Acababan de arribar al puerto y ya el duque de Weilburg las estaba esperando en el muelle junto sus dos amigos; Emilia no habia dudado en salir corriendo hacia él y eso a Ingrid le dio mucha ternura,la cual se vio interrumpida por una ola de nervios en su estomago, pues la mirada penetrante del barón de Arlongford provoco que sus rodillas se aflojaran un poco; aun así, camino detrás de Corinna con la frente en alto y con la espalda erecta, interrumpiendo el beso entre su pupila y el duque.
-Lady Corinna, lady Briest. Es un placer volver a verlas-dijo Chester dando un pequeño besamanos a Corinna, pero con toda la arrogancia del mundo ella se soltó, cortando el contacto.
Huge, rompió la tensión del momento tomando la mano de la joven y saludándola del mismo modo, notando la mueca agria de Liam al ver que la condesa le regresaba una cálida sonrisa .
-Lord Arlongford,es un verdadero gusto verlo, ¿no es así, Ingrid querida?
-Por supuesto, un verdadero gusto- Contesto Ingrid mirando de reojo a Corinna con recriminación.
-Lady Briest, luce usted muy hermosa, al igual que las condesas. ¿Me permite acompañarla al carruaje mi lady?
Ingrid no pudo evitar sonrojarse cuando el hombre le guiño el ojo, y aprovechando la indisposición de Corinna hacia el vizconde, le "sugirió" acompañar a la condesa., lo cual pareció entender el hombre, como una razonable idea, al escuchar a Liam quejarse por ser Ignorado por la joven.
Lord Weilburg le habia ayudado a Emilia a subir primero, para después ayudarle a ella, quien no dudo en sentarse en medio del asiento para evitar cualquier contacto con el barón. En cuanto comenzaron a andar, el duque y Emilia intentaron hacer una charla amena.
-Lady Corinna, ¿que tal le va como condesa?, en la ultima carta de su hermana me decía que era usted una magnifica administradora.
-Mi hermana fue muy amable al decirle eso, la verdad me a costado un poco de trabajo adaptarme a las nuevas obligaciones, pero el señor Straus ha sido muy paciente conmigo, y sin deseos de sonar arrogante, he de decirle que soy muy buena con los números.
-Eso es maravilloso condesa, ¡sera usted la primer mujer en superar a los hombres en cuentas y negocios! - hablo el barón con tono alegre.
-¿Tal vez le gustaría hacer algún negocio con su futuro cuñado?- Se atrevió a preguntar Chester.
-Esa seria buena idea, ¿que dice mi lady? ¿se anima a hacer negocios conmigo?
-Si me ofrece una buena oferta, ¡por que no! así tendría un motivo para viajar a Steinach y vería mas seguido a mi querida hermana.
-Tu podrías visitarnos también hermana.
-Creo que ya habíamos aclarado que este seria el ultimo viaje que haría a Inglaterra hermana.
-¿Algún motivo en especial?- pregunto Chester sin importarle que todas las miradas se fijaran el.
-A mi lady no le gustan los barcos- dijo Ingrid.
Edmond al ver el cruce de miradas asesinas entre su futura cuñada y su amigo, saco a relucir la fiesta de uno de sus socios que seria en dos semanas y que tenia intención de ser el baile que los presentara ante la sociedad como prometidos a el y a Emilia.
En cuanto llegaron a la residencia del del duque en Londres, Huge se colo a la habitación que seria la de Ingrid y se escondió en el baño hasta que ella se quedo sola. Su Virilidad no tardo en reaccionar en cuanto la primera prenda del vestido fue retirada, y la sangre en sus venas se inflamo al verla solo con el corsé y la camisola puesta; no pudo resistir la tortura y con pasos muy quietos camino hacia ella mientras se soltaba las horquillas del cabello, sujetándola por la cintura y depositan dándole un beso en el cuello. Lo que no se espero fue que ella comenzara a gritar aterrada.
-¡Ingrid, tranquila, soy yo... mírame soy Huge !
Ingrid,al enfocar sus ojos en el hombre que le habia tapado la boca, y verificar que era él, comenzó a llorar y se derrumbo en el piso, una vez más sus nervios y su pasado golpearon su mente. No pudo evitar aferrarse a los hombres del barón, cuando este, se arrodillo con ella y la abrazo con fuerza, mientras le hablaba con voz suave en el oído.
