-¿Si sabes lo que nos pasara si algo le sucediera a él verdad?- le pregunto Edmond a Huge mientras terminaban de acomodar a los hombres detrás de unos arbustos.
-¡Claro que lo se! si no soy tonto, pero que querían que hiciera, el tal Bosckai tiene bien medido al emperador, solo el me creyó, ademas él solo se ofreció, yo no lo sugerir.
-¡Es el hermano de la difunta emperatriz! ¡El príncipe de Baviera, futuro rey de Baviera!- Susurro exaltado Liam.
-¡Shh cállate! Te recuerdo que estamos de infiltrados, así que haz lo que haces cuando sales de las casas de tus amantes.- le espeto Huge.
-La razón de mi presencia aquí caballeros, es solo por la satisfacción de deshacerme de ese traicionero y usurpador de Bosckai. El buen barón me dio el pretexto perfecto que he esperado desde hace años... Se que el esta detrás de los atentados que llevaron a la muerte a mi hermana y las falsas difamaciones en contra de mi sobrino, condenándole a muerte. He esperado casi 20 años para vengarme.- dijo con resentimiento el el futuro rey.
-Lo sentimos alteza, no sabíamos lo de su hermana, aun así, fue muy arriesgado que usted viniera.- dijo el duque.
-Si no lo hubiera hecho, su amigo ya estaría muerto.
-Y se lo agradezco enormemente, pero tenemos un problema...- dijo Huge.
-¿Que quiere decir con eso?- pregunto el príncipe Augusto.
Entonces Huge les hizo una señal con la cabeza de que miraran a sus espaldas. 20 Hombres armados los habían rodeado y los tenían en la mira, un solo movimiento en falso y quedarían tendidos acribillados. Con temor, vieron al resto de los guardias Von Hallen que acompañaban a Huge y a Augusto, inmovilizados y encañonados, entonces sin que nadie les dijera nada, soltaron sus armas y levantaron las manos, todos menos el príncipe, que avanzo unos cuantos pasos al frente.
-Saludos señores, no hay necesidad de apuntarnos, solo vamos de paso.
-¿Usted es Lord Huge?- pregunto uno de ellos. Entonces Huge se emparejo con el príncipe.
-¿Quien pregunta?- los hombres bajaron las armas y el hombre que habia hablado se acerco a ellos.
-La Condesa Von Hallen. Yo soy Fedor, los esperábamos.- Liam al escuchar el nombre de Lady Corinna camino entre su amigo y el príncipe y sujeto a Fedor de la solapa de la chaqueta.
-¿En donde esta? ¡Le juro que si le han puesto la mano encima lo mato!- el hombre sonrió.
-Bendita sea la juventud y el romance- Fedor se soltó del agarre, mientras que Liam se sonrojaba por su arrebato - La condesa esta bien, si quiere verla... acompáñenos. Hay que ser cautelosos, Bosckai la busca como loco y la princesa aun sigue bajo su custodia.- ahora fue el turno de Huge para encarar a hombre.
-¿Como lo sabe? ¿En donde la tiene? si usted lo sabe, le exijo que me lleve.- pero la discusión fue interrumpida por la voz del futuro rey.
-Entonces... ¿es verdad?, la princesa Alexandra... ¿esta viva?
Todos los ojos presentes, miraron consternados al príncipe Augusto, que no hacia más que cubrir su boca para evitar el estupor de la noticia.
-¡Gracias al señor! pero como les decía, debemos movernos rápido y con cautela, hay soldados del general por todos lados así que avanzaremos en pequeños grupos de no mas de 4 y 3 personas, ya esta todo organizado. Este caballero- dijo Fedor apuntando a Chester- ira conmigo y con mi hijo con la condesa, los demás ya saben a donde ir.
-¡Espere! yo iré con ustedes también- dijo Edmond.
Fedor asintió, y rápido los movilizaron.Era admirable la organización y la logística de ese grupo de civiles, algunos parecían campesinos o granjeros a simple vista, pero su modo de andar y el lenguaje tan complejo que usaban, revelaban su pasado en la milicia. Huge y el príncipe,fueron llevados con mucha facilidad a unos cuantos metros del castillo, a lo que parecía la entrada de algún pasadizo, pero no entraron, tenían que esperar a Fedor, pues el y el otro hombre que estaba dando ordenes llamado Nikola, eran los encargados de la misión.
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El Temple de la Princesa (2° Saga corazones traicionados) ULTIMOS CAPÍTULOS!!!
Исторические романыAlexandra Aneska Kovács Göröcs había conseguido una nueva familia cuando el conde de Rosenau la rescato de morir de hipotermia cerca de la frontera con Hungría, su país natal. Rápidamente se encariño con las dos jóvenes hijas del conde, que habían q...