Pov. Todos
La cocina que se alzaba antes los ojos de los chicos era increíblemente hermosa, el espacio era ovalado y de gran tamaño las paredes eran blancas con burbujas pintadas a mano, lo primero que atrapo sus vistas fue un mesón ovalado casi circular con varias sillas giratorias a su alrededor, el mesón estaba unido a una isla en el centro de la estancia.
—Esta es mi cocina de ensueño —Dijo totalmente enamorado Leo.
El rubio al acercarse pudo notar que el mesón era de granito blanco, la isla contaba con dos cocinas de seis hornillas de distintos tamaños cada una y hornos incluidos, dos fregaderos a los costados hechos de acero inoxidable, se dio la vuelta para ver las alacenas empotradas de vidrio que mostraban los platos acomodados perfecta y ordenadamente uno encima de otro, en otros se podían apreciar los vasos y en otro las tazas, toda la bajilla era de color blanco.
Tal vez lo que más destacaba de todo el lugar era el impresiónate ventanal que daba iluminación natural al lugar, el cual recorría todo el espacio ovalado dando una hermosa vista al mar y al atardecer que se asomaba a lo lejos.
En la encimera se encontraban todo tipo de utensilios de cocina, los gabinetes era de un color azul celestes, Leo se acercó y abrió uno que otro gabinete encontrado los cubiertos perfectamente acomodados, las hoyas organizadas de mayor a menos y muchas cosas más.
En uno de los costados estaba un gigantesco refrigerador de color blanco, abrió una de las puertas (la cual tenía una pizarra) encontrándola llena de todo tipo de alimentos, bebidas y muchas cosas más.
— ¡Este lugar es increíble! ¡Guau! ¡Qué increíble vista! —Dijo PJ de los más emocionado recorriendo todo el lugar como si de un niño se tratara.
En el lado izquierdo había unas escaleras que daban hacia arriba y unas hacia abajo, y en el lado derecho se encontraba un sofá en forma de L en la esquina y una mesa en el centro.
Alex se sentó en dicho sofá— Es bastante cómodo.
— ¡Chicos! ¡Tienen que venir a ver esto! —Se escuchó el grito de PJ a lo lejos, Sebastián subió las escaleras seguido de Sara, muerto de la curiosidad el rubio los siguió e intrigado como los demás el Don Juan se levantó del cómodo sofá para seguirlos lentamente.
Cuando los cuatros primero chicos subieron las escaleras se sorprendieron aún más; que con la cocina, habían entrado a lo que parecía era un cuarto de control de última tecnología.
— ¡Increíble! ¡Un Puente de Mando! —Exclamó Sebastián más que maravillado—. El timón es gigantesco.
El timón o consola de control era una larga mesa que mostraba todo tipo de botones, palancas, las luces se encendieron justo cuando Alex entro al cuarto, varias pantallas aparecieron mostrando todos los ángulos exteriores del barco.
—Un sistema de visualización de 360°, navegador GPS, control de navegación, sistemas de señales lumínicas y luces de navegación, bocinas, sirenas y campanas de alarma, radar, compás giroscópico, ecosonda de profundidad, radar meteorológico con estación meteorológica y sus sensores de viento.
Sebastián dijo muchas cosas más a una velocidad impresionante, todos estaban impresionados de que conociera absolutamente todas las funciones de lo que para la mayoría solo era unos cuantos botones y palancas.
—Este barco es el sueño de cualquier capitán —Dijo fascinado el fanático de la limpieza—. Se supone que a partir de hoy viviremos en este barco... Yo seré el navegante.
Lo dijo tan seriamente que nadie se atrevió a contradecirlo.
—Bueno ya que hablamos de puesto —Hablo Leo—. Yo seré el cocinero, soy estudiante de cocina y tengo bástate experiencia, he trabajado en el restaurante familiar desde pequeño.
—Entonces yo seré el médico —Comentó PJ alegremente—. Estudio y se de medicina desde que tengo memoria.
—En ese caso yo seré el Capitán —Dijo Alex llamando la atención de todos.
— ¡NO! —Dijeron los chicos sorprendiendo a Alex por el tono de voz.
— ¡Yo seré el Capitán! —Dijeron todos al mismo tiempo, a la vez que se mandaban miradas de rencor, Sara suspiro mientras acariciaba el pelaje del minino.
—Hombres...
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Una Gran Aventura en One Piece
Fanfiction//Reeditando// Ellos cinco eran tan diferentes como el día de la noche. La Primera era tímida. El Segundo era un mujeriego. El Tercero era demasiado amable. El Cuarto era un pésimo cantante de rap. El Quinto era un meticuloso perfeccionista del ord...