London

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El sonido de la puerta alertó a la mujer. Odiaba los días de lluvia y esperaba que no fuera lo que temía. No podría soportar que una madre abandonara a un bebé en la entrada, debajo de esa tormenta. 

Abrió la puerta y se sorprendió de lo que vio. Meses sin saber de él y la imagen no era alentadora. 

  —¿No tenía noticias de ti y vienes a casa con un policía? ¿Qué edad tienes SeongWu? Esto no te pasaba desde los 15.— la mujer suspiró.— Lo siento oficial, ¿ahora qué hizo?  

Ong soltó una risita. La había extrañado tanto. 

—¿Cómo sabe que soy un policía si no porto mi uniforme?— cuestionó Daniel. 

Ellos habían viajado durante horas, SeongWu le indicó a Daniel una de las miles de bases en Estados Unidos para dejar el helicóptero escondido. De allí tomaron un avión para regresar a Londres. Durante días se quedaron en diferentes lugares para verificar que nadie les seguía la pista. 

Daniel se sorprendió cuando SeongWu lo llevó a un orfanato durante un día de lluvia. Dijo que era su hogar. 

—Aquí crecí— soltó Ong cuando la señora los invitó a pasar.—Me intentaron adoptar cuatro veces, pero siempre terminaba volviendo aquí. ¿No es cierto BoA?

La señora se detuvo. Los hizo pasar a su oficina, la mujer tenía cerca de 60 años, era la directora de aquel agradable lugar, nada parecido a donde habían estado anteriormente. 

—Sí, pero por tus poderes siempre asustabas a tus futuros padres— dijo la mujer verificando que nadie los oyera. 

Ya dentro de la oficina, los hizo sentarse. 

—Soy Kwon Boa, directora del orfanato, crié a SeongWu y a muchos niños cuando era más joven— Ella se veía amable. 

— Soy Kang Daniel... Y no me ha respondido, ¿Cómo sabía que soy policía?—  habló el chico, tenía una mala espina. 

—Nunca olvido una cara, hace cinco años, en las calles de Shoto, hubo un incendio en casa de mi hija, ¿Lo recuerdas?— preguntó la mujer. 

—La mujer con una bebé quienes se quedaron atrapadas, los bomberos no llegaban— mencionó Daniel recordando, fue uno de sus primeros casos. 

—Y ocurrió un milagro, el fuego empezó a cesar, era como si alguien hubiera echado agua dentro de la casa, yo estaba fuera, vi a un policía escondido tras los arbustos. Pensé que acordonaba el área, hasta que lo vi escabullirse dentro de la casa, estaba tan molesta— contó Boa— ¿Eres especial cierto? ¿Eres como Ong? Lo entendí después de mucho tiempo. Tienes poderes de agua. 

Daniel se sintió un poco incómodo. SeongWu asintió, en esa mujer pondría su vida, le tenía mucha confianza. 

—Son poderes de hielo— mencionó Daniel. 

— Asombroso, puedo preguntar ¿cómo se conocen?— cuestionó la directora intrigada y emocionada.— Siempre he creído que Ong estaba en malos pasos, aparecía y desaparecía por meses y siempre dona cantidades muy grandes de dinero. Pensé que se dedicaba a vender drogas o algo peor. 

Ong y Daniel quisieron reír, Niel observó a Ong y en esa linda sonrisa que hacía cuando estaba nervioso, temía que su secreto fuera revelado, hay ciertas cosas que Boa no debía saber. 

— Es un agente encubierto, es policía como yo, se infiltra en lugares peligrosos gracias a su poder, él no está en malos pasos— soltó Daniel encubriendo a su compañero. 

  —Menos mal, por un momento creí que era algo malo, por eso las enormes cantidades de dinero que tenías, ya te lo dije SeongWu, nosotros podemos subsistir sin ese apoyo, mejor deberías casarte y adoptar, a ellos les haría mucha ilusión— mencionó Boa con una sonrisa. 

—No hablemos de eso, me gusta ayudar— Ong suspiró— Este lugar es mi hogar también. 

