Reencuentro Inesperado.

Capítulo 25

Osea el no pudo ser más estúpido, maldita sea Rose.

Decido !mandarle un mensaje a ver que responde.

Yo; Hey, cariño ♥

Sí, hay que disimular, la bomba viene al rato.

Estoy en un sitio donde el no pueda verme Arl &  Dean no se han percatado de que el está aquí, como Dean lo vea se va a cabrear.

No pasaron ni dos segundos cuando Arl se dio cuenta.

Tiene cara de asombrada— Dime que ese no es Wyatt.

—Sí, el mismo— Fingí restarle importancia.

—¿No piensas ir a ponerlo en su lugar? Porque de no ser así voy & lo hago yo— Dijo con intenciones de levantarse.

—Tranquila todo a su tiempo— le guiño un ojo.

—Mocosa, ¿Ese no es tú "Novio"?— Pregunta Dean con cara de pocos amigos.

Ay Dios que no se arruine la noche.

—Eso creo— Vuelvo a fingir que no me importa.

—¿No vas a decirle nada?

Otro más.

«Pues ya sabes lo que tienes que hacer, idiota.»

-Podrían relajarse, estoy esperando a que me responda el mensaje.

Al parecer lo llamé con el pensamiento porque me respondió.

Wyatt; ¿Estás bien?

Sí, le quité los corazoncitos.

Yo; ¿Qué haces?

Wyatt; Estoy en un bar con mis amigos.

Vuelve a mentirme. Porque no veo a sus amigos por ninguna parte.

Cada día soporto menos a los hombres.

Yo; Ah, que bien ¿En qué bar estás? :)

Wyatt: En uno que abrieron nuevo hace poco ;)

Rose le quita el celular & lo guarda en su bolso.

¿& Esta quien se cree?

Al parecer ella lo está invitando a bailar, al principio no quiere pero ella insiste tanto que termina cediendo, están bailando muy cerca para mi gusto...

¿Desde cuando soy celosa?

Oh. Por. Dios. Se están besando.

Les tomo una foto, se la iba a enviar a el, pero la estúpida esa tiene su teléfono.

—Te juro que voy ahora mismo a partirle la cara Mcquenzee— Dijo Dean levantándose de su asiento.

Lo halo del brazo rápidamente haciendo que caiga de nuevo al asiento, se que está bastante cabreado, pero no puedo dejar que el se meta en esto, esto lo arreglaré yo ¡AHORA MISMO!.

—Dejamelo a mí por favor— & le guiño un ojo al tiempo en que me levanto del asiento.

Lo abrazo por la espalda & le digo al oído;

—Oye cariño, ¿Está buena su saliva? ¿A qué sabe?

Se separa de golpe & se gira para mirarme con los ojos abiertos como platos.

—M-Mcquenzee ¿Q-que haces aquí?— Pregunta aún sin asimilar.

—Lo mismo que tú querido— Sonrío con suficiencia.—¿Pensaste que no me iba a dar cuenta de lo que estabas haciendo & de todas las mentiras que me has dicho?