-Perdóname, de haber sabido que te asustarías de este modo, no lo hubiera hecho. Mi bella Ingrid lo lamento tanto, por favor ya no llores.
-Nunca vuelvas a hacerme esto, ¡Jamas vuelvas a hacerlo!...moriré del susto- Hablaba con voz trémula entre sollozos.
-Jamas, te lo juro,pero por favor ya no llores, extrañe tanto tus ojos que lo ultimo que quiero es ver lagrimas en ellos- Huge le dio dos dulces besos en cada ojo, limpiando con sus labios las lagrimas y logrando que el cuerpos de la mujer se relajara un poco entre sus brazos.
Ese pequeño gesto logro borrar las horribles imágenes de la cabeza de Ingrid y al abrir los ojos, se perdió en la tierna mirada que él le dedicaba. Apunto estuvieron de besarse cuando la puerta se abrió de repente, pero la intrusa no logro percibir al acompañante de Ingrid, por que el se habia esfumado de la nada.
-Ingrid ¿que paso? ¿estas bien? Te escuche gritar y me asuste mucho- Ingrid se dejo abrazar por Emilia.
-Lo lamento es que yo... vi una araña en la cama y me asusto.
-Pero si estas pálida y con los ojos llorosos, ¿no me estarás mintiendo verdad?- Briest negó con la cabeza- ¡No sabes el susto que me metiste! en este instante le digo a Edmond que mande a sacudir toda la habitación.
-Lo siento... tal vez exagere un poco, no creo que sea necesario, estoy segura que el servicio del duque ha hecho bien su trabajo, fue solo una arañita.
Emilia vio el nerviosismo en la cara de Ingrid y la manera discreta en la que miraba para todos lados, como buscando algo o alguien, entrecerró los ojos.
-Bueno si así lo crees, esperemos que "ninguna otra arañita" te vuelva a incordiar- dijo eso con un tono elevado de voz y con sarcasmo, haciendo obvio el hecho de que ya la habia descubierto acompañada y salio de la habitación.
En cuanto la puerta se cerro, Huge salio de su escondite y suspiro con alivio mientras que Ingrid lo miraba con reprobacion por salir rodando debajo de la cama.
-No me veas así querida, tuve que hacer uso de mis dotes de escape para que lady Emilia no me pillara.
-Ni siquiera voy a preguntar el origen de "tus dotes" y para tu información si te descubrió, solo que no quiso avergonzarme.
-¿Son celos lo que percibo?
Ingrid se incorporo con molestia y se limpio la cara con el dorso de la mano, habia intentado no sonar celosa pero no le funciono. Coloco las manos en jarras y arqueo una ceja indignada.
Huge se sacudió la ropa y se acerco a ella, la abrazo mientras besaba sus labios con un piquito.
-¿Eso quiere decir que me extrañaste? ¿Que pensaste en mi?
-No me dio opción mi lord, un ridículo ramo de flores me lo recordaban a diario- dijo soltándose de su agarre.
-Las flores no eran ridículas, lo ridículo es que intentes ser indiferente cuando ambos sabemos de sobra que deseabas esto...
Ingrid no tuvo tiempo de reaccionar de forma negativa,no cuando el tenia toda la razón. Las flores eran hermosas al igual que las notas que guardo con recelo y mucho más razón tenia, por que ni un solo día habia dejado de desear estar de nuevo entre sus brazos perdiéndose en el más exquisito de los pecados: el deseo.
Una vez más ella y Huge sucumbieron a la pasión, y satisfechos, intentaban controlar sus respiraciones agitadas mientras se abrazaban entre sabanas. Ingrid se recostó en su pecho escuchando los latidos de su corazón, relajada y deleitándose con las caricias que le daba en su espalda. Por otro lado, Huge sonreía como un bobo al verla descansar, sabia que las flores y las notas funcionarían, y aunque se mostraba quisquillosa cuando llego,estaba convencido de que ahora si habia conquistado su corazón. Solo le faltaba averiguar que es lo que le escondía y la tenia muerta de miedo.
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El Temple de la Princesa (2° Saga corazones traicionados) ULTIMOS CAPÍTULOS!!!
Historical FictionAlexandra Aneska Kovács Göröcs había conseguido una nueva familia cuando el conde de Rosenau la rescato de morir de hipotermia cerca de la frontera con Hungría, su país natal. Rápidamente se encariño con las dos jóvenes hijas del conde, que habían q...