—Por cierto ¿Qué los trae por aquí?— preguntó Boa. 

—Nos estamos escondiendo— aclaró Ong— Estaremos inactivos hasta que se calmen las cosas, así que volví, ¿hay algún problema si nos quedamos en mi habitación? ¡Prometo dar clases para ayudar! 

—Me alegra que estés aquí Seong, pero de verdad deberías evitar regresar, ésta es la última vez que te quedas aquí, ya te dije cuál es la condición para que vuelvas.— aclaró Boa.— Solo porque Daniel salvó a Kahi y a Sana hace años. 

—Gracias Boa—Seong se levantó de su lugar y le dio un beso en la mejilla a la mujer. 

—Vayan a dormir— soltó ella y los los mandó fuera de su oficina. 

El cambiaformas guió a Daniel por un enorme pasillo, pero en vez de subir las escaleras las bajaron, había una puerta cerrada, Ong, convirtió su dedo en una llave, empujó y pareció tirar miles de ollas que se encontraban detrás de la puerta, haciendo un escándalo. 

Vio cómo un hilito colgaba de la cerradura, suspiró resignado. En cualquier momento aparecerían esos dos, el sonido era para alertarlos, estaba casi seguro. 

  —Ven— Ong encendió la luz, era una habitación de adolescente. Posters, instrumentos musicales, una televisión, una cama y aire acondicionado.   

  —¿Tu habitación de rebelde?— preguntó Daniel. 

—Me castigaban mucho encerrándome aquí, poco a poco lo convertí en mi hogar y Boa no se negó, disculpa el desorden, sólo vengo algunas veces al año, no estoy siempre, por cierto, gracias por lo de antes, no quiero que ella se entere que soy un asesino— mencionó el de cabello negro. 

—Podrías simplemente dejarlo y hacer otra cosa— soltó Daniel. 

—Mi amigo es el vendedor de drogas más influyente del mundo y matar es lo único que sé. Parece muy difícil cambiar de profesión a estas alturas.— SeongWu se sintió molesto. 

Empezó a buscar unas cobijas en un estante, allí guardaban las cosas de invierno, posiblemente ya las estarían ocupando los niños, estaban a mediados de septiembre. Vio una colchoneta y la bajó. Luego se acercó a la cama y sacudió el colchón para evitar que el polvo y las arañas siguieran sobre él. 

—Duerme en el colchón, yo dormiré en la cama— ordenó SeongWu. 

Daniel no renegó, se quitó su mojada chamarra y simplemente se tiró sobre el lugar que el cambiaformas había preparado. Cuando era niño dormía en cualquier lugar que pudiera, amaba dormir, pero a veces las necesidades hacían que no disfrutara sus horas de sueño. A veces dormía con hambre, o con frío, era horrible no tener una familia.

Se acostó y Ong hizo lo mismo, se cayó en el colchón y apagó la luz. 

—Mañana me iré temprano— dijo Daniel— Debo reportarle a mis superiores por qué desaparecí por tanto tiempo. 

—Pensé que habías pedido vacaciones— dijo Ong observando el techo. 

— Sí, pero se acabaron y no me reporté, quizá ya ni trabajo en la estación—Kang sonrió con melancolía.                

Ellos guardaron silencio. Los dos habían escuchado unos pasos afuera de la habitación. Eran demasiado rápidos para ser de Boa. Se pusieron alerta. 

La puerta se abrió y se cerró inmediatamente, los pasos llegaron hasta la cama. El visitante tomó una almohada y golpeó el colchón. Con la oscuridad de la habitación no se podía ver nada. 

  —¡No está!— gritó preocupado. 

—Nos oyó y escapó— Susurró otra voz. 

—Quizá solo cambió de forma y nos está viendo. SeongWu, no saldrás vivo de aquí— advirtió con su voz seria. 

Daniel inmediatamente encendió la luz. Apuntó con su mano a las figuras en la oscuridad y se sorprendió. 

—¿Quienes son ustedes?— preguntó sorprendido.          


Continuará.... 

:)

YA ME VOY ALV

Moon&Sun (OngNiel - W1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora