El objetivo de Louis Tomlinson [LIBRO II]

4. Again

"I wanna be your lover

I don't wanna be your friend

You don't know what you got 'till it's gone, my dear

So tell me that you love me again."

-¿Se puede saber qué coño es lo que acabas de hacer?

Giro la cabeza en su dirección, después de haber clavado el último cartel. Miro a Ana y le muestro una sonrisa. Supongo que ya ha entrado en Instagram y ha visto todas mis recientes publicaciones.

-Unirme al enemigo.

-¿Tú estás loca?

Empiezo a andar por el pasillo y ella me sigue de cerca, con rapidez, como si fuera mi madre echándome la bronca.

-¿Todavía lo preguntas? -le lanzo una mirada orgullosa-. Claro que sí lo estoy.

-Ay, Dios mío... -murmura, llevándose las manos a la cabeza-. Por un momento pensé que te habían hackeado la cuenta o algo así...

Seguimos andando en dirección a la cafetería. Tengo hambre y me apetece comerme el sándwich que he traído.

-¿Cómo puedes estar tan tranquila? ¿Y si se llegan a enterar tus padres? ¿Tu padre no tiene un perfil para publicar fotos de los tatuajes?

-No me sigue -respondo y entramos en la cafetería. Voy a la barra para pedirle una botella de agua a Marissa-. Pero eso me da igual, Ana.

-Carter -me toca el brazo y me mira con seriedad-, sea quien sea ese tipo, acabas de desafiarle.

Niego sin darle importancia.

-No voy a dejar que piense que puede hacer lo que le dé la gana.

-Eres una cría, no sabes qué edad puede tener, qué aspecto... No sabes de lo que puede ser capaz.

-Oye -cojo la botella y pago-, tranquila. Deja de darle tantas vueltas.

Resopla de forma exagerada y me mira sin convencimiento alguno. Ocupamos una de las mesas y charlamos durante el descanso, sobre otros temas. No tardo en recibir miradas, probablemente de mis seguidores que ya han visto las fotos. No me importa, no me importa, no me importa... Lo que más me importa es el paradero de Louis en estos momentos. Me pregunto si estará solo por ahí pasando el recreo. No quiero que esté solo. No quiero que nos distanciemos. Tendré que hablar con él.

***

A la salida de clase me despido de Ana que se va con su padre en el coche, y me quedo sola en la acera. Cody pasa por detrás de mí, se coloca la gorra y me mira con confusión.

-¿Puedo saber qué está pasando en Instagram?

Se me escapa una risa tonta.

-Espero que me hayas dado me gusta en todas.

-Lo he hecho.

-Muy bien. Algún día quizá te explique -le digo y me despido rápidamente de él tras ver a mi objetivo número diez pasando por delante de mis narices.

Voy tras él y me coloco a su lado.

-Ey -lo saludo.

-Ey.

-¿Qué tal tu día? -intento sacar conversación.

Soy consciente de la incomodidad que existe ahora entre nosotros, por no saber cómo saludarnos o qué decir, pero confío en que se nos irá pasando. Todavía me cuesta asimilar que de verdad no estamos juntos, que hemos cortado, y cada vez que pienso en ello siento una opresión extraña en el pecho. Por eso trato de no pensarlo, aunque sea la cruel realidad. Es una realidad cruel, pero también es una realidad sensata. Supongo que lo mejor para ambos es que se quede así, que nos quedemos de esta forma.