Mía S.
Estar despierta y no poder ir a la cocina a prepararme un café o simplemente moverme de la cama y lanzarme sobre Justin a besarlo, todo eso me hacía sentir un nudo enorme en la garganta, un nudo de frustración, ganas de llorar por rabia, eso era todo lo que había estado sintiendo en los últimos días desde ese accidente. Me he cuestionado muchas veces el por qué llegue hasta ese auto con Derek, recuerdo todo, lamentablemente. No culpo a nadie, ni a Tomas ni a Justin, si a Derek, él conducía, él es el único culpable de todos mis problemas, por involucrar a mi hermano en el tráfico de drogas, por no dejar en paz a Justin cuando quiso salir de todo eso, él es el único culpable de que mi vida se haya arruinado por completo.
No me di cuenta cuando las lágrimas estaban cayendo por mis mejillas, Justin a mi lado dormía tocando una de mis manos, solo pude acariciarlo y pensar que él seguía ahí, eso era lo único bueno de toda esta situación. Sus ojos se abrieron y enseguida me miró asustado.
-¿Estas bien? ¿Necesitas algo? ¿Por qué lloras? -preguntó preocupado.
-Por la vida -me encogí de hombros y sequé mis lágrimas-. Estoy bien. Te hubiera preparado desayuno, pero...
-Pero hoy te lo preparo yo -se acercó a besar mi frente.
-No te muevas de mi lado, quédate aquí un segundo más -supliqué-. No puedo dejar de pensar en todo, te necesito conmigo. Dime; ¿Qué va a pasar con mi vida ahora?
-Vas a seguir adelante, como cualquier persona que sufre un accidente. Vas a volver a tu trabajo, vas a volver a tu vida normal y vas a poder hacerlo bien -sus palabras eran demasiado optimista.
-Sabes que nada volverá a ser como antes.
-No exactamente igual, pero todo puede seguir así. Quizá tengamos que cambiar algunas cosas, pero tú vida será normal.
-¿Cambiar qué? -pregunté.
-He estado pensando y creo que deberíamos cambiarnos a un edificio con ascensor, otro departamento.
-Un edificio con ascensor sería un gasto extra, sabes que sería un precio más alto, no tenemos nada. Tú no tienes trabajo y yo no tengo piernas.
-Si tienes piernas, por favor Mía, no te necesito pesimista, necesito que quieras salir adelante conmigo. Te prometo que voy a encontrar un trabajo en unos días, lo que sea, cualquier cosa que nos dé dinero. A menos que...
-¿Qué?
-A menos que quieras seguir con los planes que teníamos antes del accidente -me miró fijamente a los ojos, supe a qué se refería-. Australia.
-No puedo ahora -negué con la cabeza-. Soy una carga Justin, necesito volver a ser independiente.
-Mía -suspiró-. Quiero que quieras ser independiente y salir adelante, pero no quiero que te sientas una carga. Ya verás que cuando comiences tu terapia te vas a sentir mejor.
-¿De qué terapia hablas? -bufé-. No voy a tener ninguna terapia inútil, el médico dijo que jamás volveré a caminar. ¿Para qué quiero una terapia y un montón de ejercicios innecesarios para mis inútiles piernas?
Justin me miró en silencio, nuevamente por mis mejillas estaban cayendo lágrimas y no pude notarlo antes para evitarlo. Él no dijo nada y un silencio sepulcral nos envolvió por un rato. El sonido del teléfono se escuchó fuerte y perturbador, Justin contestó enseguida.
-¿Hola?, si Jack, estamos en casa. Claro, ven cuando quieras. Esta bien, te esperamos por la tarde -cortó la llamada y me miró curioso-. Supongo que no tienes problema en que tu amigo Jack quiera venir a verte.
![](https://img.wattpad.com/cover/131628264-288-k78570.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Dulce Dolor © #2
Teen FictionSEGUNDA PARTE DE DULCE TORMENTO. ¿Vivieron felices para siempre? Justin creyó que con los años que estuvo en la cárcel se había acabado todo lo malo y podría reconstruir su vida, pero el pasado no siempre se queda atrás y hay que saber enfrentarlo. ...