El entrenamiento de las arpías de Holyhead, era hoy, no estaba nerviosa, por el contrario, estaba un poco ansiosa por comenzar, hay que ser sinceros, entrar a un equipo como este de grandes ligas, uno de los mas prestigiados del momento, era sorprendente.
Se que soy solo la reserva de muchas cazadoras que habrán de tener, pero una vez que me vean jugar, estoy segura de que me pondrán de jugadora oficial o ocasional.
—En realidad no tenemos muchas jugadoras de reserva —me comentaba la entrenadora, cuando entrabamos al estadio de las arpias, enorme, de colores verdes y amarillos, tenia los aros adornados con ese color, mientras que el de los visitantes eran los colores contrarios—, tenemos uno para cada posición, pero con los recientes comportamientos de una de nuestras jugadores, tuve que aceptarte.
—¿Comportamientos? —preguntaba desconcertada—. ¿Muy agresiva o monopoliza la quaffle?
—Me gustaría que fuese así, pero en realidad... tiene un problema con la bebida —responde esta dulce y amable entrenadora, de cabello pelirrojo haciendo que sus pecas se defuminen un poco por la vergüenza, que tal vez le este haciendo pasar. Me recordaba una Ginny mas crecida—, te presentare con las chicas.
Eran diez personas entrenando, siendo lideradas por Gwenog Jones, una chica guapa de cabello oscuro, y ojos claros, ellas una clase de presentación que para ser una chica jugando quidditch, también puedes ser bella y volar con clase, quiero aprender de ella.
—¡Mujeres! —exclamó con una voz tan potente que casi me dejo sorda, mire con sorpresa a la mujer—. ¡Dejen sus asuntos y bajen para conocer a una nueva integrante!
Las chicas descendían, y me miraron por unos momentos, una me miraba mas amigable que otra, menos quien creía que seria mi ejemplo para ser una buena jugadora, Gwenog Jones, sus ojos verdes repasaron todo mi cuerpo, estudiando que posición habre de tomar.
—Ella será la reserva de las cazadoras.
—Y con cazadoras te refieres a...
—Si a Sullivan —le interrumpe la entrenador a una chica de cabello castaño, ojos enormes y claros, tenia los dientes algo grandes, pero todos por igual, además de que llevaba una cara amigable.
—Ella es Destiny Wright, jugo en el Equipo Nacional de Irlanda, ganador del mundial, por anotaciones —estaba diciendo mis puntos buenos, puesto que soy muy joven para jugar profesionalmente, pero mis habilidades en el campo son muy por arriba de una chica de catorce—. Jugara con nosotros, cuando tenga tiempo libre, porque todavía asiste al Colegio.
—¿Qué colegio? —quiso saber una morena de cabello lacio y ojos marrones.
—Hogwarts —respondí con nerviosismo, porque Gwenog Jones, también fue estudiante de Hogwarts, esta volvió a examinarme, algo molesta, porque al parecer no le agradaba mi presencia.
—Ya saben que hacer, Humphrey, Gibbson —dijo la mujer empujándome al centro donde me comerían las jugadoras—, pongan al tanto a Destiny con las jugadas, muy posiblemente juegue con nosotras el miércoles.
—¿Contra quien nos enfrentamos? —pregunte ansiosa, mientras caminaba con todo el grupo de las arpías, sintiéndome más emocionada, difícilmente pude ponerme los guantes, pero podría jugar en menos de lo que canta un gallo.
—Contra los Tornados de Tutshill —respondió Gwenog Jones, que iba dirigiéndose al centro del campo, teníamos casi la misma altura, la misma altura, era delgada y su cabello lacio oscuro, estaba acomodado en la coleta de siempre, se ve igual que en el poster que tengo de ella, autografiado por ella en mi habitación, en el campo Jorgensen, tan solo que con la túnica de las Arpias.
ESTÁS LEYENDO
Destiny y La Orden del Fenix (DEH #5)
FantasyDestiny ha cambiado, desde psicológica, hasta físicamente, los sucesos ocurrido el curso pasado, dejaron marca permanente en la chica, su habilidad de predicir el futuro se volvio una maldicion. Nuestra protagonista ha pasado un verano entre el Qui...