La fiesta de los Pickle era una de las favoritas de la alta alcurnia en Londres, no eran nobles pero si una de las familias más adineradas y con importantes amistades y socios, como lo era el duque de Weilburg, que entraba de la mano de su hermosa prometida en el salón de baile, provocando que una rubia echara lumbre por los ojos.
Polette habia hecho un berrinche monumental cuando su amiga Gwen le contó sobre lo que se rumoreaba sombre el duque y la extranjera, basta con decir que tuvieron que re-modelar la sala de té de su casa. Pero ya tenia todo planeado, esa misma noche obligaría al duque a cascarse con ella. Durante la mayoría de la velada se la paso observando a la estúpida de Emilia y a la tonta de Briest, desde que habia regresado de Hungría no habia dejado de recordar todo lo que habia descubierto en la casa del tal Miklos.
La ultima noche que estuvo en ese lugar, se habia atrevido a meterse al despacho de ese hombre y se habia escondido entre las cortinas cuando el general entro acompañado de un hombre igual de extraño que él. Para su conveniencia los hombres hablaban en francés, lengua que no dominaba al 100%, pero que entendía lo suficiente como para descifrar que la tal "princesa"no estaba muerta si no escondida, no le costo atar cabos. De todos modos lo que a ella le interesaba era deshacerse de Emilia así que en cuanto el duque se separo de ella, hecho a andar su plan.
-Su excelencia, es un placer volver a verlo.
-Lady Walter, el placer es mio-dijo sin ganas Edmond.
-Mi lord me preguntaba si usted podría ayudarme a buscar a mi padre, hacer rato que lo he perdido de vista y me siento un poco desmejorada de salud- Polette fingió un mareo logrando que Edmond la sujetara antes de caer.
-Permita que le traiga algo de agua mi lady.
-Que pena me da con usted milord, ya he tomado un poco y sigo en la misma condición, tal vez un poco de aire pueda ayudarme, este salón esta a reventar.
-Buscare a alguien que la acompañe- Esta vez Polette fingio tener nauseas logrando su cometido.
En cuanto llegaron a las escaleras del jardín Polette se hecho a los brazos de Edmond, con falsas lagrimas esperando el momento en que Gwen llegara con un grupo de personas y así comprometer al duque.Pero jamas apareció.
-¿Que esta haciendo? le exijo que me suelte- le espeto el duque mirándola con indignación.
-No tiene por que fingir, yo se que no le soy indiferente... Edmond yo lo amo, lo ame desde que lo vi... ¿que no lo entiende? es a mi a quien debe desposar- Polette se abrazo de su cuello y lo beso, pero con furia el duque la sujeto de los hombros y la zarandeo.
-¡No vuelva a ponerme la mano encima, porque olvidare que soy un caballero! ¡Escúchame bien mocosa malcriada y caprichosa, lo único que siento por tu estúpida existencia es asco y fastidio! ... no sabes cuan irritante me eran tus tontos intentos por llamar mi atención, la única mujer que esta a la altura de mi afecto es Emilia y es a la única mujer que desposare, así que más te vale que JAMAS te cruces por nuestros caminos por que me asegurare de que sepas quien es Edmond Graham ¿Entendiste?
-¡Como se atreve a hablarme de ese modo! ¡Yo soy la hija del maques de Mayne, intimo amigo del primo de rey! esta ofensa que me ha hecho se la cobrare con creces- Polette comenzó a arañarse con las uñas los brazos y a rasgarse la ropa.
-¡Estas loca! ¿Que haces?- los ojos de Weilburg estaban atónitos mientras veía a la joven lastimarse.
-¡Por favor! ¡Auxilio! Alguien por favor! ¡ya basta,basta!
-¿Que haces? estas demente.
Los gritos de la joven alertaron a un pequeño grupo de personas que estaban cerca de un balcón y de inmediato varios caballeros corrieron a auxiliarla. Emilia , Corinna e Ingrid estaban en una mesa acompañadas de el vizconde y el barón preguntándose el porque de tanto movimiento hacia el jardín. Cuando el murmullo de la gente fue imposible de seguir ignorando la mas joven de las condesas de Rosenau comenzó a abrirse paso entre la multitud, seguida de Ingrid y el barón, dejando atras a Corinna y a Chester; la escena que encontraron fue desoladora.
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El Temple de la Princesa (2° Saga corazones traicionados) ULTIMOS CAPÍTULOS!!!
Historical FictionAlexandra Aneska Kovács Göröcs había conseguido una nueva familia cuando el conde de Rosenau la rescato de morir de hipotermia cerca de la frontera con Hungría, su país natal. Rápidamente se encariño con las dos jóvenes hijas del conde, que habían q...