Ingrid observaba desde la ventana de la sala a Corinna siendo empujada en su silla de ruedas por una criada en el jardín lateral. La nueva condesa habia decaído bastante, no dormía bien y tampoco se alimentaba correctamente, además, se habia hecho más huraña de lo normal; algo que tenia a Briest preocupada y sumergida en un mar de dudas mientras Frau Helga,Gustaf y el que, según era su primo, entraron en la estancia.
-Lady Briest el señor Pietro Egorov.
Cuando ella giro ligeramente la cabeza para mirar sobre su hombro, Holstein abrió ligeramente los labios por la impresión de ver a esa dama tan elegante y hermosa ¡sumamente hermosa!, pensó una vez más cuando ella giro totalmente y le dedico una cálida sonrisa.
-Señor Egorov, un gusto conocerlo, por favor tome asiento- le indico Ingrid con la mano- Frau Helga ¿seria tan amable de mandarnos pedir bocadillos y algo de té?, Gustaf también usted tome asiento por favor.
Frau Helga miro con recelo a ambos antes de salir de la sala, el tal Pietro no le daba buena espina y no quería que la princesa se quedara mucho tiempo a solas con ellos, así que en cuanto se encontrara a una criada le ordenaría la bandeja y se regresaría a la sala.
Por otro lado, Holstein no dejaba de contemplar a la mujer frente a el; ciertamente se parecía mucho a la joven del retrato que tenia en su baúl, pero mientras que la princesa era castaña, lady Briest era casi rubia y su piel trigueña diferenciaba de la blanca de la princesa. Tomando en cuenta la joven edad en la que ese retrato habia sido pintado, solo compartían algunos rasgos. Aun así,Goddor le habia escrito que le enviaría una fotografía de la archiduquesa Sophia, pues según la joven inglesa, lady Briest era idéntica a ella.
-Señor Egorov lamento mucho su perdida- la dulce voz de la mujer lo saco de sus pensamientos y rápidamente se puso en su papel de mártir, como le habían dicho Vigo y Gustaf.
-Le agradezco mi lady, es una pena que siempre cargare en mi corazón.
-Lo entiendo, pero dígame ¿en donde dejo a su hija? Gustaf dijo que tenia una.
-He tenido que dejarla con mi hermana en Viena, ella podrá atenderla mejor que yo.
-Que terrible, separarse de un hijo... debe ser desolador- Holstein distinguió tristeza y desasosiego en su voz.
-Lo es, mi pobre esposa estaba en cinta cuando las fiebres la atacaron.
Ingrid palideció por un momento, al ser golpeada por el recuerdo de su propia imagen enferma y embarazada; desvió su rostro hacia la ventana para ocultar su dolor,evitando que pudiera distinguir el brillo perverso en el rostro de Holstein.
-Lady Briest, le agradezco que intercediera por mi primo- hablo por primera vez Gustaf.
-Aun no puedo asegurarle que su estadía sea permanente, eso solo lo decidirán las condesas, pero lo que si le puedo garantizar es que abogare por usted.
-Muchas gracias mi lady no se como pagarle su benevolencia, tratare de ser un buen empleado.
En ese momento Frau Helga entraba al lugar mientras la princesa se despedía de los hombres para después retirarse con lady Corinna en el jardín.
-Señor Egorov lady Briest es solo la dama de compañía de sus excelencias, así que no se crea privilegiado. Se encargara de la limpieza de los corrales, caballerizas y los jardines frontales al igual que Vigo y su... primo- dijo lo ultimo con sorna, algo que Holstein entendió como una advertencia.
-Por su puesto.
-Bien, Gustaf espero que no le moleste compartir habitación con su primo, así que muéstrele donde esta y explíquele que en esta casa valoramos la honestidad y la obediencia, así como el trabajo bien hecho. Esta de mas decirle que lo estaré observando, cualquier error y se va ¿Entendido, señor Egorov?
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El Temple de la Princesa (2° Saga corazones traicionados) ULTIMOS CAPÍTULOS!!!
Ficção HistóricaAlexandra Aneska Kovács Göröcs había conseguido una nueva familia cuando el conde de Rosenau la rescato de morir de hipotermia cerca de la frontera con Hungría, su país natal. Rápidamente se encariño con las dos jóvenes hijas del conde, que habían q...