez más pequeña hasta que no se vía, hizo lo mismo con la vela secundaria. Total no necesitaba las velas si se iban a mover gracias a los motores.
Como la noche anterior ya se habían despedido de Crocus y Laboo no pensó que será necesario quedarse más tiempo en Los Cabos Gemelos, en la noche el Log Pose se había calibrado, así que podía comenzar la aventura, encendió los motores de barco y zarparon.
Sonrió al ver la rapidez con la que iba el barco, este cruzaba el mar de manera firme y sin muchos movimientos, noto que el Log Pose que tenía incorporado la mesa de control fijaba el mismo rumbo que el Log Pose de su brazo, de esta manera podría poner el piloto automático y poder navegar incluso de noche.
Los radares de vez en cuando captaban algo, así que supuso que era reyes marinos que nadaban cerca del barco, se reclinó un poco en la silla viendo en las grandes pantallas que mostraban todos los ángulos del barco, nada podría pasar a su lado sin ser visto, rastreado o incluso grabado, nunca será capaces de emboscarlos con esta tecnología.
—Buenos días, Sebastián.
Volteo la mirada de las pantallas y observo a Leo.
—Buenos días. ¿Te desperté al zarpar?
El rubio serio— Los motores nos despertaron a Alex y a mí, en cuanto PJ sigue durmiente y Sara no sé.
—Ya veo.
—Voy a preparar el desayuno así que baja cuando te llame.
Asistió con la cabeza y volvió la vista al frente, luego de cuarenta minutos escucho a Leo llamarlo, le hecho una última mirada a todo antes de bajar, cuando llego a la cocina todos estaban allí, levanto un ceja al ver a Sara, esta llevaba ropa parecida como la que había vestido la primera que la vio.
Ella había ocultado todo su cuerpo con un suerte azul y unos pantalones blancos, aunque no sabía si ella lo hacía con el propósito de que no la voltearan a ver dos veces, y si era su objetivo había fracasado miserablemente, ya que la ropa era tan ajustada que mostraba todas sus curvas, resaltando sobretodo su busto y trasero.
—Buenos días.
—Buenos días —Contestaron los demás.
Se sentó y se quedó fascinado con la cantidad de comida que había, no por nada Leo era un estudiante de cocina, todo lo que había era de excelente calidad y se veía delicioso, comenzó a servirse en un plato lo que más le llamaba la atención un poco de huevos revueltos, unas salchichas unos panes que parecían recién horneados que desprecian un olor exquisito.
Todo estaba delicioso, mientras comía tomo una taza de café iba a beber pero el leve vapor que desprendía le advirtió que aún estaba caliente así se dedicó a soplar para enfriarlo.
Soplo una vez nada ocurrió.
Soplo una segunda vez nada raro paso.
Soplo una tercera vez y en vez de exhalar aire exhalo una bola de fuego que derritió la taza, vaporizó el café, y no solo eso incendio la mesa, quemo toda la comida y parte de la cola del gato.
— ¡Un extintor! —Grito Alex alejándose de la mesa como todos los demás.
De la nada apareció un extintor y PJ lo tomo y apago el incendio de manera rápida y eficiente.
— ¿¡Qué demonios te pasa!? —Grito el gato molesto con ambos ojos rojos, esto le hubiera sorprendido si no fuera por el hecho de que había exhalado fuego—. ¿¡Querías quemarme verdad!?
—No… No sé qué paso.
—Lanzaste un bola de fuego que quemo nuestro desayuno… Eso paso —Dijo PJ mirándolo mal.
—Mi akuma no mi, ¿Es lanzar fuego por la boca? —Nadie le contesto y todos se le quedaron mirando—. ¿Qué les pasa?
—T-Tú piel —Dijo nerviosa Sara.
Se observó los brazos y vio que su piel ya no parecía piel si no escamas de una coloración entre rojo con tonos rosados.
—Mi fruta es un tipo Zoan —Capto de inmediato.
— ¿Qué eres una salamandra? —Pregunto PJ.
—Un dragón —Dijo al mismo tiempo que el gato.
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Una Gran Aventura en One Piece
Fanfiction//Reeditando// Ellos cinco eran tan diferentes como el día de la noche. La Primera era tímida. El Segundo era un mujeriego. El Tercero era demasiado amable. El Cuarto era un pésimo cantante de rap. El Quinto era un meticuloso perfeccionista del ord...