Pov. Todos
El crujir de una rama le advirtió a Sebastián que algo o alguien se aproximaba, el viento estaba en contra por lo cual no pudo reconocer su aroma, resignado abrió los ojos los cuales brillaban en la oscuridad que proporcionaba la noche, sus pupilas rosadas rasgadas cual reptil se fijaron en la dirección del sonido de pisadas, las cuales se acercaban cada vez más y más hasta que en su línea de visión apareció PJ vistiendo aún el ridículo vestido amarillo, puedo observar que en una mano llevaba un par de tacones y en la otra lo que parecía ser una cesta.
Al descubrir que no era una amenaza se relajó.
— ¿Qué haces aquí? —Preguntó a la vez que se sentaba en sus patas traseras y lo veía desde arriba.
— Te traje la cena —Contestó en el mismo momento que levantaba una cesta de picnic.
Sebastián observo dicho objeto con cautela, como dicho objeto fuera una gran amenaza, tuvo que resistir la tentación de quemarlo.
—No quiero —Hablo después de un tiempo recostando en el suelo y recostando su cabeza en sus patas delanteras, sin despegar sus ojos de su nakama.
— ¿Por qué no? —El medico ladeo la cabeza, la confusión era clara en su rostro.
Sebastián tuvo que abstenerse de bufar— Lo más seguro es que esos Okamas hallan puesto algo en la comida. Seguro que algún tipo de droga para dormirme… ¡Yo que sé!
— ¡OYE! —Se quejó ofendido el moreno—. Primero, para tu información Sara fue quien preparó la comida. Y dos soy el medico del barco, jamás participaría para drogar a alguien —PJ se sentó comenzando a sacar unos sándwiches de la cesta—. ¡Además tu sentido del olfato te permitiría saber si la comida esta envenenada!
Sebastián lo miro con el ceño fruncido, él estaba ofendido ¡Prácticamente PJ lo había llamado perro por su sentido del olfato! Pero a regañadientes tuvo que aceptar que no era una mala idea, se acercó a la cesta y olfateo, pan, tomate, lechuga nada olía raro y su instinto no sentía peligro, Sebastián se paró en su cuatro patas y ser irguió en todo su tamaño, movió su cabeza observando en los alrededores.
Una vez que reviso el perímetro; estando seguro de que no había nadie alrededor intento volver a su forma humana. PJ estallo en carcajadas cuando Sebastián se convirtió en un humano con la excepción de que aún tenía una inmensa cola y su brazo derecho aún era una pata gigante, el moreno casi se orino encima cuando el navegante lo intento de nuevo, esta vez su cuerpo era de un ser humano pero su cabeza seguía siendo la cabeza de dragón en todo su tamaño.
La cabeza choco contra la tierra porque el cuerpo no lograba sostenerlo, PJ lloraba de la risa retorciéndose en el suelo, un dolor de estómago lo envolvió pero a pesar de eso no pudo parar de reír, 15 minutos más tardes Sebastián al fin había logrado volver a su forma humana. Al ver que el moreno aun no paraba de reír decidió vengarse.
Con el rostro sonrojado de la vergüenza dio un poderoso aliento de fuego.
— ¡AAAAAAAAAAHHHHHH! ¡ME QUEMO! ¡ME QUEMO! ¡LLAMEN A LOS BOMBEROS!... ¡hay me una rima! ¡ME QUEMOOOO!Sebastián observo con una sonrisa mientras PJ corría por todos lados con el vestido en llamas, el navegante no se arrepentía en lo más mínimo por lo que había hecho, le estaba haciendo un favor al mundo al deshacerse de ese horrendo vestido.
Al final PJ se había quitado el vestido el cual para ese entonces ya estaba convertido en cenizas, el fuego se extendió dejando todo a oscura y en silencio, pasaron un par de minutos en los cuales ninguno dijo nada hasta que una brisa fría rozo los cuerpos desnudos de ambos (aunque PJ aun conservaba su ropa interior con dibujos de gatitos)
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Una Gran Aventura en One Piece
Fanfiction//Reeditando// Ellos cinco eran tan diferentes como el día de la noche. La Primera era tímida. El Segundo era un mujeriego. El Tercero era demasiado amable. El Cuarto era un pésimo cantante de rap. El Quinto era un meticuloso perfeccionista del ord...