Hola, hola ya se que estoy super retrasada, pero es que hay tantas ideas en mi cabeza y no sabia como plasmarlas, así que (aun que no soy muy fan de dividir capítulos) dejare el capitulo 30 en partes, para no ponerlo todo junto y no se les haga tediosos. Este es un capitulo importante y decisivo así que espero sus comentarios y sus votos.
¡Besos a todos y todas!
Alexandra, aun estaba en shock, el medico habia ido a revisarla para comprobar su estado de salud, y tras preguntarle, el le confirmo lo que Miklos le habia dicho: estaba embarazada de aproximadamente de 3 meses. ¿Como es que no se dio cuenta? ¿Como pudo haber pasado? lord Frederick le aseguro que, según la partera, ya no podría encargar más progenie por el parto tan difícil que tuvo, sin embargo, una nueva vida crecía en su interior. Un hijo, un hijo de Huge... su querido Huge. Por un momento se sintió devastada, y una vez más deseo morir. Entonces miro a la joven que estaba recostada junto a ella y los recuerdos llegaron a su mente.
"-¿A baba, hol van a baba? (mi bebe, ¿donde esta mi bebe?).- Las pesadillas la despertaron y la voz de un hombre intentaba tranquilizarla.
-Tienes que calmarte, el bebé ... murió. Lo siento mucho, hija mía.
-Nem, ez nem lehet igaz, a férjem ... hol van a férjem? (No, esto no puede ser cierto, mi esposo ... ¿dónde está mi esposo?)
-Mi pequeña, el... no sobrevivió.
-Estoy sola, ya no tengo nada por lo que vivir . Dejen que muera, quiero estar con mi familia.- Lloraba con amargura y dolor.
-Alexandra, véame a los ojos- el hombre le habia sujetado el rostro- Yo le ruego que no se deje vencer, yo cuidare de usted siempre, y le juro por lo mas sagrado que un día la pesadilla terminara y usted volverá a ser feliz.- Alexandra se abrazo con fuerza al hombre y dejo que su dolor fluyera en cada lagrima derramada.
-No puedo... dios me ha abandonado.
-No mi niña, a sido dios quien la a salvado, aun tiene un camino que recorrer, se que duele terriblemente, y que no hay palabras que le consuelen; pero yo estoy dispuesto a quererla como a una hija y a velar siempre por su bienestar.- Por encima del saco del hombre, Alexandra vio a dos pequeñas entrar y acercarte a ellos con preocupación en los ojos.
-Señorita, no llore... mire le trajimos unas flores.- dijo una de ellas al momento que le extendía el pequeño ramo de floresillas.
-Corita, ahora no nena, lleva a tu hermana al jardín.
Alexandra se soltó del hombre y limpio su rostro, alcanzo las flores y las pequeñas le devolvieron la mas radiante de sus sonrisa.
-Padre, ¿ podemos quedarnos un rato con la señorita? tal vez así ya no se sienta triste- dijo la otra niña.
-No lo creo pequeña, ella debe descansar. Perdone a mis hijas, no la molestaran.
-¿Sus hijas?- Alexandra contemplo al hombre que la habia salvado, no era muy mayor y su rostro irradiaba amabilidad y confianza. Recordaba que se llamaba Frederik conde de no se que.
-Pero que modales los míos, ellas son mis hijas Corinna y Emilia, niñas.- las pequeñas hicieron una pequeña reverencia y se quedo hipnotizada con esos grande y marrones ojos que la observaban con ternura e inocencia."
Su querido Frederick, el y sus amadas hijas y todos en Steinach le regalaron su mas sincero amor y cariño para que pudiera sobrevivir a la pena y al dolor. Le habia regalado una nueva vida y cuidado de su querido Oszkár. ¡Por dios, como es que deseara morir! Ahora tenia tantas razones para pelear contra Miklos, el amor por sus hijos, por sus queridas niñas, y la esperanza de volver a ver a su querido barón.
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El Temple de la Princesa (2° Saga corazones traicionados) ULTIMOS CAPÍTULOS!!!
Ficção HistóricaAlexandra Aneska Kovács Göröcs había conseguido una nueva familia cuando el conde de Rosenau la rescato de morir de hipotermia cerca de la frontera con Hungría, su país natal. Rápidamente se encariño con las dos jóvenes hijas del conde, que habían q...