Pov. Todos
Un Dragón.
Sebastián no podía estar más que impresionado de haber comido una Zoan Mitológica, claro que no pudo seguir pensando mucho en eso cuando un fuerte movimiento hizo que todos cayeran al piso.
— ¿Qué fue eso? —Pregunto Leo.
Una alarma sonó, y las luces empotradas reflejaron una luz rojiza que comenzaron a parpadear, Sebastián no perdió el tiempo y subió lo más rápido que pudo las escaleras solo para encontrar en las pantallas un tifón que se había creado de la nada y que venía directo a ellos.
— ¡Santa Madre de Dios! —Grito Alex con pánico sujetándose de la silla donde estaba el navegante moviendo el barco para salir de la trayectoria del tifón—. ¡Sebastián rápido!
— ¡Sujétense!
Los demás también habían subidos y veían con horror las pantallas, el barco se movía fuertemente de un lado a otro, los motores fueron activados para que trabajaran a toda marchar para alejarse del tifón cuando lo lograron unas nubes negras se formaron arriba de ellos.
—Eso es… —Indagó PJ acercándose más a las pantallas para ver qué era lo que caía del cielo—. ¿Granizo?... ¡Demonios!
Pequeños trozos de granizo comenzaron a caer, de manera constante hasta que los tamaños sobrepasaron el tamaño de un balón de fútbol y cada vez que caían en el agua o el navío se sentía la fuerte agitación.
— ¡El clima de Grand Line es ridículo! —Sebastián tomó el timón de manera manual esquivando los trozos más grandes que para ese entonces eran inmensos.
— ¡Derecha!
— ¡Cuidado con ese que viene hay!
— ¡Izquierda! ¡NO! ¡Tú otra izquierda Tarado!
— ¡Se dice derecha! ¡Imbécil!
— ¡No me mires! ¡Mira las pantallas!
Todos gritaban sin control algunos hasta que lograron salir de la lluvia de granizo y eso no fue todo lo que los pobres chicos tuvieron que pasar, luego de eso unos glaciales gigantes comenzaron a salir de la nada Alex y Sara tuvieron que hacer equipo para usar los cañones si no fuera por el gato no lo habían logrado.
Quien habría dicho que usar un cañón fuera tan complicando.
Después los azoto una gigantesca tormenta eléctrica, con ráfagas tan potentes que creaba olas del tamaño de tsunamis, Leo tuvo que aprender a usar sus poderes a la mala, tratando de contrarrestar los fuertes vientos con sus ventisca.
Sebastián había tenido que dejar el control de mando a manos de PJ para el detener las olas gigantes que se les venían encima, ¿Cómo lo hizo? Facil transformándose en Dragón, primero había intentado escupir fuego pero más rápido que tarde se dio cuenta que sus llamas no eran muy potentes y con unos cuantos consejos del gato había logrado trasformase, su ropa rasgada había terminado en el suelo de la cubierta, el barco se había tambaleado mucho más a causa de inmenso tamaño del animal, su cuerpo entero era cubierto por escamas rojizas levemente más oscuras en el pecho, filosas y largas garras de color oro al igual que los cuernos que salían de su cráneo y dos grandes y fuertes alas.
Estaba vez los rugidos de fuego habían ayudado bastante, cuando la noche había caído y el clima (El cual parecía que se calmaba en las noches) les daba un tregua descansaron, esa noche Sebastián tubo que dormir en la cubierta ya que no logró transformarse en humano, y eso de alguna manera fue bueno ya que a la mañana siguiente apareció un rey marino.
Sobra decir que el desayuno fue estupendo, aunque para Sara fue incomodo ya que de alguna manera el navegante había logrado regresar a la normalidad y por lógica estaba desnudo, PJ había pasado con ella esa mañana mientras estaba desmayada.
Tres días después el clima se había estabilizado en la tarde después de almuerzo, decir que no estaban agotados era decir mentira.
— ¡Chicos! ¡Venga a ver esto! —Llamo PJ viendo de unos binoculares, uno en uno se fue acercando, cuatro binoculares aparecieron en sus manos.
— ¡Una isla! —Dijo emocionado Leo.
— ¡Por fin! —El tono de Alex era emocionado.
— ¡Será bueno tocar tierra firme! —Comentó Sebastián.
— ¡Esperen un minuto! —Dijo Alex incrédulo, restregándose los ojos para volver a ver por los binoculares—. ¡Esto tiene que ser una broma!
— ¡No puede ser! —Todo tipo de alertas se activaron en el Cerebro de Sebastián.
Alex comenzó a reír como un loco, Sebastián lo secundo a la vez que Leo, los tres parecían maniáticos.
—Oh vamos chicos no puede ser tan malo —Les dijo PJ, la isla a la cual se acercaba era la pesadilla de cualquier hombre.
Sara miro preocupada a los chicos y en dirección a la isla sin saber que hacer o decir.
—Será mejor que se preparen —Dijo el gato llamando la atención de todos—. Y bienvenidos a la primera isla que pisaran en el Grand Line… La isla Momoiro, Bienvenidos al Reino Kamabakka.
Hola mis queridos lectores…
¿Alguno se había imaginado que esta iba a ser la primera isla que visitarían nuestros Otakus? Supongo que no…
Ya sabemos tres de las cinco frutas del diablo que comieron los chicos…
¿Quieren tratar de adivinar cuál serán las de Sara y Alex?
¿Por cierto nuestro gato necesita un nombre? Como otakus que somos díganme el nombre de un gato de algún anime famoso y el nombre más repetitivo será el nombre de nuestro gato.
Por cierto nuestros amigos se encontrara con un Almirante ¿Pero quién será?
Akainu
Kizaru
Aokiji
Comente cual quieren que aparezca.
Muchas gracias a aquellos que siguen la historia, la votan y la comentan o los que simplemente la leen.
Besos
SaraDragonil1
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Una Gran Aventura en One Piece
Fanfiction//Reeditando// Ellos cinco eran tan diferentes como el día de la noche. La Primera era tímida. El Segundo era un mujeriego. El Tercero era demasiado amable. El Cuarto era un pésimo cantante de rap. El Quinto era un meticuloso perfeccionista del ord...