14. Fix You

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"Lights will guide you home

And ignite your bones

And I will try to fix you."


—Has elegido un mal día para ponerte zapatillas blancas —comento, mirando hacia el suelo, a sus pies.

Le sonrío con cierta malicia y seguimos andando. Ya puedo ver a Ana con los chicos esperando en uno de los bancos.

—No importa que acaben marrones.

—Estás muy atractivo. Solo para que lo sepas.

El rojo le queda genial. Y su sudadera hoy no tiene capucha, aunque no ha olvidado ponerse un gorra. Siempre tiene que esconderse de alguna forma.

—¿No se suponía que ya íbamos a parar con el tonteo?

Sí, bueno, se suponía que el beso de esta mañana (los dos besos) había sido el punto y final, "el último", pero a mí me ha dejado con ganas de mucho más. Cada vez que cierro los ojos (y lo he hecho mucho durante el día) lo revivo, lo siento. Su boca, sus labios suaves y cálidos, sus dedos en mi cara... Me entra calor por todo el cuerpo solo con recordarlo.

—No estoy tonteando —me excuso—, solo te estoy haciendo un cumplido.

—Vale... —Observo cómo pasa la lengua por sus dientes mientras se hace el pensativo—. En ese caso... Los pantalones que llevas puestos son los que hacen que te mire más el culo porque se ve apretado, redondeado... y muy bien colocado.

Lo miro con la boca abierta.

—¿Qué? —Se encoge de hombros—. Es solo un cumplido.

Sonreímos al mismo tiempo. Ya estamos más cerca de los chicos y le veo tensarse de pronto.

—Tú puedes, Louis —le animo, con burla—. Solo tienes que relajarte, hablar... y dejarte llevar.

—Muy graciosa, Carter.

—Nadie va a salir herido. Tu fachada de chico malo no está peligrando. Seguirá tan intacta como tú al final del día. Nadie se ha muerto o ha sufrido daños graves por sociabilizar un poco.

—Sigues siendo muy graciosa, Carter.

Le dedico una última sonrisa traviesa y miro al frente para saludar. Se han vestido como si fuéramos a hacer senderismo por el Everest.

—Es solo un bosque, no el Machu Picchu —comento analizando sus pintas.

Propuse ir al lugar al que mi padre me llevó porque una escapa a la naturaleza me pareció apropiada para seis personas. Con espacio suficiente, aire limpio y fresco... sin posibilidad de que nadie se agobie. Cuando digo nadie, ya sabemos a quién me refiero.

—Toda precaución es poca, querida Carter.

Fuerzo una sonrisa para Cody.

—Bueno —sigue hablando—, se supone que cada uno se traía su comida, ¿no?

—Exacto —interviene Ana.

Qué guapa está con la trenza.

—Vale, pues... unas normas básicas, ¿sí?

Ya estoy poniendo los ojos en blanco antes de que haya dicho algo.

—Nada de alcohol, drogas o sexo —declara el ex friki y ex novio de pelo negro.

Su mirada va directa hacia mi otro ex, al más reciente.

—¿Por qué me miras a mí? —salta Louis de pronto, y hasta yo me quedo... estupefacta.

El objetivo de Louis Tomlinson [LIBRO II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora