Capítulo 32

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Abro mis ojos y veo los musculosos brazos de Noah abrazándome, su rostro es muy lindo, paso mi mano por su rostro y lo acaricio. Él empieza a abrir los ojos y al verme sonríe.

-Te ves muy linda recién levantada- me sonrojo.
-Tú también-
-Tú hermano no me puede ver aquí o me matará-
-Tienes razón- digo pensando - aunque él es muy flojo y seguramente sigue dormido-
-Es cierto-
-Además ya tengo 18, no me puede seguir tratando como bebé-

El ríe y ambos nos levantamos de la cama, me coloco su camisa, la que me dio el día de la playa y al verla sonríe y eleva una ceja.

-¿Así que guardaste mi camisa?- dice divertido.
-Touché- digo señalándolo y el rie.

Noah se coloca su ropa y entra al baño, tomo mi teléfono y veo una mensaje de Mia.

"Sav me acabo de levantar, mi hermana me explicó que ayer Paul me trajo a casa y le dijo que tú se lo pediste. Muchas gracias, después me cuentas la estúpideces que hice ;)"

Le contesto y luego le doy las gracias a Paul. Noah sale del baño y juntos bajamos silenciosamente. La casa está hecha un desastre, lo único que agradezco es que nadie desconocido se quedó a dormir, sólo Sam, que supongo que está en la habitación de Liam con él, y algunos del equipo de fútbol.

Algo que me preocupa un poco es que desde el problema de Noah y Charles el día de la cena, no he vuelto a ver a Charles, mañana le preguntaré a mamá.

Me dirijo a la cocina y preparo café, le sirvo a Noah y también sirvo para mi, ambos no sentamos en la barra, él está en una silla al lado mio y yo tengo mis piernas sobre las de él.

Mi hermano baja adormilado junto a Sam. Ambos entran a la cocina, Sam se sirve café y mi hermano se queda parado viéndonos.

-¿Se puede saber dónde estaban ayer ustedes dos?- pregunta mirándonos fijamente.
-Deja de protegerme tanto Liam- digo y volteo a ver a Sam para que me salve.
-Amor, ayúdame a alcanzar eso- dice Sam y Liam se distrae.

Gracias al cielo, esto ya se iba a poner incómodo.

Preparé el desayuno para todos los que quedaban en casa y después los obligué a todos a ayudar a limpiar, así terminaríamos mucho más rápido. Tardamos como unas 3 horas en organizar todo, debo admitir que mientras ordenaba encontré algunas cosas... asquerosas, no seré específica, pero por fin lo logramos, los que quedaban del equipo se despidieron y se fueron. Obviamente antes de empezar a limpiar Noah me obligó a poner un short debajo de la camisa, dijo que mostraba mucho, pero en realidad la camisa me queda como un vestido.

-Juguemos Play- dice Liam emocionado.
-SIII- chillo como niña pequeña.
-Infantil- se burla Noah.
-Egocéntrico- digo, le saco la lengua como bebé y el se rie.

Los cuatro vamos a la sala y empezamos a jugar Play.

-¡GANÉ!- digo como niña pequeña y empiezo a saltar y bailar encima del sofá.
-Infantil- dijeron Sam, Liam y Noah al unisono.
-Cállense celosos- digo apuntándolos con mi dedo índice y me dirijo a la cocina.
-Tengo hambre- dice Sam.
-Yo también- respondo.
-Vamos a comprar sushi- dice Sam.
-¡Siii!, nosotras vamos a comprar el sushi y ustedes dos- digo señalando a Noah y Liam- irán a comprar el postre- termino y tomo las llaves de mi auto.
-Me parece bien pero... nono, tú no saldrás así- dice Noah mirándo mi ropa-
-Concuerdo- lo apoya Liam.
-Lo siento, bye- grito y salgo corriendo con Sam hasta mi auto.

Primero no estoy desnuda, tengo un short y una camisa, que dejen de exagerar... y segundo no lo hacia por molestar, si no que de verdad tengo flojera de cambiarme y muero de hambre.

Sam y yo vamos por el sushi, y cuando ya nos lo dan voy a montarme al auto y veo un cachorrito súper chiquito y sucio al lado de mi auto acostado. Se los juro que se me partió el corazón, amo los animales y no me parece justo que algunos no tengan hogar, además este es demasiado tierno y lindo. Se preguntarán por que si tengo una casa grande con patio y amo a los animales no tengo una mascota, pues papá era alérgico a los perros y aunque no estaba mucho en casa no me dejaba tener uno por su alergia, ya después cuando falleció nunca me animé a comprar o adoptar uno. Dejo las cosas en el auto y me agacho para ver más de cerca al cachorrito.

-Mira- le digo a Sam y ella se pone a mi lado.
-Ohhhhh- dice enternecida.
-Es muy tierno-
-Si, hay que llevarlo- dice de inmediato.
-Claro- respondo y cargo al cahorrito, este inmediatamente se acuesta en mis brazos... es tan tierno.

Liam me matará cuando vea que llevo un cachorro a casa, a él le gustan los perros pero dice que es una gran responsabildad, y yo lo sé, lo cuidaré pero no lo puedo dejar allí sólo.
Subimos a mi auto, colocamo el sushi atrás y Sam carga al cachorrito, creo que está sediento y hambriento, así que me estaciono en un lugar de mascotas a comprar comida... pero debo admitir que me distraje un poco y terminé comprando 5 juguetes, una correa, una casita, una cama y un lugar para poner la comida y el agua... ¿qué?... no me juzguen... el perro se lo merece.

Al llegar a casa aparco el carro, Sam carga las bolsas con las cosas del perrito y yo cargo con una mano la bolsa de comida y la otra la coloco detrás de mi espalda con el cachorrito.

-Hasta que al fin llegan- dice Liam cuando abrimos la puerta.
-Emmm... sorpresa- digo mostrando al cachorrito.
-SAVANAH CATHERIN COLLINS WHITE- dice mi hermano enojado y yo hago una sonrisa inocente.

Estoy en problemas...

Oh, Savanah!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora