Ingrid y Corinna acababan de llegar de Inglaterra, Frau Helga y Herr Nico las recibieron con alegría y tristeza al recordar que Emilia ya no viviría en Austria y que serian muy pocas las veces que podrían verla. Sus rostros demacrados no pasaron desapercibidos para el ama de llaves y el mayordomo; frau Helga creyó que seria por la separación de las hermanas, pero Herr Nico no fue engañado y no dudo en reprochárselo en cuanto Ingrid subió a su habitación.
-Lady Briest ¡ por favor dígame que no paso lo que creo que paso!
-Y ¿que cree que paso herr Nico?
-¿Por que lo ha hecho? ¿acaso no ama a ese hombre? ¡Por dios majestad! ¡¿Por que insiste en sabotear su felicidad?!- Ingrid suspiro con pesar y negó con la cabeza.
-Herr Nico su capacidad deductiva sigue impresionandome, ni siquiera me ha dejado hablar y ya me esta regañando.
-¿Es que usted no entiende? por años la tristeza a sido una sombra que no la deja vivir y ahora que la luz a traspasado esa oscuridad usted le cierra la puerta.
-No lo merezco... yo no puedo hacerle esto- Ingrid derramo las lagrimas que habia aguantado desde que regresaron - ¿Como puedo ser feliz con el cuando ni siquiera puedo garantizar mi vida? ¿cuanto tiempo más durara esta farsa? No sabes lo que viví en Londres... siento la muerte pisándome los talones, veo su rostro en cada hombre que cruza mi camino... una joven inglesa ya sabe quien soy...
-¡Que! ¿por que dice eso?
-Una joven encaprichada con el esposo de Emilia... al parecer su padre y ella estuvieron en Somogy... ella... Miklos vive en el palacio, mi tío lo convirtió conde .... ella me reconoció en las pinturas.
-¿Pero como es posible eso? ¿Como sabe usted eso?
-Yo... yo le conté la verdad al duque de Weilburg y el... bueno el descubrió esa información.
-¡¿Usted le contó al esposo de lady Emilia la verdad?! ¿En que estaba pensando?- Herr Nico se altero terriblemente.
-Ya no podía más, necesitaba desahogarme, el duque es un hombre honorable...
-¡Princesa! no debió hacerlo ¿que tal si el habla? ¡Dios mio, tenemos que sacarla de aquí!.
-¡Basta! ¿No me creerá estúpida, verdad? si hable con el es por que se que ama con locura a Emilia y también por que es uno de los nobles más importantes y ricos de Inglaterra! se que al igual que todos ustedes, esta dispuesto a ayudarme, tanto así que se aseguro de que esa joven no dijera nada.
-Espero que lo haga, por que de lo contrario todo lo que lord Frederick hizo para mantenerla a salvo abra sido en vano. Frau Helga debe saber esto, debemos sacarla de aquí.
-Her Nico, ya es suficiente. Ya le dije que el duque se aseguro de eso, no dejare a Corinna sola, ella me necesita...
-Lo siento majestad, pero eso no esta en discusión, debió de aceptar al barón y quedarse en ese lugar. Mañana mismo partirá hacia Suiza.
-¿Suiza? ¿que voy a hacer yo en Suiza?- Herr Nico agacho la mirada avergonzado, y le dio la espalda a Ingrid, no podia decirle la verdad, no aun y no hasta que estuvieran a salvo y se aseguraran de que el plan estaba completo.
-No lo se princesa, lord Frederick así lo dispuso, ahora le sugiero que descanse.
-Ya dije que no iré a ningún lado..
-Lo lamento tanto pero... ¡no me importa lo que quiera!, ya esta decidido.
Ingrid limpio las lagrimas de sus ojos y miro con el ceño fruncido a herr Nico salir de su habitación, jamas Herr Nico le habia gritado y mucho menos impuesto ante sus deseos, el padre de Corinna y Emilia se habia arriesgado mucho para esconderla y es su mente sabia que tenia que desaparecer, lo que paso con Polette era solo el comienzo, pero su corazón de nuevo le rogaba por quedarse con Corinna, ella era todo lo que le quedaba y aunque jamas saliera de la casa, permanecería a su lado.
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El Temple de la Princesa (2° Saga corazones traicionados) ULTIMOS CAPÍTULOS!!!
Historical FictionAlexandra Aneska Kovács Göröcs había conseguido una nueva familia cuando el conde de Rosenau la rescato de morir de hipotermia cerca de la frontera con Hungría, su país natal. Rápidamente se encariño con las dos jóvenes hijas del conde, que habían q...